DIVERSOS
62. TERTULIA POÉTICA GUADALAJARA marzo de 2015
Se ruega pasar haciendo poco
ruido. Sin molestar. Deslizándote a ras de hierba por el campo. Hay abejas
trabajando animadas por los nuevos ritmos de los estambres y los pistilos
temblorosos. También han llegado las golondrinas que apenas han dejado sus
maletas bajo los aleros. Los insectos
estiran sus alas al sol que ya les calienta. Así es como explota la vida en
colores.
Los humanos vamos amando y escribiendo los
sentimientos. Los poetas están detrás de las jaras y en el dobladillo de los
surcos. Algunos, incluso también trabajan el seso. Atención, hay pensantes
en posición de trabajo. Dejadles en paz.
CARMEN
NIÑO
En el día de la poesía
Abril espera la
entrada triunfal
en el
jardín de la primavera.
El pintor pone
flores en el lienzo,
adorna el
cabello de la modelo
con una cinta
azul.
Los versos se
enlazan sutiles,
en el papel con
la pluma del poeta.
Las notas se
colocan en la partitura,
meciéndose en
suave cuna.
El barro se
perfila tomando forma,
la palabra se
conjuga, se siente
hermosa en la
voz del artista.
Poesía en
plenitud perfecta,
para un día que cumple años,
más allá del
tiempo que vivimos.
JAVIER DELGADO
Epitafios urgentes para cadáveres
circunstanciales
Terminó con su
vida
una mañana
víctima
del espejo del
baño,
enemigo feroz
de su cara,
harto ya de
negarle
una imagen
aceptable
y propia.
Tenga paz, que
no afición.
--------------------
Aquí yace, es
posible,
don Nadie Tal y
Tal,
quien nadie
fue,
y menos que
nadie, aún.
Su impoluta
esposa
e hijos,
indeterminados,
sus lejanos
allegados,
jamás le recordarán.
Descanse en
paz, al menos.
---------------------
Fue su vida
corta,
pero plena,
sus maneras
torpes,
desaliñado su
aspecto,
pero siempre,
siempre,
dulce y
entregado
hasta los
huesos.
Indeseable
final el suyo,
nunca merecido.
Y una última
voluntad negada:
yacer aquí,
bajo su amada
encina,
el muy cerdo.
Enterramientos en Viena
PAULINO APARICIO
Paul Delvaux
Pilar
Marzo
Siempre te
siento en el agua, Pilar Marzo,
mientras peso
la sombra
de un
domingo con musgo
que se
queda buscando
los cuadernos
mojados.
Porque
enseguida supe
que te llamabas
Pilar Marzo
y que sonabas a
lluvia
desde la falda
al sueño.
Perder la cuenta
de las cosas
lleva música
despintada,
todo lo que no
es verdad se hace posible.
En los
renglones del olvido, caben las sombras y las cuerdas,
y los zapatos
rotos que olvidé tirar en la
basura.
Te quise río,
Pilar Marzo;
aquellos
deslumbramientos me enseñan
una ribera
grande, desde los cauces
donde nunca
estuve.
No sé por qué
me acuerdo de ti
en estos
desconchones de espejos
que no
devuelven nada.
Hoy que es un
día manejable
y los árboles
hablan, me ha venido
tu nombre a la
cabeza: Pilar Marzo
CARLOS
BERNAL
Alteración
Sombras
perdidas en tu ventana,
distingo en tu
clarear botones granados a la luna
punteando como
un tren de vida que marzo está cerca
y con él la
primavera.
Vuela el tiempo
en tu umbría
cúbreme de paz
en tus claros
que vivir
soñando quiero, sombra mía,
contra viento y
marea
Vientos
tempestuosos tu presencia trastorna
Alma mía, aroma
de fuego, crujir de palmípedas
hondonada y
mudanza que perturba y trasporta,
con noches de
guirnaldas y lloviznas que mojan.
Imagen
de Zseike
JOSÉ
LUIS GÓMEZ RECIO
Quise improvisar un poema delante de la parroquia. Y mi cerebro no
pudo activar el contacto, ni mi mano meter la primera marcha para arrancar el vehículo
impulsado por motor de versos.
Se quedó paralizada igual que la mano de la beata santiguadora cuando
descubre alucinada en el agua bendita una pluma de ángel flotando, o padrastros
y huellas dactilares de feligreses en disolución.
En el nombre de Tzara, Artaud y Apollinaire, yo me santiguaré repetidamente, hasta que me
asalte la inspiración.
Fotografía
de teléfono contra pantalla del ordenador, José Luis Gómez Recio
CARMEN
BRIS
En
el jardín de un monasterio
Aquí se duerme
la vida
en un apacible
intento
de descansar un
momento
contemplando el
borboteo
del agua sobre
el pilón.
Una voz
desconocida
deslizándose en
el claustro
murmura una letanía,
que en un
lejano pasado
se escribió en
una cantiga,
esculpiéndose
en los arcos
que encierran
el soliloquio
de un monje que
ya es ceniza.
Sube hasta los
capiteles
una
canción no aprendida
una música
teñida de arpegios y de contrastes
y llega,
cruzando el sauce,
hasta el
desierto jardín.
Pasan por las galerías los monjes encapuchados
con sus hábitos
rasgados y sus sandalias abiertas,
rememorando los
salmos
y entonando los
maitines,
(combinando el
gregoriano, con los oscuros latines)
Esa música ,
que se desliza despacio
desde el
claustro hasta el atrio
retornando al
bautisterio,
se enrosca en
las columnatas
y arropada por
el humo
que derrama el
incensario,
se eleva hasta
las alturas
en un magnífico
canto.
Y en mágico
jardín
del antiguo
monasterio,
despiertan de
su letargo, los monjes adormecidos
para cantar las
estrofas
en los códices
copiadas,
por los siglos
de los siglos.
GRACIA IGLESIAS
Escapemos al sur
Escapemos al
sur
por el cauce
geométrico de un monte
a través de la
nuca
de un verbo a
medio hacer
(pondrás en él
tus manos prodigiosas
y le darás
vida).
Escapemos al
sur para encontrarnos.
Bodypainting: Mujer Pájaro, por Johannes Stötter
Un único camino
Un único camino
concilia el
agua y el lamento,
la herida
y una venda de
luz para sanarla.
VICENTE MORATILLA
Podía
ser un día cualquiera,
hoy , pongo por
ejemplo,
en el momento
de entrar los
niños a la escuela,
mientras los
viejos en el parque
toman el sol,
mientras la
gente en la calle
habla , sueña o
pasea .
Podía ser hoy
cuando
en las
trastiendas
se firmen
acuerdos
que suenan a
guerra
ser hoy el día
que
la Historia
estudie como
aquel cuando cayeron
la torre y el
puente,
el día que
ardió la aldea.
Podía ser hoy
cuando al aire
salten
los tímpanos
y las ideas.
Mientras,
inocentes,
niños, viejos,
sueños,
yo mismo y tú,
seguimos yendo y viniendo
como siempre,
como cuando no
pasa nada,
como un día
cualquiera.
JORGE
MATO
Ilustración Jorge Mato
Si la palabra..
Si la palabra
sirve para decir amor
y para decir
odio,
la palabra no
sirve.
Callemos pues.
Es más cierto
el silencio
o la mirada.
O ese simple
pasar
mi mano por tu
rostro.
O la canción
que dicen
tus labios o
los míos
cuando besan.
La palabra tan
solo
cuando sea
capaz
de contar algo
más que aquel silencio.
LOLA VILLAVERDE
Una veleta al viento
alzada en lo alto.
Con forma de mujer
y sin embargo plana
lámina de metal
que gira lentamente
exhibiendo su gracia
o detenida, parece
mirar en lontananza.
Otras veces se agita
frenética, en su giro
sus brazos son cuchillas
que rasgan el espacio
y trituran el aire.
Y parece ser ella
quien domina el vendaval
y es solo una figura
con forma de mujer,
expuesta al frenesí del viento
apresada en lo alto.
FRAY LUIS DE LEÓN (Oda sugerida
por Lola Alarcón)
Vida retirada
¡Qué descansada
vida
la del que huye del mundanal ruido,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?
¡Oh monte, oh fuente, oh río!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.
Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.
Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.
Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.
Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.
Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.
Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.
El aire del huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.
Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.
La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.
A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.
Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insaciable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.
la del que huye del mundanal ruido,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?
¡Oh monte, oh fuente, oh río!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.
Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.
Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.
Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.
Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.
Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.
Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.
El aire del huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.
Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.
La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.
A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.
Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insaciable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.
MANUEL SANZ
La simetría en
la poesía
“… Los símbolos, dibujos y
edificios simétricos han fascinado a la Humanidad durante milenios, desde
tiempos prehistóricos. Los artesanos creaban piezas de joyería simétricas,
posiblemente inspiradas en cuerpos de animales y humanos. Uno de los objetos de
arte más antiguos que se conservan es un brazalete, decorado con un dibujo
extremadamente complejo, encontrado en Ucrania y que data del milenio 11 a.C.
La arquitectura de la Antigüedad también muestra portentosos ejemplos de simetría,
como las pirámides de Giza (3000 a.C.) y el monumento en piedra de Stonehenge
(2000 a.C.)
Pero la
simetría no pertenece exclusivamente al reino del arte, ni tampoco al de la
arquitectura. Los científicos también la reclaman para sí. Y cuando los científicos
se ponen a trabajar, suelen ser las Matemáticas las que aportan el lenguaje y
preparan las herramientas para explorar los fenómenos naturales.
En geometría
elemental, hay tres grandes tipos de simetría. Primero, hay figuras, como las
letras M y W que son “simetría reflejada”: las dos mitades son mitades
especulares la una de la otra. La línea que divide las letras, la vertical que
atraviesa el centro de cada letra, se llama eje de simetría. Después están las
formas como las letras S o Z, que tienen simetría de rotación consigo mismas al
rotar 180 grados alrededor de algún punto. El lugar alrededor del que rotan se
llama centro de simetría de rotación. Finalmente , una secuencia infinita de
formas o signos, como KKKKKKKKKKKKKKKK o QQQQQQQQQQQQQQQQ, se dice que tiene
simetría de traslación, dado que los patrones coinciden consigo mismos cuando
se deslizan (trasladan) a derecha e izquierda. Existen otros tipos de simetría
más complicados, y las simetrías se pueden combinar entre sí. Los patrones de
papel pintado, por ejemplo, pueden tener simetrías de reflexión, rotación y
traslación al mismo tiempo.
Durante el
verano de 2003, tuvo lugar en Budapest una conferencia llamada “Festival de la
Simetría”, donde científicos y artistas se reunieron durante una semana para
compartir sus puntos de vista sobre el tema. Analizaron ejemplos de simetría,
entre ellos los tejidos Batik, el sistema Talamana de proporciones en las
esculturas indias, y un clásico de este arte, los cuadros de M.C. Escher. En
esta ocasión sirvió también para abandonar, de una vez por todas, algunos de
los mitos que se nos habían hecho tan queridos. Resulta, por ejemplo, que el
pentagrama, la figura de cinco puntas que siempre se ha creído que usaban los
pitagóricos como señal secreta, en realidad no tenía esa función. La única que
atribuye el pentagrama a los pitagóricos data del siglo II d.C., 700 años
después de la muerte de Pitágoras. Fuentes más creíbles identificaron este
símbolo con el sello del rey Salomón. Después, se trasformó en la estrella de
de seis puntas de David, que hoy aparece en la bandera de Israel. Parece que
también los mitos en torno a la sección áurea, o la “proporción divina”,
pertenecen al reino de la fantasía y la fábula, pues no fue considerada una
proporción ideal hasta el siglo XIX, cuando los románticos la proyectaron hacia
los tiempos medievales que tanto admiraban.
¿Es cierto,
entonces, que la simetría es un estado ideal? La mayoría de los participantes
en la conferencia eran de la opinión de que la simetría absoluta es más bien
aburrida. Sólo cuando una pintura, o una pieza de música o un ballet rompen la
simetría, el arte se hace realmente interesante. Un dicho del pensamiento zen
afirma que la verdadera belleza aparece solo cuando la simetría se rompe
intencionadamente. Lo mismo ocurre en las ciencias. Muchos fenómenos aparecen
en la frontera entre la simetría y la asimetría. Pierre Curie, el famoso físico
francés y Premio Nobel, dijo una vez: “Cést la dyssymétrie qui crée le
phenomene” (Es la asimetría lo que crea el fenómeno). A mediados del siglo XIX,
Louis Pasteur descubrió que muchas sustancias químicas tenían dualidad. Este
término hace referencia al hecho de que puede haber moléculas levógiras y
dextrógiras, imágenes especulares la una de la otra, que sin embargo no pueden
intercambiarse, del mismo modo que un guante para la mano derecha no vale para
la izquierda.
Un triste
recordatorio de que derecha e izquierda no siempre son intercambiables ocurrió
durante los años sesenta: se descubrió que existían dos versiones del
ingrediente farmacológico talidomida, usado en un medicamente llamado
Contengan. Una forma del componente es un remedio eficaz contra la náusea, la
otra causa las malformaciones fetales más terribles.
La ruptura de
simetría más importante sucedió, según uno de los asistentes a la conferencia,
hace unos 10 ó 20 mil millones de años: la materia y la antimateria habían
estado en equilibrio hasta que, de repente, ocurrió algo (nadie sabe
exactamente qué) que causó una perturbación en la simetría. El resultado, según
ese participante, fue el Big Bang.”
(La vida secreta de los números, George G. Sapiro)
Ejemplo
primero, Manuel Vilas: Redención
Dime una palabra amable antes de que termine el día.
Me dijiste “cariño, tienes que ser fuerte, no puedes
depender de esa gente, estás muy cansado,
olvídalos, ayúdame a recoger el lavavajillas”
y yo miraba la noche de octubre con sus estrellas
entrar en nuestra casa, iluminar nuestros cuerpos,
vaciar nuestras almas, y tú dijiste “cena algo,
hay un poco de arroz en el horno, cena algo, cariño,
come algo, y olvídate de todas esas ideas absurdas
sobre el odio y el fracaso, ese arroz está divino”
Dime una palabra amable antes de que termine el día.
El poema
presenta un eje de simetría horizontal (que también lo es en su forma
semántica)
Dime una palabra amable antes de que termine el día
-----
Me dijiste “cariño, tienes que ser fuerte, no puedes
Depender de esa gente, estás muy cansado,
Olvídalos, ayúdame a recoger el lavavajillas”,
-----
y yo miraba la noche de octubre con sus estrellas
entrar en nuestra casa, iluminar nuestros cuerpos,
vaciar nuestras almas, y tú dijiste “cena algo.
(Este bloque
actúa como eje de simetría horizontal y también de simetría semántica)
-----
Hay un poco de arroz en el horno, cena algo, cariño,
Come algo, y olvídate de todas esas ideas absurdas
Sobre el odio y el fracaso, ese arroz está divino”
-----
Dime una palabra amable antes de que termine el día.
Ejemplo
segundo. Miguel Hernández: Cogedme, cogedme
Cogedme, cogedme.
Dejadme, dejadme,
fieras, hombres, sombras
soles, flores, mares.
Cogedme.
Dejadme.
El poema
presenta un eje de simetría vertical
Cogedme cogedme
Dejadme dejadme
Fieras,
hombres, sombras, soles, flores,
mares.
Cogedme. Dejadme
.
Un poeta emboscado tras una pared
te disparará papel y tinta
para insinuar que hay más día que noche
y a ti te encontró bajo la ropa.
© Tertulia Literaria, Asociación
Cultural C/ Lope de Haro, 4 1º - Guadalajara
CIF 619302231
Esta publicación aparece gracias
a Aache Ediciones, Casino Principal y Dublin House
di-versos-guada.blogspot.com
Números atrasados
COPIPLUS, Condesa de la Vega del Pozo, 3.
Guadalajara..
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