lunes, 16 de junio de 2014

DIVERSOS 18

DIVERSOS
18.  TERTULIA POÉTICA DEL CAFÉ LICEO GUADALAJARA    junio 2014


¿Algo de poesía que gire en torno a un balón…?

Estamos de morros cayendo en barrena por la cascada de los insultos y los insoportables gemidos de las vuvucelas de la prosa menos poética que sale del corazón. Tras las bambalinas de la cortina de humo que  todo lo tapa, los pensamientos se mueven a patadas. Una chilena… huyyy me cago en tu padre, por poco no entró.

Los avezados contertulios que en invierno hemos soportado los gritos del fútbol que inundaban nuestros poemas de los miércoles, sabemos de supervivencia. Bueno, tranquilos. El mundo puede sobrevivir a unos días sin poesía y con futbol. Y el fútbol acabará muriendo porque no hay lectura que lo soporte.


Nosotros a darle vueltas a la imaginación.

PAULINO APARICIO
La flor del granado
Es perfecta,
por eso no me escucha.
Si hay una flor que lea
con luces de soneto,
eres tú; flor del granado; 
escozor de una leche tejida. Color
de un corazón que abre campanas.

Te miro. Subo al alba de dientes
antes de que te alejes.
Subo a tus labios que creen,
que reman en la hoguera.
Subo a tus pies de niña:
brisa de tantos sitios…


Pero nunca me escuchas.






















VICENTE MORATILLA

Vicente nos recordó aquellos versos de Fray Luis de León que decían...
“Que descansada vida la del que huye del mundanal ruido...”
De vez en cuando volver a los clásicos sirve para aprender a centrar las ideas y que los poemas que fabriquemos no se nos desbaraten.


JAVIER DELGADO


Sombras
las caladas sombras del otoño
silencian el valle pero hay oro
de iluminado caudal y por doquier,
cálidas hojas apuradas en sangre.

Vinosas, leves nubes multiplican
un doloroso adiós de despedida,
porque este día no es repetible más
allá de esas tímidas luminarias

del atardecer. Este día que fue
completo y extenso como una entera
vida Intensa y plena que se esfuma
ahora, en este instante, con la luz.

Ilustración de Javier Delgado


CARLOS BERNAL


       Fred Astaire y Ginger Rogers en Sombrero de Copa.


Gramola
Un grito festivo y en la gramola escucho 
la música.
  
Risas
luces que oscilan, 
rostros serios y alegres.

Besos y suspiros
en la penumbra de la noche
se escuchan. 

Luz tenue de luna entrando por las ventanas 
y en el  polvoriento suelo
dejando sus huellas .
 
Mesas vacías,  
papeles en el suelo,  
y en la gramola sonando la música sigue.
   
Labios que besan
                                                             y abrazos  que aprietan.




JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO
Parece todo más sencillo cuando tú ya no estás:
los dolores del espíritu, los sinsabores del alma,
la caspa de la mente, los atardeceres en llamas. 
A la postre, todo ya tiene tu maldita y afilada culpa.

Cuando tú me has faltado tiene sentido el desorden,
los colores de las ropas  mal entonadas,
el sabor del pan quemado y el rojo de tus labios
que mordisqueabas para llamar mi  torpe atención.

Ya no me sobresaltaré por tus espasmos  en sueños
ni maldeciré por tu ropa interior puesta a secar.
Puedo ir desnudo por los pasillos sin balbucear
explicaciones que ya a nadie importan.

Por fin estoy apoyado en el quicio de la jaula abierta,
libre de la esclavitud de tenerte que amar.
Ya suenan los himnos de los ochotes borrachos
por el empedrado de la calle abajo. Solo y libre.

PABLO LLORENTE


Prendida en la sonrisa

¡Ay quién pudiera
robarte ese lunar!
La vida diera.

Canta y sonríe
que to las alegrías
tú las concibes.
La vida diera

que to las alegrías.
Contigo llevas,
prendida en la sonrisa
mi gracia entera

ALBERTO VALERO

Memoria dormida

Ocres y secos, como clavos olvidados
se incrustan los rancios instintos
en las grietas infringidas, en la roca grande
y solitaria del florido desierto del conocimiento.

Reviradas, como rizadas trenzas deslizantes
que se descuelgan desde la árida mentira,
negando lo que fue en verdad un día.

Y aunque alguien lo contó, y lo dijo,
otro lo escribió, por su fe al futuro
o el poeta lo cantó en sus loas y sus odas
para constancia y respeto de sus hijos venideros
por justicia, porque alguien lo sufrió o lo gozó.

Hoy como conciencia anestesiada,
yace inerte en un estante empolvado
o en las memorias frías de los osarios,
sufriendo la pesadilla de la necia falsedad
del injusto olvido, calculado y provocado.

Y así la gran roca de la unidad
tal vez se quiebre, o lo pretenden
aunque la historia cierta, horrorizada,
pudiera ser… que un día despierte
                                                             y flagele con certeza a la ignorancia.


La fragmentación del todo. Canto dividido.

JORGE MATO


Tartanedo

No sé si es mar o cielo
todo lo que me ofrece
esta extensión de verdes.

El paisaje se muestra
como un lienzo grandioso.

Una mano invisible
pintó, superponiendo
un cielo de Van Gogh
a una tela de Rothko.

La lejanía,
horizonte sin límites,
es una pincelada
ondulada y suave
que te invita a bailar
la dulce melodía
que el ocaso y la lluvia
dejan sobre la tarde.


Tartanedo es también paisaje interior. Sus doce Ángeles restaurados te llaman a ir a ver su gran iglesia..

AMPARO NAVARRO
Gracia

Andas deprisa removiendo mucho aire
aspirando a todos los que están cerca de ti.
Tienes pisada de fuego al andar,
convirtiendo en oro al adoquín.
Vendimia de paso cuando te mueves
por el camino de Cela.

El día que estás en calma,
es porque anuncias una tormenta.
Tu esencia española la tienes en las manos
con las que escribes historias para soñar
mientras que tus versos nos invitan al pecado.

Nos dejas un abanico sevillano
para refrescarnos el calor.
Y de complemento a Sebastián Castella
de brega, con un regalo único y original.

Y eres tan osada que te atreves
a lacearlo desafiando al toro de Vida,
y dando una estocada de Muerte
a estos domingos cargados de soledad.

Muy cerca de nosotros

Nuestras amigas, aquellas que un día salieron de marcha para revivir el Viaje a la Alcarria de Camilo José Cela, por fin lo han acabado. Laura Domínguez, Gracia Iglesias, Natividad Díaz y Sara Domínguez, vuelven a la lucha con la andorga bien repleta de sensaciones y vivencias.

Las Tetas de Viana han realizado su peculiar Odisea. Ahora alguien tiene que escribir su poema épico.