DIVERSOS
22. TERTULIA POÉTICA DEL
CAFÉ LICEO GUADALAJARA julio 2014
Los pilares de la creación. En 1995, el telescopio espacial
Hubble descubrió estas tres columnas en la Nebulosa del Águila, y, asombrados
dieron en denominar Los Pilares de la Creación. Ahora acabamos de enterarnos
que fueron destruidos por una explosión de una supernova hace unos 6000 años.
La luz de la explosión nos llegará dentro de 1000 años. Lo que estamos viendo
tiene, por lo tanto, unos cuantos añitos y podremos disfrutarlo otro milenio
más Lástima que todos estos viajes a la
velocidad de miles de pares de narices nos importe un rábano o dos
.
Nosotros,
los aspirantes usar la mente para otras cosas distintas a descifrar las
facturas de la electricidad o comprender a la pandilla de cretinos que gritan
en los estadios de fútbol, no apoyamos en nuestros propios Tres Pilares de la
Creación: Leer, Procesar y Escribir. Lo que sale al final, puede que no sea
bueno, pero es honesto. Todos los miércoles hacemos el esfuerzo de presentar
nuestro producto ante los contertulios y admitir sus comentarios. Posiblemente,
en los próximos meses podréis notar cómo aprendemos a marchas forzadas. La
imaginación es como un músculo que necesita practicar. DIVERSOS es el cuaderno
de ejercicios. Se benevolente.
JAVIER DELGADO
Aguada de Javier Delgado
Nocturno
Oigo notas
cabalgar
un atardecer
de bruma.
Dentro de la
piedra,
lentas luces.
Fuera, luna a
medias colgada
a malvas y un
lucero en viaje.
Hoy retrasa
la noche
el enredo de
su resplandor azul.
No llegará la
noche
y no habrá
mañana.
Nada de ello
importa.
Sólo la
piedra.
PABLO LLORENTE
Cármenes de Al Ándalus
LUNA EN TETUÁN (Dar Sanaa)
Luna en Tetuán.
Ciprés, sándalo y mirto
en la penumbra.
PÁLIDA PLATA
Ciprés, sándalo y mirto
en la penumbra.
PÁLIDA PLATA
En el jardín
fría luna de Octubre,
pálida plata.
EL ALMA DE LA NOCHE
Contemplo el Alma
de la noche, en la luna
sobre el jardín.
ALCAZABA DE MÁLAGA
En el jardín
agua clara que canta,
setos de mirto.
EN EL AZUL UN AVE (XAUEN)
En el Azul un ave
sobre el jardín,
sobre la seca alberca,
en la alcazaba.
ATARDECER EN MÁLAGA
Un aura luminosa
desde los montes
el mar de oro rojizo,
huelo su aroma.
fría luna de Octubre,
pálida plata.
EL ALMA DE LA NOCHE
Contemplo el Alma
de la noche, en la luna
sobre el jardín.
ALCAZABA DE MÁLAGA
En el jardín
agua clara que canta,
setos de mirto.
EN EL AZUL UN AVE (XAUEN)
En el Azul un ave
sobre el jardín,
sobre la seca alberca,
en la alcazaba.
ATARDECER EN MÁLAGA
Un aura luminosa
desde los montes
el mar de oro rojizo,
huelo su aroma.
JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO
Paseo peregrino
Búscame en la
mañana igual
al inicio del
buen viejo blues,
Meet me in the morning
no en la
Fifty Sixth con Wabasha;
sino Heras
con la paridera
de milagros y
ojivas del Uadi El.
Mi primer
pensamiento es Hita
con historiador y
compañera.
Ciento
ochenta años en sus grupas
y las cuencas
de sus ojos glaucos.
El tiempo imprimió
en sus camisas
mensajes al
aire que susurran
que edad y
abandono son amantes.
No sonaron
cascos de caballos
ni piafaron
al pie del adarve.
Sólo vi
piedras mil milenarias
y el polvo
del recuerdo que huía
a gatas
quedas desde mi cráneo.
Meet me in the morning
No pensar en
ellos, sólo en mí,
que jadeo
directo al impacto
con los arcos
góticos que visten
de gozo el
baptisterio arriano.
Voy
degustando el primer sol
salpimentado
de tercas moscas.
Ya no veo
hitos ni ermitas
sino el
introito de la mañana,
tapiz rodante
en el que camina
pesado mi
mayor enemigo:
la angustia,
freno insolente
que me impide
el escribir
sobre la
arcilla craquelada.
CARLOS BERNAL
El Mar
El mar es una catarata que el horizonte nos
acerca
y nos aleja.
El mar es una línea horizontal,
convertida en catarata,
el cielo arriba y el agua abajo
como un círculo plano repitiéndolo una y otra
vez…
Realidad.
El mar es un diamante en bruto
que poco a poco vamos tallando,
como nuestras vidas que en el horizonte
vislumbramos.
Yo quiero hablar del mar,
de sus profundidades siniestras y claras.
Yo quiero hablar del…
ANA MARÍA MATUTE. (Leído por Carlos Bernal en Tertulia Abierta el día de su
fallecimiento)
Mar (cuento)
Pobre niño. Tenía unas orejas muy grandes, y,
cuando se ponía de espaldas a la ventana, se volvían encarnadas. Pobre niño,
estaba doblado, amarillo. Vino el hombre que curaba, detrás de sus gafas. “El
mar-dijo-; el mar, el mar”. Todo el mundo empezó a hacer maletas y a hablar del
mar. Tenían una prisa muy grande. El niño se figuró que el mar era como estar
dentro de una caracola grandísima, llena de rumores, cánticos, voces que
gritaban muy lejos, con un largo eco. Creía que el mar era alto y verde.
Pero cuando llegó al mar se quedó parado. Su
piel, ¡qué extraña era allí! “Madre –dijo, porque sentía vergüenza- , quiero
ver hasta dónde llega el mar”.
Él, que creyó el mar alto y verde, lo veía
blanco, como el borde de la cerveza, cosquilleándole, frío, la punta de los
pies.
“¡Voy a ver hasta dónde me llega el mar!”. Y
anduvo, anduvo, anduvo. El mar, ¡qué cosa rara!, crecía, se volvía azul
violeta. Le llegó a las rodillas. Luego, a la cintura, al pecho, a los labios,
a los ojos. Entonces le entró en las orejas el eco largo, las voces que llaman
lejos. Y en los ojos, todo el color. ¡Ah, sí, por fin, el mar era de verdad!
Era una grande, inmensa caracola. El mar, verdaderamente, era alto y verde.
Pero los de la orilla no entendían nada de nada.
Encima se ponían a llorar a gritos, y decían: “¡Qué desgracia! ¡Señor, qué gran
desgracia!”.
JORGE MATO
Ventanas
Esta malditas ganas de llorar
que aparecen de pronto
si te asomas al mundo.
Cómo duele el cansancio de vivir.
Estos crueles vientos de tristeza
que a veces nos
desvisten
ávidos de mirar la desnudez del hombre
y dejarle de nuevo en sus orígenes
Esta malditas ganas de llorar
cómo nos hieren
y cómo nos consuelan cuando explotan.
GRACIA IGLESIAS
¿Cabría tanta luz
si el tiempo no se hubiera detenido
en el borde preciso de la tarde
para esculpir de luna su epidermis?
¿Tendría algún valor
el oro de su vientre
sin la promesa viva que le late en silencio?
La blancura afilada
la cegadora, la esférica,
la incontestable pulcritud del huevo
se complementa en un acto
de fe sin condiciones.
PAULINO APARICIO (Romance leído en Horche)
Alvar-Fáñez de Minaya
Álvar-Fáñez
de Minaya
en este
páramo estamos
la víspera de
San Juan
con leyendas
y caballos.
Álvaro Hañez:
hermano,
capitán
de cruz forzada
el tiempo
canta la luz
victoriosa de
tu espada.
Naciste en
las Castillas,
por los
tiempos que se narra
de mil y
cuarenta y siete,
con la media
luna alzada
sobre los
bosques y tierras
y castillos
de esta España
que siempre
buscó el empeño
de ser libre
y bien amada.
De Rogrigo de
Vivar
esbelto acero
llevabas;
sangre que
llama a la sangre
y al filo de
la batalla.
En la leyenda
aparece
la fuente que
baja clara,
y el arroyo
susurrante
hace ciertas
las palabras,
porque todo
es verdadero
cuando se
mete en el alma.
Horche,
Tendilla, Alcocer,
Mondejar,
Guadalajara,
abrieron sus
estandartes
de libertad
recobrada.
El Cantar del
Mio Cid
gastó tinta
en resaltarla
y fue, su
ardor de guerrero,
en arrojo
legendaria.
Por las
olmedas de Horche
puso la
tierra ganada
a favor de
los horchanos,
y bajó a
Guadalajara.
Estaba el
cielo morado
y con el alba
llegaba,
una estrella del Bautista
y una puerta
de muralla.
Por día de
gran fortuna
la plaza fue
conquistada:
caballos de
guerra y sueño
daban sangre
a las entrañas.
Y por
cantiles dorados
puso Álvar-
Fáñez la escala.
Pies de
alcones la subieron
hasta dejarla
ocupada.
Vino a morir
en Segovia;
nueve siglos
hacen talla
en leyendas y
romances
por los
dominios de España.
En esta
tierra alcarreña
nombramos tu
fe exaltada,
tu acero de
recia hombría,
capitán de
gesta y fama;
caballero de
la cruz,
Álvar-Fañez
de Minaya
VICTORIANO CRÉMER (Leído por Vicente
Moratilla)
Canción para dormir a un niño pobre
Ángeles con
espadas
custodian el
aire.
Un toro de
sombra
mugiendo en
los árboles.
-Madre, tengo
miedo
del aire.
Mira las
estrellas.
Aún no son de
nadie;
ni son del
Obispo
ni son del
Alcalde.
-Madre,
quiero una
que hable.
Patitas de
cabra
siguen
vacilantes
al osito
blanco
de la luna
errante.
-Madre,
quiero un oso
que baile.
Pandero de
harina:
luna en el
estanque.
Las cinco
cabrillas
sin cesar,
tocándole.
-Madre, se me
hielan
las carnes.
Floridas de
escarcha
ya son como
panes.
La aurora las
dora
y acorteza el
aire.
-Madre, no te
oigo.
¡Tengo
hambre!
¡Uuuuuuuh...!
Duerme, mi niño;
que viene el
aire
y se lleva a
los niños
que tienen
hambre.
ALBERTO
VALERO
Indúltame
Vi una lágrima en tus ojos
y no la supe secar,
me alarmé por un presagio
y no me supe callar,
no escuché del buen instinto
que me pedía explicar,
mi orgullo penó tu llanto,
con soberbia y sin maldad,
hablé y te dije las cosas
que no he pensado jamás,
necias palabras que pesan,
que abrieron tu herida aun más,
falsas escusas, abruptas,
por no decir la verdad.
Qué loco orgullo maldito
me trajo a mi soledad.
Hoy te reclamo el indulto
vestido de la humildad.
Que yo, ya enterré mi orgullo
y así te pido piedad,
que he de ser, te lo prometo,
transparente y de cristal.
A pesar
de las vacaciones, estamos vivos y coleando cuando nos lo dejan hacer. Tenemos
parte de los tertulianos en diferentes partes del solar… (qué
fea palabra, parece sacada de un derribo), del solar patrio, haciendo
infusiones de creatividad y mandándonos sus deberes para con nuestro fanzine.
Cuando este número 22
salga a la luz, vendrá acompañado por el número tres del mensual, esta vez
dedicando su portada a Juan Ramón Jiménez…. y, no os lo perdáis, ya está en
capilla al número cuatro con una fantástica portada con García Lorca asomando
curioso.
No paramos. Llevamos
una sana inercia que nos arrastra por el divertido mundo de los nuevos modos de
expresar los sentimientos. Y nos dejamos llevar por la locura creativa.
Que no perdamos nunca
las ganas de correr.
Algunos miembros no
han hecho los ejercicios, pero se les perdona y se harán recuperaciones.
La edición digital de
este número y de los anteriores, la podéis conseguir en nuestro blog que lleva
fenomenalmente Javier Delgado, ahora desde Pola de Lena:
di-versos-guada.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario