DIVERSOS
80. TERTULIA POÉTICA GUADALAJARA julio de 2015
Saliendo
del rebote con nuevo impulso
Nuestra Tertulia ha sido sometida a tensiones
inimaginables en estos últimos días. Pero recuperamos con ánimo dolido nuestra
forma primigenia. El espíritu con que fue concebida hace ya dos años ha sufrido
hasta lo indecible, pero estamos en la brecha, soportando el nomadismo
veraniego de nuestros amigos y la pérdida de seres queridos. Tenemos nuestro
propio sistema elástico que nos permite superar las circunstancias y las ganas
de trabajar en el horno. Todo sea por seguir avanzando. JLGR
PAULINO APARICIO
Podía haberte dicho
PODÍA
haberte dicho que,
la
tierra es mi universo, aun cuando la
maltrate,
que
las fiestas ofrecen la artificial medida
de
un disfraz de abalorios,
que
me gusta el café porque me canta flores,
que
cuando miro a un perro
siento
las piedras de antes en las órbitas mudas,
sabiendo
que por los agujeros,
me
llega alguna nota de escaleras borradas.
PODÍA
haberte dicho que,
adoro
los colores de la música clásica,
que
el baile no me gusta,
que
en las fuentes encuentro las escamas
del
río de Heráclito,
que
escucho más al mar cuando escribo su cántico,
que
adoro ver llover detrás de los cristales
cuando
todo es invierno y se arropa la tarde,
con
una despedida fugaz por los quioscos.
PODÍA
haberte dicho que,
admiro
más el artificio que lo palpablemente cierto,
que
me gustan las dudas, porque puedo moverme,
que
cuando riego un árbol escucho su mirada.
PODÍA
haberte dicho que,
no
entiendo las estrellas, pero adoro su
brillo,
que
por la noche encuentro la llama sumergida,
como
si conversara con un agua de siempre.
Que
en los manzanos miro un beso que salpica.
Y
en los tilos en flor: la sacristía de
novias y trigales;
que
soy menos malvado cuando estoy escribiendo.
PODÍA
haberte dicho que,
la
verdad frontal es una zarza brava
donde
meter el alma puede ser peligroso,
que
anhelo un silencio sin manos para escuchar mi arroyo.
que
hablo mal del verano,
cuando
estoy en verano.
PODÍA
haberte dicho que,
querer
estar en otro lugar del que estoy,
es
una sacudida real de desamparo,
porque
viene detrás un giro de espirales
que
jamás hacen puente.
PODÍA
haberte dicho que,
hay
cosas que no podré decirte, porque cambian mis aires,
porque
en cada cliché, bucea un fotograma irrepetible,
que
mete entre las páginas el sello de ir cerrando.
Y
ese dolor de espejos que hay en los probadores.
ALBERTO
VALERO
Quiero amigos así
Hoy he visto admirado la amistad,
lo que es el sentimiento del amigo,
que niega por amor lo sucedido
cuando le hiere la pena enlagrimada.
Porque los de verdad hacen la piña,
cuando labran su busto con su afecto,
arropando con mantos de palabras,
del golpe, si un amigo lo precisa.
Yo quisiera, al menos es lo que pienso
que mis amigos, lo fueran como ellos
y entrar en sus espacios plenamente,
No se…
¿sabré sembrar tan rica tierra?
Que nunca yo fui ducho en ese oficio,
pero lo intentaré, que por lo visto,
tan hermoso fue, que valdrá la pena
que yo lo vi, que sí, que yo lo he visto.
JOSÉ
LUIS GÓMEZ RECIO
Me dejaba llevar
Me dejaba llevar,
llevar guiar por los sentimientos
inconsciente pardillo.
Me dejaba abrazar,
abrazar sobar por los aleros
menudo vencejo
Me dejaba rodar,
rodar arrastrar acontecimientos
pesada avutarda.
Y ahora que busco
la última plaza para aparcar,
aparcar que ya tengo edad.
He roto los
retrovisores, no puedo mirar atrás
búho miope que no aprende.
.Acuarela JLGR
JORGE MATO
Dibujo de Jorge Mato
Odiseo
Moriré con el tedio
del
desamor más hondo.
El
camino del agua se oscurece.
El
ramaje enredado de la hiedra
oculta
los senderos de la mar
y
traza un tenaz paño de Penélope
que
niega tu persona.
Odiseo
perdido
bajo un cielo rizado
de
agresivos corales,
no
encuentro la fragancia
de
los pinos de Ítaca
y
he perdido la música
de
las olas amigas de la playa
donde
encontré a Nausica.
Moriré
entre la niebla
Del
desamor más negro.
VICENTE MORATILLA
Vasar
Se
pasaba solo
casi
todo el día
de
vez en cuando
alumbraba
su rincón umbrío
una
tenue luz amarilla,
se
estaba así
a
oscuras
atildado
con
su falda de cuadros
y
su puntilla
esperando
ofrecer
el
ramito de flores de Talavera
de
un tazón desportillado
o
el almirez de madera.
…………..
Así
se estuvo,
sin
luz y en silencio
hasta
morirse de polvo
entre
el olvido.
CARMEN NIÑO
Dos
tazas de té
Dos
tazas de té en la mesa,
Tu
paso por el umbral de la puerta,
Huele
a canela perfumada
Con
flores de otoño,
Incienso
y almendra.
El
brillo en tus ojos de claridad perfecta,
Los
labios cálidos,
Las
manos con savia llenas.
Y
mientras tanto dos tazas de té en la mesa.
ISABEL MUÑOZ
El reencuentro
Tiempos
de cambios
de
arrobo y de sol,
de
los cuerpos tendidos
desnudos
sobre la arena.
Tiempos
de esta penuria,
de
añoranzas, de vermús
y gambas.
Tiempos
para el reposo,
la
dicha y el reencuentro,
la
soledad, la calma,
la
tristeza y el deseo absurdo
de hallar la paz con uno mismo.
JOACHIM DU BELLAY (Poeta francés rescatado y presentado por Jorge Mato)
Les Regrets,
sonnet XXXI, 1558.
Heureux
qui, comme Ulysse, a fait un beau voyage,
Ou comme cestuy-là qui conquit la toison,
Et puis est retourné, plein d’usage et raison,
Vivre entre ses parents le reste de son âge !
Ou comme cestuy-là qui conquit la toison,
Et puis est retourné, plein d’usage et raison,
Vivre entre ses parents le reste de son âge !
Quand reverrai-je, hélas, de mon petit village
Fumer la cheminée, et en quelle saison
Reverrai-je le clos de ma pauvre maison,
Qui m’est une province, et beaucoup davantage ?
Fumer la cheminée, et en quelle saison
Reverrai-je le clos de ma pauvre maison,
Qui m’est une province, et beaucoup davantage ?
Plus me plaît le séjour qu’ont bâti mes aïeux,
Que des palais Romains le front audacieux,
Plus que le marbre dur me plaît l’ardoise fine :
Que des palais Romains le front audacieux,
Plus que le marbre dur me plaît l’ardoise fine :
Plus mon Loir gaulois, que le Tibre latin,
Plus mon petit Liré, que le mont Palatin,
Et plus que l’air marin la doulceur angevine.
Plus mon petit Liré, que le mont Palatin,
Et plus que l’air marin la doulceur angevine.
Feliz quien, como Ulises, ha hecho un bello
viaje.
O como aquellos que lograron el Toisón
Y luego regresaron con experiencia y juicio
A vivir con sus gentes el resto de su tiempo.
Cuándo. Ay, volveré a ver de mi pequeño pueblo
Humear la chimenea, en qué estación podré
Contemplar la campana de mi humilde vivienda
Que es como un gran país y mucho más aún.
Me gusta más la estancia que hicieron mis
ancestros
Que un palacio romano de fachadas audaces.
Más que los duros mármoles, la suave pizarra.
Más un Loira galaico que su latino Tíber.
Amo más mi Liré que el monte Palatino.
Más que brisas del mar, la dulzura angevina.
Traducción
de Jorge Mato
Joachim du
Bellay nació alrededor de 1522 en Liré, en
el château de la Turmelière, en la región de Anjou. En aquella época
era rey de Francia Francisco I y estaba en auge el Renacimiento,
sobre todo en lo referente a cultura y arte. Pertenecía a una familia de
antigua nobleza y quedó huérfano a los 10 años. En 1547, mientras
estudiaba en la
Universidad de Poitiers, trabó amistad con Pierre
de Ronsard. Juntos fueron al Collège Coqueret de París, donde el
helenista Jean Dorat les descubrió a los autores clásicos
grecolatinos y la poesía italiana. A su alrededor se formó el grupo poético que
se conocerá en principio como La
Brigada y más adelante como La Pléyade.
En 1549, du Bellay escribió la Defensa e Ilustración de la Lengua Francesa, manifiesto inspirado en las ideas del grupo.
Muere repentinamente en su mesa de trabajo en la
noche del 1 de enero de 1560, cuando contaba con 37 años de
edad. Se le entierra en la catedral de Notre-Dame de París, pero su tumba
se ha perdido.
ÁNGEL GONZÁLEZ (Poeta y
poema recomendado por Vicente Moratilla)
Muerte en el olvido
Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
—oscuro, torpe, malo— el que la
habita...
Cuando, en 1956, apareció el primer libro de
Ángel González, la poesía española ejercía mayoritariamente una función de
ariete contra el estado de cosas; algunos años más tarde, esa misma poesía
parecía abismada en la contemplación de sí misma. Durante ese tiempo, y así
hasta el final de su escritura, el poeta mantuvo la tensión entre el empeño
civil y la exigencia estética, entre la luz de la conciencia y el latido del
corazón, dando cuenta del yo sin volverle la espalda al mundo.
(Imágenes
y texto de la Biblioteca Virtual Cervantes)
©
Tertulia Literaria, Asociación Cultural C/ Lope de Haro, 4 1º - Guadalajara
CIF
619302231
Esta
publicación aparece gracias a Aache Ediciones, Casino Principal, Dublin House,
Ecoaventura,
Animación, Turismo, Ocio y Tiempo Libre
y
Amigos del Archivo Histórico Provincial de Guadalajara
di-versos-guada.blogspot.com
Números
atrasados
COPIPLUS,
Condesa de la Vega del Pozo, 3. Guadalajara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario