DIVERSOS
78. TERTULIA
POÉTICA GUADALAJARA julio de 2015
En el
calor de la noche
Ya estuvo con nosotros la noche de los poemas
de nuestra ciudad. La fiesta de los noctámbulos que todavía quieren estar
enamorados: los Versos a Medianoche. Se producía el traspaso de la antorcha
entre la concejala saliente, Isabel Nogueroles y el entrante, Armengol Engonga.
Treinta y cuatro grados de azul rojo y violeta.
De salamandras haciendo rapel por las piedras enhiestas de la iglesia del
Carmen. De más de un centenar de espectadores sentados en el microondas de la
plazuela. Aguantando estoicos la columna del mercurio.
Una veintena de poetas, con una nutrida muestra
de nuestros Diversos tertulianos, se acercaron a mostrar sus pasiones secándolas
en la cuerda de sus patios interiores. Y no estuvo mal. Al menos fue fluida la
colada.
Muy al final entró una tímida brisa a refrescar
la atención y frenó el aplauso de los abanicos. Siempre acaba en milagro la
noche en que los pensamientos sobrevuelan los tejados de nuestra ciudad. Así es
y fue.
Otro año más.
JLGR.
Algunos
de los poetas en su paso por el evento.
PAULINO
APARICIO
La
batukada
En el insomnio del verano, cuando la caza y el amor se notan en el
aire, y la noche es como un riego de
tinieblas; algunas veces se escuchaba venir la batukada. Todas las estrellas
arriba no devenían más cegadoras que aquellas sílabas de ritmo y de tiempo. Era
la hora de los árboles, del secano ardoroso. El jardín apretando un frescor que
había que inventar cuando recién pasaron los tijeretazos de los pájaros
últimos...
La oscuridad es un lazo grande que desbarata la percepción: “el
horizonte de perros” de Lorca, soltaba lucecitas en lo sumergido y oculto...
entonces el tan-tan ascendía en brazos de algún viento, o se hundía; húmedo,
fracturado, como al otro lado de muchos árboles o de muchas vidas.
Cercana a la palabra (o anterior a ella) la batukada era como un pulso
eterno de la noche. Llevaba la llanura insondable, el crepúsculo abandonado de
púrpuras, un río acaso, turbulento, enlutado de limos; la desmesurada selva, un
baile ritual de pies descalzos, las guerras y el sudoroso pasar de los
desfiles...
Y era esa noche doméstica, cuando los tambores se frotaban a ella, como
escuchar los granos de una arena que unía a todos los hombres en una
continuidad cegadora.
La batukada
ha traído a mi jardín del verano en Horche, algo fuerte y cierto; cosas
que reconozco sin haberlas conocido nunca. La caligrafía incesante de la
humanización que señala el tan-tan de todas las infancias.
JAVIER
DELGADO
Julio
Estoy en la desnudez
del día, carne
y no me pliego.
Queda un eco
de sangre turbada
lago o piedra,
y un pesar,
sin lágrimas,
de azul fulgor añorado.
Acuarela Javier Delgado
LOLA
VILLAVERDE
En esta tarde de la vida,
en este punto
donde se bifurcan
los senderos
he elegido la ruta del sol.
Dejar atrás las sombras
que se alargan
pero ya no las veo.
Al fondo, cambiarán las luces
el futuro parecerá rosado
pero, ya lo sé, después
de un breve ocaso
llegará la noche
y todo serán sombras.
en este punto
donde se bifurcan
los senderos
he elegido la ruta del sol.
Dejar atrás las sombras
que se alargan
pero ya no las veo.
Al fondo, cambiarán las luces
el futuro parecerá rosado
pero, ya lo sé, después
de un breve ocaso
llegará la noche
y todo serán sombras.
El Nido de
las Ballenas. Fotografía JLGR
JORGE
MATO
El constructor de catedrales (cuento)
Le
alumbraron al mundo
y
le dijeron
que
él había nacido para hacer catedrales.
Un
estremecimiento le pasó por el alma.
Alegó,
temeroso, ante quien corresponde
que
semejante empresa pertenece a los genios.
No
sirve con desearlo.
No
es cuestión de decir
yo
estoy capacitado para ello
y
todo cuanto quiero lo consigo.
Hay
algo más guardado no sé dónde,
en
un lugar que sólo algunos saben.
Quiso
que fuesen otros
los
que hicieran crecer las altas torres.
Los
que canalizasen por nervaduras, bóvedas
y
finas cresterías. los arcos y arbotantes
Los
que hicieran la magia
que
conduce hasta el suelo
las
fuerzas misteriosas
que
bajan por columnas
tan
altas y tan finas como juncos.
Suplicó
humildemente
un
pequeño rincón del templo gigantesco
donde
poder dejar
una
pequeña muestra de su arte.
Su
súplica fue oída por quien reparte dones.
Hoy,
la pequeña obra del maestro Mateo
recibe
al visitante con música y sonrisas
a
la puerta del templo donde duerme Santiago.
CARMEN NIÑO
Era la noche madre
Secuenciado el
tiempo, cada minuto
era una gota,
que restaba vida,
relajando el
rostro, aminorando la respiración
profundizando el
sueño hacia el más allá.
Esperaba ese
leve sonido, conciso en el silencio
de la
habitación, reduciendo el sufrimiento,
a la vez que
deseaba detenerlo.
Cada gota
parecía que era un instante menos,
una respiración
que se iba, un latido perdido,
un momento menos
para coger su mano.
La membrana de
la vida se iba haciendo invisible,
a la vez que
algo se desprendía de mi cordón umbilical.
Era la noche,
Madre, adormecida, sin luna.
La última que
tachar en el calendario,
encogida de
dolor, con aliento trémulo.
La vida y la
muerte luchaban inciertas
con los parpados cansados, sudor frío
y aquella gota
que irrumpía en el silencio,
no sé si
aliviadora, o punzante deseo.
Fotografía
Jesús Herránz de Lucas
VICENTE MORATILLA
Esto no es un
poema,
la imagen que tengo
en los ojos
de lo que alrededor veo,
son rostros llenos de odio,
odio sin razones
que buscan revancha
de su propia frustración.
Me dan pena y miedo
sus ansias interesadas,
sus ganas de pisar
los campos sembrados,
y ...
no busques conversación
ni música, ni rimas,
no tienen argumentos.
No, esto no es un poema.
la imagen que tengo
en los ojos
de lo que alrededor veo,
son rostros llenos de odio,
odio sin razones
que buscan revancha
de su propia frustración.
Me dan pena y miedo
sus ansias interesadas,
sus ganas de pisar
los campos sembrados,
y ...
no busques conversación
ni música, ni rimas,
no tienen argumentos.
No, esto no es un poema.
Rene Magritte. Esto no es una pipa
DANIEL VAZQUEZ
Al nacimiento
La tierra húmeda entre mis manos
anuncia en su aroma una vida
que romper quiere su letargo,
nacer de allá donde dormita.
En conexión el tacto siente
cómo palpita silenciosa;
respira el éter y lo bebe
hallando alimento en las horas.
Bajo la luz de un sol amable
despierta la vital substancia,
arcana semilla que late
llena de joven esperanza.
Y en la matinal hermosura
surgiendo tímida una flor
con azul vestimenta anuncia
nuestra segura salvación.
CARLOS
BERNAL (Justo en el trascurso de la inclusión de estos dos poemas de Carlos,
sin dar tiempo a corregir pequeños ajustes de texto, se
nos ha comunicado su muerte súbita. Dejamos esta muestra inconclusa de su
creatividad. Qué huérfana nos deja la tertulia. Descanse por fin en paz)
Intrigando
Si penándome confundiendo tus caricias
y siendo tus manos mentiras.
enredando ahora que estoy vivo.
Deseando tu figura en
¿Cuándo percibes,
y ocultas tus razones
confundiendo tus sonrisas?
¿Siendo humillado,
encunado y derramado,
y hacérseme la boca agua?
¿Quieres ser mi amiga?
Mujer insidiosa
y novicia inexperta
ódiame y no sigas urdiendo
Todo igual
Todo igual sin cambios
de mudar de aires como todos los días.
De momento, todo afín.
Solo conmigo, con los demás
solo con todo sin razones que motivar.
Vacío, con el amor sentenciado.
Cínico, esperpéntico, dramático
En la soledad percibí una corona de sol,
luz brillante, inquieta, carilloncillo
como una melodía que esta vez no engaña.
JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO
Fuera de ti está el
témpano,
fuera de ti está la
trampa
adoquinada de la calle.
Pasado tu cuerpo está
el gris de la carretera
que
me aplaude en la
retirada
Fuera de ti está la
hoguera
que me devora las
vísceras
Pasado tus ojos me
espera
el vacío de mis córneas
desesperadas y vacuas.
Fuera de tu vida está
tampoco
la mía.
Ilustración Brett Lamb
JOHN KEATS (Poeta recomendado por Lola Alarcón)
Oda a un Ruiseñor
Canto segundo
¡Ah, lo que diera por un sorbo de vino que se
enfría
mucho tiempo en el seno de la tierra que
conserva
el sabor de praderas y de Flora, y de bailes
y cantos provenzales, y del gozo soleado!
¡Ah, lo que diera por una jarra de vino tibio
del Sur,
llena del auténtico, del rojo Hipocrene,
burbujas en rosario rebozando sus bordes,
y la boca de púrpura teñida,
y al beber, alejarme del mundo sin ser visto
y perderme contigo por el bosque en penumbra!
John Keats. Nació en
Londres el 31 de octubre de 1795. Hijo de un caballerizo (livery-stable
manager), recibió una educación formal relativamente escasa.
Vida y arte,
belleza y verdad, se convierten en los temas centrales de sus odas, escritas en
la primavera de 1819, entre abril y mayo, y que constituyen algunos de los
mejores ejemplos de la lirica inglesa en general.
En Oda a
un ruiseñor, Keats, como otros muchos de los grandes poetas románticos, con sus
cantos explora la naturaleza y los límites de la creación artística,
confrontando el sufrimiento humano con la inmortalidad del canto del ruiseñor.
Murió el 23 de febrero de 1821, en Roma, donde se halla enterrado.
PABLO LLORENTE (En recuerdo al
incendio que asoló el norte de Guadalajara hace diez años y causó la muerte de
once personas)
Vendaval
de fuego
A Paul Celan
Tea voraz el bosque:
"Arden la tarde,
la noche y la mañana".
La lumbre de los pinos
inflama el aire
con su humo y llamas y los ánimos agita.
Vendaval de fuego: holocausto:
once héroes.
La humareda obscurece la celeste esfera,
y tanta muerte aflige a todos los humanos.
©
Tertulia Literaria, Asociación Cultural C/ Lope de Haro, 4 1º - Guadalajara
CIF
619302231
Esta
publicación aparece gracias a Aache Ediciones, Casino Principal, Dublin House,
Ecoaventura,
Animación, Turismo, Ocio y Tiempo Libre
y
Amigos del Archivo Histórico Provincial de Guadalajara
di-versos-guada.blogspot.com
Números
atrasados
COPIPLUS,
Condesa de la Vega del Pozo, 3. Guadalajara.
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