DIVERSOS
79. TERTULIA POÉTICA GUADALAJARA julio de 2015
Adiós
Carlos. Vete riendo por delante, que ya quedamos aquí los llorones de siempre.
Pon un poco de orden en las alturas para que los que te seguiremos -sin duda-
llevemos el camino allanado.
Espéranos,
no nos olvides. Te seguiremos queriendo siempre.
Fallece
el actor y poeta guadalajareño Carlos Bernal
Cultura enGuada. 20 de julio de 2015
Su voz se escuchó en el último 'Versos a medianoche' el pasado martes en la
plaza del Carmen, donde leyó dos de sus poemas. Bernal era un activo
participante en la cultura alcarreña, desde el Tenorio Mendocino al festival de
Hita o el grupo de poesía Diversos.
El actor y poeta guadalajareño Carlos Bernal ha muerto este lunes a los 66
años -el 23 de noviembre cumpliría 67-. Arrastraba problemas de salud desde
hace tiempo, pero se le pudo ver en la última edición de 'Versos a medianoche',
el pasado martes en la plaza del Carmen, donde participó con dos de sus poemas.
Este martes, será incinerado a las 21 horas.
Bernal, que nació en la localidad marroquí de Nador, es un rostro conocido
en el mundo de la cultura guadalajareña por su implicación en numerosas
actividades y eventos relacionados con el teatro, la poesía y el cine.
Participaba en el Tenorio Mendocino -en 2013, se metió en la piel del
personaje de don Diego, el padre de don Juan-, pero también está ligado al
Festival Medieval de Hita, donde fue auxiliar de dirección de Criado de Val y
formó parte del reparto de algunas de las obras centrales que dirigía el
profesor, como 'Jaque al Rey', 'La condesa traidora' o la comedia celestinesca
'Polandria'.
Por su afición y devoción a la poesía, era uno de los fieles al Festival Arriversos y miembro de la tertulia de poesía
Diversos.
También, era voluntario del Festival de Cine Solidario, donde participaba
como auxiliar de producción. Como actor, participó y apoyó diferentes
cortometrajes realizados por guadalajareños como 'Un turista entre un millón',
de Julián de la Fuente, donde compartió planos con Poli
Calle, Alberto Suárez y Carlos Jano o el corto 'La presa nº 7', la última
producción de Cinefilia, que ha dirigido Luis Moreno.
POEMA COMPARTIDO
El trueno de tu voz se ha detenido.
Puedes alzarte libre de ataduras
mientras que retumba tu séptimo eco
y tus musas te velan y acompañan
con las rimas que sirvieron de arrullo
fundido como polvo de caminos.
Cuando alcances tu estrella haznos un guiño.
Estos son los versos con que te llevan a
hombros tus compañeros, hacia el infinito cosmos de tu libertad, hacia el
encuentro de tus principios donde ya podrás traspasar los espejos que te ataban
a un mundo injusto contigo. Ya no necesitas escapar de los rincones en sombras,
ni abrir ventanas tapiadas, porque ahora tu recuerdo se hace luz plena, porque
ya tu tiempo no tiene noches ni soledades. Y aquí trataremos de llenar el hueco
que dejas, con tu recuerdo. Donde quiera que estés, si encuentras la luz, si
encuentras tu estrella, saca un espejo limpio del macuto de tus trastos y tus manías
e ilumínanos con el reflejo.
Y di a tus musas que no estén tristes porque
calló tu pluma, quizás un día no muy lejano un niño o una niña de esa tu
sangre, tal vez les pida ayuda.
Esta es la última fotografía que tenemos de
Carlos. Con él, se cerró brillantemente los “Versos a medianoche” de este año
de 2015
Dibujo de Jorge Mato
Att. Familiares de D. Carlos Bernal Rebollo:
Quisiera trasladar mi más sentido pésame por
su fallecimiento a los familiares de D. Carlos Bernal Rebollo, persona que como
poeta y actor tuvo un gran protagonismo en la vida cultural de Guadalajara.
Hace unos días pudimos cambiar impresiones en
mi despacho sobre la ciudad y compartir en la Plaza del Carmen los Versos a
media noche.
Es una pérdida irreparable para la ciudad. Un
abrazo.
Antonio Román Jasanada, Alcalde Presidente
del Ayuntamiento de Guadalajara
GRACIA
IGLESIAS
VE
ABRIENDO OTRA TERTULIA
(A
Carlos Bernal Rebollo)
Dejó de amanecer una mañana
cuando el aire se abrió para llorarte.
Un verso a medio hacer
te teñía las sienes
y en vano te esperaron los espejos.
Hasta la soledad de tus poemas
se despertó más sola
más blanca, más vacía.
Me han dicho que por fin
encontraste el camino
capaz de devolverte las alas de los pies.
Nos has dejado aquí,
diversos, tristes,
sin el bajo continuo
de tu humor incansable,
de tu aguijón de quejas por mil pequeñas cosas.
Eras un cascarrabias tierno y frágil
a pesar de tu aspecto de montaña.
Eras voz y teatro, llama y verbo,
eras Carlos,
amigo,
necesario.
Allá donde te encuentres,
ve cogiendo una mesa
en un rincón sin ruido.
Ve pidiéndote el vino y las patatas.
Espéranos allí,
será un instante,
que hasta la eternidad se acaba pronto.
Fotografía de Virgilio
Hernando del Tenorio mendocino de 2013 donde Carlos Bernal hacía el papel
de Diego Tenorio.
CARMEN NIÑO
A Carlos Bernal
Te sorprendió el tren de la estación vacía.
Solo y sin equipaje has hecho tu último viaje,
a saber a qué lugar te has ido.
No hubo tiempo para la despedida,
ni para escribir ese verso postrero.
Te enganchó esa hora nefasta dormido o tal vez despierto.
Terminaste tu lucha solitaria, pero vivirás en la ciudad
donde dejaste tu voz, tu huella,
los versos....
Vivirás más allá de todos los inviernos,
en una primavera donde broten los cerezos
y las flores blancas adornen tus palabras.
ALBERTO
VALERO
Carlos, caminante ya en lo soñado,
has querido hoy cambiar mi madrugada,
porque esta no es mi hora, sé que es la tuya
para comenzar el día al primer alba
y así tocar la luz, ser el primero
escapando a la noche y a sus torturas.
No quieres perder el tiempo, eso nunca,
me dices que has llegado a tu estrella,
que lo escriba, por eso es mi desvelo,
con la luz de tu señal, el destello
que hace tan solo un rato, tus amigos
pedíamos en versos tan llorados.
Del dictado, conozco tu impaciencia,
para ya, antes que nada sin esperas,
sé que no quieres rimas ni medidas,
¡perdóname!... es que no puedo evitarlo
y no te va a importar que tu recado,
lo escriba y lo lea a mi manera,
porque hoy me he despertado en tu memoria
por decir a tus amigos, poetas
que me has dicho en un sueño… ¡qué has llegado!
que vas a la tertulia caminando
que quieres ver tu sitio respetado.
Último Tenorio mendocino, de espectador, con
Jorge Mato y José Luis Gómez Recio. Frente a la Concatedral en 2014. Fotografía
de Gracia Iglesias.
JORGE
MATO
(Carta
a D. Pedro Apóstol, encargado de la entrada al otro lado)
Sr. D. Pedro:
Pues, ¿por qué tanta prisa?
¿Ha sido por envidia?
Si, lo entiendo. Un personaje así, tan
imprescindible en las tertulias, seguramente os era necesario para ese
aburrimiento celestial en el que nada pasa.
Pero si habéis aguantado siglos, un poco más…
En realidad ya lleváis intentándolo hace
tiempo.
Nos lo habéis ido arrebatando poco a poco,
pedazo a pedazo de su cuerpo.
Incluso la última vez casi lo conseguís.
Pero Carlos es mucho Carlos.
Buscó su salvación en la poesía y, con los archiperres
del hospital ligados a su cuerpo, se presentó en la tertulia de Diversos para
sorpresa de todos.
Fue su manera de salvarse de “esa” que
llevaba largo tiempo persiguiéndole.
Pero, claro, vosotros no ofrecéis un menú
donde elegir sino una hoja de ruta que se cumple a rajatabla.
En todo caso, os llegará un amigo al que
deseo que tratéis con amabilidad y con cariño.
No sé si ahi se flota, en cuyo caso podrá
cumplir su sueño de abandonar por fin esa silla a la vez liberadora y prisión
obligada.
Por supuesto que seguirá escribiendo “versos”
como él decía.
Dejadle que lo haga como le venga en gana.
Y, por cierto, si sospecháis que alguna
palabra suya no existe, yo os recomiendo que evitéis la discusión. Tiene muy
malas pulgas y al fin y al cabo tampoco eso tiene tanta importancia.
Eso sí, le gusta el vino blanco bien
fresquito.
Como ignoro lo de flotar a no, ponedle cerca
una mesa bajita donde dejar la copa.
Y algo muy importante, colocad a su alcance
una bandeja a rebosar de patatas fritas. Para él eso es la gloria, dicho sea
sin ofenderos.
Al final no tengo más remedio que
felicitaros. Vosotros habéis salido ganando.
Ya veréis que es un tipo divertido.
Saludadle de parte de sus amigos que somos
muchos.
Ensayos de intervención en el Homenaje a los
Poetas del 50 en el Archivo Histórico de Guadalajara.
JAVIER DELGADO
Adiós
(A Carlos Bernal)
“caja cerrada, cuerpo
anclado” Carmen Bris
Duele lo compartido por fugaz,
la palabra rota, el herido verbo.
De tu soledad y tus asuntos
la amorosa voz alzada,
tus mañanas rotas y tus tardes
graves, alado declinador del hielo.
No puedo pensar aún tu cuerpo anclado,
tu cerrado cuerpo amigo.
Breve queda tu mano sólida
en la mía, breve como extensa me vive
la emocionada huella que dejas.
PABLO LLORENTE
A Carlos Bernal
A Carlos Bernal
Viviste estos últimos años
con apacible alegría.
Que sea tu descanso
un bálsamo sereno.
Fuga del Hospital al Palacio del Infantado
(con la vía en la mano) para asistir al espectáculo de Amelia Peco. Junto a Isi
Avellano e Isabel Muñoz.
JESÚS RAMÓN VALERO
¡Ay, esos “repentes” tuyos que te llevan
temprano a todas partes!
¡Ay, ese genio de demontre que todo lo
trastea y tira para delante!
¡Ay! ese amante obsesionado de las letras a
las que ponía altares
en el último pueblo del mapa si fuera
necesario.
¡Ay! de ese hombre de fe robusta en las cosas
que al hombre le hacen bueno…
Y como para él era bueno y necesario,
allá que marchaba con un teatro a cuestas,
con todos los actores y alguna comedieta con
que dar alimento
por los pueblos; no andaban muy sobrados de
culturas y alegrías.
¡Ay Carlos!, que te han “entrao” las prisas,
el repente.
¡Que te has levantado pronto para irte!
¡Que me he “quedao” a medias en tu vida!
Puta manía de llegar siempre antes.
Pues ya sabes, Carlos, tendrás que ir
informando de que yo voy a llegar tarde,
Ya, ya sé que es mi costumbre; que estoy
hecho al revés
pero es que en esta ocasión tengo motivos:
Me voy a entretener en devolverte en luz de
eternidad
cada segundo de vida que hayas invertido
en dar cuanto de ti pudiste permitirte.
Tendré que terminar esos poemas que había que
corregir.
Y esta vez no estarás, mi tozudo cuñado, no
podrás impedir
que te ponga la coma en otro sitio.
Donde quieras que estés, no montes tú solo el
escenario,
que estás mal de la espalda.
Y le dices a Dios que la obra es de Buero
Vallejo, que estará por ahí…, digo yo.
Te recuerdo en Antorcha… Lo bordabas.
Arriba,
Carlos de espaldas en una tertulia en el Café Liceo. Abajo en la primera
tertulia del Casino Principal de Guadalajara.
AMPARO NAVARRO
Envolveré en papel dorado,
todo lo que nos dejaste.
Coraje para ser amigo de la soledad.
Amor que perdona.
Rey de la poesía y la bohemia,
estimulándonos para la propia vida.
LUZ que nos dejas en todos los espacios
vacíos por tu ausencia.
Cumpliré la promesa que te hice.
que solo tú y yo sabemos.
No te hemos perdido simplemente
te has ido a leer los versos a otro lugar.
UN ABRAZO DE AMOR, AMIGO.
LOLA ALARCÓN
Al valiente Carlos Bernal, hombre luchador, hombre amante y hombre
poeta, a la manera de los caballeros renacentistas, que con frescura, supo no
enredarse en la tela de araña del victimismo fácil, y voló ligero por encima de
sus graves condiciones físicas, guiado entre otros afanes por el de hallar la
palabra justa para concluir el verso redondo. A él, a quien le bastó el poco tiempo que pudimos compartir para mostrar
su dignidad y su fuerza, a él, en estas horas de su muerte, quiero rendir
mi más profundo respeto y mi asombrada admiración.
Festival Arriversos. En la Carpa de la Plaza
Mayor y en el Café Liceo junto a Gracia Iglesias, Javier Delgado, Paco García
Marquina, Inma Luna, José Luis Gómez Recio, Jorge Mato y Pablo Llorente.
PAULINO APARICIO
A la memoria de Carlos
Bernal
Luego vendrá la lluvia.
Se nota en las escaleras que descansan,
se nota en las velas que empiezan a
encenderse,
en una cadena que desaparece por el suelo.
Todo fue ruido antes: metálico, atroz,
desencajado....
Antes se rompió el mundo,
porque nada está entero si puede ser cortado;
nada vuela ni abraza si le rompen la casa.
Y era una hora sin señales.
Y no pasaba nadie: ni un roce de pájaro,
ni la esquina de un verso que queda en el
bolígrafo;
hilacha
al otro día, cuando la luz desdice la escritura.
Fue ruido, estupor, congelado alarido,
estrella que ilumina las tuercas,
ronco mirar a un tren lleno de grava...
Pero pasó, porque todo sucumbe; ocupa su
espacio y sucumbe.
y al final el perdón, es como un firmamento
del verano en la noche.
Luego vendrá la lluvia a limpiarnos a todos,
amigo.
Después de los portales y de los cestos
rotos,
escucharás la alameda, tan extensa,
lo que
fuimos con las manos y el gesto,
lo que suena detrás y delante,
lo que es joven siempre, y silencioso:
el manantial que nos abraza,
amigo.
Tú ya
lo sabes todo en una sola mirada:
todo lo que se evapora y se fractura
a cada instante con los ojos cerrados:
el peso, las desdichas, la plaza y el amor...
la lluvia...
Escúchala, Carlos. No moja.
Y estará siempre.
Escúchala.
Actuando en el Archivo Histórico de
Guadalajara. Poetas de los 50
LOLA VILLAVERDE
A Carlos
B.
Quiero pensar
que saltaste
desde el silencio del sueño
a otro más largo
de despertar incierto.
que saltaste
desde el silencio del sueño
a otro más largo
de despertar incierto.
Quiero pensar
que no hubo un grito,
llamada de socorro
en la impotencia,
ni siquiera un adiós.
que no hubo un grito,
llamada de socorro
en la impotencia,
ni siquiera un adiós.
Quiero pensar
que al final la vida
te fue amable, te acunó
con ternura al llevarte
hasta su cara oculta.
que al final la vida
te fue amable, te acunó
con ternura al llevarte
hasta su cara oculta.
CARMEN BRIS
Y me quedaré solo en una noche oscura,
en una noche larga.
La luz de la mañana al herir mi pupila
ya no reflejará nada.
Ni las sombras amigas ni las plantas
hermanas,
ni la cara de un niño en la luz reflejada.
En mi oído dormido ya no vibrará nada.
Ni la voz, ni la risa, ni siquiera palabras.
Cientos de mariposas sobre mi piel extraña
volando pasarán sobre mi cuerpo caja
mi pobre cuerpo anclado, caja por fin
sellada.
Ya solo esperaré una última llamada.
Una voz que me diga… ‘’Levántate y anda’’
Especial homenaje a los vinos
de Rio Negro en Cogolludo. Agosto de 2014
ANDRES
ESCRIBANO
Te
evocaremos.
(A Carlos Bernal Rebollo, In Memoriam)
Te evocaremos al amanecer,
cuando el astro sol
despunta por oriente.
Te evocaremos en el cenit,
cuando cae perpendicular
taladrando nuestras mentes.
Te evocaremos en el ocaso,
mientras la difracción de la luz
nos trae a la pupila el rojo
y el anaranjado.
Te evocaremos, también
en la tormenta de verano,
en los rayos, en los truenos,
en el diluvio torrencial.
Te evocaremos en la lluvia suave
que cae mansamente,
empapando con delicadeza
la tierra.
Te evocaremos en el vendaval,
en el viento, y en la brisa;
en la lava del volcán,
en el fuego de la hoguera
y en las olas oscilantes
de la playa.
Te evocaremos porque tú
eras amanecer, y cenit, y ocaso;
tormenta y mansa lluvia;
vendaval y viento y brisa.
Calor que fluye, fuego que abrasa.
¡Eras fuerza y suavidad,
un gigante formidable
luchando contra los elementos!.
Tertulia abierta desde el salón de actos de Ibercaja. Junio de 2014.
Carlos Bernal, Paulino Aparicio, Vicente Moratilla, Daniel Vázquez, Javier
Delgado, Alberto Valero, Manuel Sanz y Jorge Mato. No tuvieron suerte en el
plano y faltan Gracia Iglesias, Pablo Llorente y José Luis Gómez Recio.
CARLOS
EFRAIN
Carlos Bernal
En sus respectivos lugares físicos quedan los
ordenadores por los que me llamabas de vez en cuando, los libros, la silla
motorizada, la colección de helicópteros en la habitación aún inaccesible para
tu inquieto y curioso nieto. En sus respectivos lugares binarios quedan los
interesantes y profundos poemas que enviaste por correo electrónico, los que
publicaste en Diversos, las reseñas de tus colaboraciones a la cultura
alcarreña, tu imagen en las fotos guardadas el algún ordenador esperando a ser
decodificada. En sus respectivos lugares psicológicos quedan la preocupación
que me impregnó cuando tu ausencia me recibió al ir a tu casa, el alivio de la
llamada de tu hija para comunicarme que la razón era tu ingreso en el hospital
pero ya fuera de peligro, el tono envolvente de tu voz, tu mirada introspectiva
en alguna de nuestras mentes. ¿En qué lugar quedan el indescriptible coraje con
el que asimilaste una pérdida y luego la otra sin dejar el entusiasmo por la
vida ni tu cáustico sentido del humor, ese ímpetu con que comenzabas tus poemas
y tus días, el milagro cotidiano que te hacía decir de manera implícita, ante
el borgiano espejo, “ese soy yo” sin que te lo creyeras pues sabías muy bien
que eras un algo enigmático que ya no es?
Con enorme tristeza y asombro, tu tocayo hasta
que sea yo, el que no sea.
ISABEL MUÑOZ
Solitario poeta
afable y hosco
gruñón y sensible,
te fuiste a traición
cual arrebato del casino.
Mas quedarás para siempre
en nuestra pluma
en nuestros versos
en tu tertulia.
Carlos Bernal, recién salido de una convalecencia recitando el Versos a medianoche de 2014
Fiesta de Walpurgis en casa de Gracia
Iglesias, junio de 2014. Enrique Delgado, Laura Domínguez, José Luis Gómez
Recio, Vicente Moratilla Javier Delgado, Paulino Aparicio, Manuel Sanz, Alberto
Valero, Carlos Bernal, Pedro Chain, Daniel Vázquez. Pablo Llorente, Laura
Rincón y Jorge Mato.
VICENTE MORATILLA
A Dios
Carlos
Esa luz era verdad esta vez.
Ahora tú sabes ya
el misterio de todas las cosas.
“En la soledad percibí
una corona de sol,
luz brillante,
inquieto carilloncillo
como una melodía que esta vez
no engaña”
(De su
último poema)
JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO
Ya no me importa nada.
Quiero ser contigo
cascarrabias, vozarrón
y comedor de patatas fritas.
Ya no me importa Carlos
que lleves sombrero de Indiana,
poncho de Clint Eastwood.
Equivocarte por no oír.
Beberé en tu honor
tinto de verano sin limón,
con Martini rojo
y veré partidos de fútbol.
Si me importa, mi querido Carlos,
el hueco que dejas,
tu cadencia al recitar
y tu impaciencia por el orden.
Levántate Carlos libre,
que ya no nos importa
quedar jodidos.
Vete haciendo sitio.
JESÚS APARICIO
A Carlos Bernal
In memoriam
In memoriam
Se ha levantado.
Sin ayuda.
Como lo hacen los poetas
que se lanzan en busca
de un verso definitivo.
Ha tirado su silla
desplegado sus alas
y volado seguro
hacia su propio paraíso
ese que esperaba diseñar
con la magia de sus poemas.
Como lo hacen los poetas
que se lanzan en busca
de un verso definitivo.
Ha tirado su silla
desplegado sus alas
y volado seguro
hacia su propio paraíso
ese que esperaba diseñar
con la magia de sus poemas.
DANIEL VÁZQUEZ
Descendió tu último verso
y tras él, inesperado,
siguió el eco del silencio
que tu marcha ha anunciado.
No cantará más tu pluma
aquel palpitar oculto,
mas vive la tinta tuya
en el terrenal tumulto.
Asciende pues tu sonrisa
hacia la altura insondable;
misterio de la ceniza,
sea el viento quien nos hable.
Algunas
veces las apariencias engañan. No hay reproche de Gómez Recio a Carlos Bernal,
tan solo decirle que era hora de empezar a recitar para los niños en las
navidades de 2014 en el recital que dimos en el Casino Principal, donde Carlos
se atrevió con García Lorca y cantó un romance con una potencia y una voz que
nos dejó asombrados.
FLORENCIO
EXPÓSITO (Compañero de Carlos Bernal en
Antorcha, le dedicó la Elegía de Miguel Hernández a Ramón Sijé sobre el féretro
que contenía los restos de nuestro compañero)
Yo quiero ser
llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofe y hambrienta
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte
a parte a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de mis flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas...
de almendro de nata te requiero,:
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofe y hambrienta
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte
a parte a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de mis flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas...
de almendro de nata te requiero,:
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
Últimamente Carlos visitaba con cierta frecuencia el
Hospital. Nunca perdió la fuerza ni la sonrisa
.
JOSÉ
LUIS SAMPEDRO
Morir
para vivir (De su libro “La Vida Perenne”)
… vivimos en una sociedad que
escamotea el problema de la muerte todo lo que puede. No comprende o no acepta
que la muerte está incluida en la vida, que desde el nacimiento empezamos a
morirnos un poco cada día. En lugar de reconocer que la muerte es el
coronamiento de la vida, que forma parte de ella, que es el episodio final, la
bajada del telón, en vez de educarnos en esa idea, escamotean el momento y no
nos habitúan a pensar que uno es mortal. Eso en otras sociedades, en la
sociedad clásica, era lo contrario. Ahora la gente no muere en casa, todo lo
relativo a la muerte ocurre lejos y eso dificulta la aceptación de la muerte
como algo natural.
…a lo mejor el error está en
pensar en que esto es el ocaso, cuando en realidad es la aurora…
Carlos
Bernal en los años 70.
© Tertulia Literaria, Asociación Cultural C/ Lope de Haro,
4 1º - Guadalajara
CIF 619302231
Esta publicación aparece gracias a Aache Ediciones, Casino
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y Amigos del Archivo Histórico Provincial de Guadalajara
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Números atrasados
COPIPLUS, Condesa de la Vega del Pozo, 3. Guadalajara.
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