miércoles, 17 de junio de 2015

DIVERSOS 73

DIVERSOS
73. TERTULIA POÉTICA GUADALAJARA junio de 2015


LOS TRES PELIGROS DE UNA TERTULIA POÉTICA

La religión, la política y el fútbol…Hoy vamos a hacer hincapié en el noble arte de las patadas.
¡Gracias a Dios que ha acabado la Liga, La Copa y la Champions!  Ya podemos tirarnos de cabeza a la creación de arquitecturas imposibles con la lengua; y de amores por inventar. Bendito sea el verano que llega con su explosión de sensualidad para alejarnos de los graderíos y las pasiones por unas camisetas y unos colores que nos atocinan hasta niveles inaceptables. ¿Os imagináis a Don Pelayo iniciando la Reconquista con la camiseta del Oviedo Club de Fútbol, dando mandobles con bengalas encendidas a un Abderramán tocado de los colores del Marraquech FC…? Pues eso. Que no nos toquen más la vuvuzela. JLGR


AMPARO NAVARRO


Pido al cielo que me abra la puerta del cuarto
de un ángel poeta, que se encuentre dormido
y poderle robar un verso.
Que mi palabra se haga frase, que mi frase se haga oración y esa bendita oración se haga texto.

                                                         Que mis manos encuentren la tinta precisa para seguir.

La transmutación de un ángel dormido. Vieja estampa.

VICENTE MORATILLA
Tiempo muerto

Una vez te soñé
sin respuesta,
perdimos el momento exacto
y sé que fue aquel,
que no vivimos,
el único verdadero.



Consuelo de madre

Consuelo de madre
a la palabra del llanto,
en la mano que acaricia.
compasiva, y en las dos de un te quiero
que quisiéramos eterno.
Dónde encontrar una sola
que cierre el verso,
quién tiene la palabra
para el último segundo.

  
JOSE LUIS GÓMEZ RECIO

Si el destino y el azar
-del que yo ahora no dispongo-
te llevara a deambular
por las librerías de viejo
de la zona alta de Ginebra, 
puede que la encuentres.

Es la única mujer que lleva
siempre el warning encendido,
porque tiene luz interior;
es de otro planeta…
Pobre apagado de mí, que sueño
que ella también me busca.

Sin que se asuste, pregunta
si alguna vez volará al sur.
Dile que he puesto redes
de estorninos en mi jardín
y almohadones de seda
y axilas para su acomodo.

Cerca de Les Armures
bajo la señal del Camino
ayúdala a alzar el vuelo.
Cuesta abajo es más fácil:
tic-tic-tic, luces de posición.
Despega. 

La espero mientras muero.

Vieja Ginebra. Tiendas de antigüedades. Foto Oficina de Turismo suizo.

CARLOS BERNAL

¿Qué es el pasado en cualquier caso?

No tengo nada que divulgar
ni aclarar, si todo está dicho,
si con ella mis recuerdos
y mi vida dejé.

¿Qué espero para confiarlo
ofrecerlo, aislarlo?
¿Qué acomodo tendré?
si asentarme quiero en mis recuerdos ?

¿Qué es el pasado en cualquier caso?
No es fácil dilucidar que es el ayer,
es como tirar al suelo y destruirlo
esconderlo en lo más recóndito del cerebro.

Nuestros recuerdos son rechazados,
en el reloj del tiempo
¿Qué es el pasado al fin y al cabo?




 JAVIER DELGADO
  
Adelfas (cumpleaños)

En esta hora me asiste,
Montaje fotográfico Javier Delgado

larga ya en años,
la inasible belleza
de junio en sus mañanas,
su espléndida, generosa

convocatoria de luz.

A veces, mis doradas adelfas,
o su nébula sanguínea o
su constelada bruma
de copos blancos y perfume,

las adelfas, entrada y salida

de primaveras,
nuevo ciclo abierto en sazón,
entretiempo nuevo.
Ese esplendor aún

y uno más

sempiterno vaivén
entorno a nada,
único arte natural y éxito
del inacabamiento,

esta inagotable primavera.

Tiempo ignorante
por inconsciencia del término,
tiempo otro para ti, sin vuelta,
mientras la áspera certeza

de un final cierto y a plazo.


PABLO LLORENTE

Tus veinte abriles locos

¡Chica! Sigo los guiños del vaivén de tus nalgas,
las señales que envía tu cuerpo en movimiento.

Persigo la  vereda de esa marcha divina,
la huella en la retina que rompe hasta el silencio,
tus locos veinte años, tus veinte abriles locos,
perfume de mi ensueño, la flor de tu misterio.
  



Mística en tu piel desnuda

Tus senos alumbran el mundo.

El azul de tu ojo tiñe de cielo, el suelo.

Rizos bermejos por melena,
menuda boca, rostro alegre,
posas cual náyade un lánguido ensueño.

Hay mística en tu piel desnuda.

Mi pupila,
acaricia tu aura brillante.

Comulgo con la gracia de tu estilo.

GARCILASO DE LA VEGA (Poeta que viene de la mano de Lola Alarcón desarrollando el tópico del “locus amoenu”)

Égloga III

(…)
                                                             Cerca del Tajo, en soledad amena,
de verdes sauces hay una espesura
toda de hiedra revestida y llena,
que por el tronco va hasta el altura
y así la teje arriba y encadena
que el sol no halla paso a la verdura;
el agua baña el prado con sonido
alegrando la vista y el oído.

Con tanta mansedumbre el cristalino
Tajo en aquella parte caminaba,
que pudieran los ojos el camino
determinar apenas que llevaba.
Peinando sus cabellos de oro fino,
una ninfa del agua do moraba
la cabeza sacó y el prado ameno
vido de flores y de sombras lleno.

Moviola el sitio umbroso, el manso viento,
el suave olor de aquel florido suelo;
las aves en el fresco apartamiento
vio descansar el trabajoso vuelo;
secaba entonces el terreno aliento
el sol, subido en la mitad del cielo;
en el silencio sólo se escuchaba
un susurro de abejas que sonaba.
(…)

Cascadas del rio Cifuentes en su desembocadura con el Tajo en Trillo, Guadalajara.

LOLA VILLAVERDE



El pasado subvierte las reglas,
y quiere ser presente,
imponer las pautas
de otro tiempo.

Llega adherido a la añoranza
de días que fueron y no son,
de vivencias que son
ya solo sombras.

¿Por qué sufrir
 
por lo que ya no existe?
No reconozco ya las voces
ni los rostros.
 

No quiero recordar,
cierro el postigo
 

ÁLVARO CUNQUEIRO (Poeta, dramaturgo y novelista recomendado vívamente por Jorge Mato)





















Yo soy Danae

Yo soy Dánae. Desnuda caía en el lecho come
bianca neve scende senza vento.
Y llegó secreto con el fulgor
convertido en monedas de oro que cayeron
sobre mí, alrededor, en el suelo
Díjose a sí mismo una voz y aquel oro de ceca
se arremolinó en un amén y se hizo el varón.
Me encontró virgen, me surcó y me sembró.
Me bebió, como quien se echa con sed sobre un río.
Pero lo pasado pasado está.
Ahora soy vieja, y en un reino de columnas derrumbadas
voy y vengo por entre los cipreses y las palomas.
Me tienen por loca, y piensan que miento
cuando digo que fui desvirgada por Zeus.
Para burlarse de mí baten una moneda en el mármol
y yo pienso que él vuelve, y me quito la ropa
y me dejo caer desnuda en la hierba
 come
bianca neve scende senza vento.
Ni escucho sus risas. Ya soy vieja
pero nunca pude salir de aquel sueño de antaño
.
(De “Herba aquí ou acolá”)


Älvaro Cunqueiro. Nació en Mondoñedo, Galicia, en 1911.Completó su bachillerato en Lugo y en 1934 terminó sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Santiago de Compostela. 
Publicó su primer libro de poemas, «Mar ao Norde» -Mar al norte-, en 1932, seguido por «Poemas do sí e non -Poemas de sí y de no- en 1933, «Dona do corpo delgado -Muchacha de cuerpo delicado- en 1950, «Cantiga nova que se chama Ribeira» -Cantiga nueva que se llama Ribeira- en 1933, y «Herba aquí ou acolá» -Hierba aquí o allá- en 1980.
Obtuvo el Premio Nacional de la Crítica por «Sochantre» en 1959 y por «Os outros feirantes» en 1979, el Premio Conde de Godó de Periodismo en 1966, y el Premio Nadal en 1969 por «Un hombre que se parecía a Orestes». 
Además fue nombrado, entre otros reconocimientos oficiales, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Santiago en 1980. 
Su magnífico discurso de ingreso en la Real Academia Gallega, leído en Mondoñedo en 1964, «Tesouros novos e vellos» se ha convertido en una pieza clásica de la literatura gallega contemporánea.
Murió en Vigo, en 1981.              

ALBERTO VALERO
  
                                                   El hombre que regañaba al mundo

Un hombre enfadado camina solo
por la gris acera, para el dormida,
con gestos impersonales, señala
a todos y a nadie, gritando al viento
con la voz hastiada, iracunda y seria,
parece reprender actos supuestos,
inconclusos en su mente perdida,
con palabras secas, fuertes, rocosas,
entre frases falaces e incongruentes.
Se muestra al decirlas, muy convencido
y en su ilusión de fuera lo que fuere,
a él le duele que nadie le comprenda.
A su paso la gente que le mira
se aparta rauda, con prisas y miedo,
temerosos, les asusta esa rabia
que parece explotar en cada gesto,
le abren paso, ponen distancia y cuando
se aleja, encogen lo hombros con cinismo,
quitando importancia al paso del loco,
se vuelven, ven con desprecio y asombro,
mientras que algún lerdo se ríe y bromea.
Entre tanto el cuerdo o el poeta piensa
¿Qué dañó al hombre, fuera de su culpa?
¿Qué le hizo su vida o lo que fuera eso?
  


JORGE MATO

                                                    Mariposas
Mariposas azules sobre la negra boca del cañón.

Psicopompos* del alma
de los niños que duermen
bajo escombros de polvo y de estulticia.

Alas ingrávidas de todos los colores
trazan sin pausa  caminos imposibles
entre las explosiones y los llantos.

Las mariposas muertas de los niños
saben que todo esto es solo un juego
que antes no conocían.

Y sonríen.

 
Ilustración Jorge Mato

*En el número 72 se explica qué es un psicopompo.

JOSÉ LUIS PUERTO HERNÁNDEZ (Poeta recomendado por Manuel Sanz)

 


José Luis Puerto Hernández. Nació en la Alberca 1953. Estudió Filología Románica en la Universidad de Salamanca. Fue secretario del poeta Rafael Alberti en los cursos de verano de El Escorial . Actualmente desempeña la docencia como Catedrático de Lengua y Literatura en un instituto de enseñanza secundaria de León. Ha participado como conferenciante o como recitador de su obra en importantes instituciones, como los cursos de verano de El Escorial o el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Colabora con frecuencia en revistas y publicaciones literarias con trabajos de creación y críticos sobre San Juan de la CruzFray Luis de LeónLeopoldo Alas "Clarín"María Teresa LeónEugenio de NoraJosé Ángel Valente, Antonio  GamonedaAntonio ColinasJosé Jiménez Lozano, etc.


Tiempo dormido
Está el tiempo dormido en este estanque,
La cúpula de alisos lo protege
Y se halla en él tu corazón de niño
Albergado en sus fondos
Como las hojas muertas,
Las hojas de corazones
Que han latido en las ramas,
El corazón cual hoja
Entregado a un latir que es melodía,
Melodía que salva.
¿Y cómo rescatarlo?
¿Y cómo rescatar el tiempo antiguo,
El tiempo de nogales y castaños,
De salmodias y súplicas,
De soportales y prosodias,
De tablas vivas de multiplicar?
(…)


 JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO

Héroes heterodoxos infantiles

Nunca entenderé cómo un adulto puede llegar a convertirse en dentista, golfo de “coge el dinero y corre”, antipodista de circo o concejal de basura - por citar algunos casos concretos - si todos hemos sido los mismos parvulitos cabezones, descamisados, desollados por las mataduras de los recreos y perdedores de dientes prematuros.
Todos empezamos en un magma muy parecido y acabamos en diferentes destinos. Para mi es algo increíble que intentaré desentrañar si sois capaces de seguir leyendo.
En la turbia olla de presión que tengo por cabeza, bullen algunos de los principales escalones que nos llevan a esa tremenda selección tan dispar en la que acabamos inexorablemente.
Así, de manera torpe, voy a intentar destripar lo que, para mí, es la principal causa de nuestra personal metamorfosis: Los héroes heterodoxos que en nuestra infancia nos dieron ejemplos de la dirección del camino a seguir. Los que nos moldearon inconscientemente para el futuro. Allí estaban, a nuestro alrededor, inyectándonos la energía necesaria para transformarnos de niñatos de mierda en adultos sorprendentes y distintos. Ale.
Hagamos una distinción principal. Los héroes ortodoxos que nos proponían en el cole, no nos servían con su glorioso ejemplo para nada. El mercenario Cid Campeador, la olorosa Isabel la Católica, el Señor Sant Yago, alanceador de balabalas rifeños, Indibil y Mandonio, que nunca supimos para que servían, o Viriato el pastor cabreado por las legiones romanas… Estos y otros parecidos no intervenían para nada en el domeño de nuestros impulsos vitales. ¿Hay algún listillo que sostenga que es ingeniero de caminos por el ejemplo que recibió de Pelayo? Pues, no. A eso me refiero.
Sin embargo había muchos héroes infantiles que trabajaban duro en mejorar los ángulos de nuestras incipientes personalidades. Unos eran de ficción y otros muy reales.
Intentaré dar un repaso a los que, en mi caso, me llevaron de ser un oscuro estudiante a un mucho más oscuro pajarraco anidado en la comarca del río Badiel.
Empezaré por los imaginarios de Guillermo Brown, Huckleberry Finn, los hijos del Capitán Grant, Snoopy, Mafalda, El Pequeño Sheriff, Diego Valor, Paco/Pepe/Colás (la Propaganda Popular Católica que nos llegaba a la salida de la iglesia del pueblo), Juan Centella, Dos Hombres Buenos, los miembros del Club del Pino Solitario… y docenas de héroes que pugnan por hacerse un hueco en mis recuerdos.
Pero siempre la realidad hace pequeños a los personajes de ficción. De aquellos héroes reales de infancia y pubertad, entresaco a los que me marcaron a fuego.
José Luis Huertas que era la envidia de mi curso porque era capaz de echar aire por los ojos apretándose las narices y soplando por ellas hasta que su cabeza se ponía de rojo cereza. La prueba de que salía aire por los lagrimales, eran sus gafas empañadas que mostraba triunfante al finalizar el acto.
No menos prodigioso era Canales que se metía por la nariz un reguñito de hilo. Sostenía firmemente una punta del ovillo y aspiraba con fuerza y gargajeaba hasta que salía por la boca el resto del hilo. Luego con los dos extremos en ambas manos los deslizaba hacia delante y detrás mientras que bizqueaba como una gárgola. Joder, ese sí que era un buen héroe, no la lista de Agustina de Aragón o el tambor del Bruch tocándonos las narices.
Otro de mis heterodoxos infantiles era mi hermano Julio que era capaz de llenarse la boca de cagarrutillas de oveja hasta que se convertía en un hámster humano… ¡Y no se las comía!
No menos interesante era Gonzalo “el mona” capaz de tirarse de tejados, árboles altísimos y cortadas profundas del río Badiel al grito de “Dios se tiró y no se mató, yo me tiraré y no me mataré”. El sortilegio sólo valía para él, Los demás niños éramos mucho más mortales y no nos atrevíamos a seguir sus enseñanzas. Pero le admirábamos profundamente.
Todavía recuerdo asombrado la capacidad de seducción de mi héroe colegial, Eduardo Chamorro, que hacía bocadillos de dentífrico de menta y de betún y los cambiaba por genuinos sándwiches de jamón York entre los alumnos más pacatos. Pero entre todos, mi maestro favorito fue Juanito, brujo precoz por la gracieta divina que le hizo caer del cielo  una imponente cagada de cigüeña sobre su cabeza. A él le cambió el carácter para siempre. Y nos lo exportó a todos sus amigos.
Cada uno de nosotros podemos desentrañar de manera freudiana las razones del porqué coño somos lo que somos, exceptuando a los que ejercen profesionalmente la política, porque de ellos era el reino de la niñez más sosa que os podáis imaginar.
Hasta luego, amiguitos.

La savia de muerto se nos inyecta
a golpes de suspensos y
tabacas aumentativas,
mientras el tiempo se maquilla
cuando más dormidos estamos.
Yo nunca hice nada para
llegar hasta aquí. Desconcertado
no reconozco la meta.


Publicado en Guadalajara 2000  25 de agosto de 2008

Ilustración Norman Rockwell

















© Tertulia Literaria, Asociación Cultural C/ Lope de Haro, 4 1º - Guadalajara
CIF 619302231
Esta publicación aparece gracias a Aache Ediciones, Casino Principal, Dublin House,
Ecoaventura, Animación, Turismo, Ocio y Tiempo Libre
y Amigos del Archivo Histórico Provincial de Guadalajara

di-versos-guada.blogspot.com
Números atrasados
 COPIPLUS, Condesa de la Vega del Pozo, 3. Guadalajara.