miércoles, 13 de mayo de 2015

DIVERSOS 68

DIVERSOS

68. TERTULIA POÉTICA GUADALAJARA mayo de 2015


Dejadnos solo diez días y construiremos un nuevo mundo. Desde finales de abril al nueve de mayo, nuestro pequeño mundo de la poesía se ha revuelto de alegría. Somos ya mucha gente que piensa en verso en Guadalajara. ¡Ya era hora! Todo tiene que ver con que DIVERSOS, ARRIVERSOS y TALLER DE POESÍA FERNANDO BORLÁN es un trío que se entiende a las mil maravillas. Cada uno por su lado y el dios Momo haciendo de las suyas.
El escarceo amoroso empezó el día 23 de abril en Valdeluz con nuestro espectáculo poético musical para ayudar a entender mejor la tragedia de Villaflores.
Los espasmos empezaron el 30  con la actuación del poeta y músico Fernando Bazán en nuestra segunda casa Dublín House. Continuaron con la presentación de Enrique Gracia en Dávalos y tertulia abierta con él en Dublín la tarde mágica del 6 de mayo. El 7 del mismo siglo y mes, Flor Saraví  nos metió para el cuerpo a Federico García Lorca en el recién estrenado Teatro Moderno. El 8 Jam Sessión multiespectáculo en el Palacio Dávalos. El 9, evento espectacular de Santa Teresa en el Teatro Moderno con el encuentro previo del Taller de Poesía Fernando Borlán con la Tertulia Rascamán para hablar de poesía y comer juntos. Demasiado para ser verdad.
JLGR

PAULINO APARICIO
La luz

Era el tiempo de las cerezas.
Puntadas de crecidas y  creencias,
buscando el agua de los resucitados.   
Y fue repentino lo que sentí,
como la revelación de algo
que estuviera guardado debajo de los ríos.
Como dios en los brazos.

Me quise hacer pequeño.
Tú lo notabas;
mirarme en las esquinas,
meterme en un tamaño de gorrión,
aflojarme las cuerdas
para  sonarme  menos…
Tú lo notabas.

Pero también quería subir al monte
con los pies duros,
desbrozar un zarzal, matar un toro…

Ahora te siento por los prados
donde la hierba está cortada, 
y se van apagando las flores
de tanto repetirlas.
Y las creencias se acobardan
de tantas sábanas encima.

Veo un río parado.
La nada con sus cuestas.
La constante mudez de los siglos.


Luz de amanecer en el campo

CARMEN NIÑO
  
No hagas caso al viento cuando te repite la frase
que no quieres escuchar.
No te obsesiones con la mirada agresiva
que un día te regalaron.
No llores por sentirte culpable
de lo que nunca hiciste.
Has dejado de creer en el ser humano,
en la palabrería barata de oficina.
Te encoges como un ovillo
haciéndote invisible.
Ya no quieres celebrar onomásticas.
Nada hermoso ven tus ojos.
Se han endurecido los gestos
y trenzado la boca.
Te han destruido las alimañas
que te rodean en círculo.
Pero…no te preocupes,
mañana habrá olor a café
en tu habitación primera.


Ventanuco de dormitorio. A. Chueca


CARLOS BERNAL

Al principio del final

¿Es difícil no hablar con los muertos 
y no pedir perdón al mundo
odiando al amor
cuando se quiere?

El tránsito nunca fue tan extinto
vacío de toda vida,
mis sueños inalcanzables para mi.
y empezar de cero.

Siendo hoy un día para no faltar
en este rincón llegando la primavera
al principio del final
y al otro lado de ese muro.

Detrás del muro está la vida. JLGR


MATTHEW ARNOLD (Poeta y poema que vinieron de la mano de Isabel Muñoz. Recitado a dos voces con Pablo Llorente)




















Fragmento de un poema titulado “Dover Beach”, de Matthew Arnold (24/12/1822-15/4/1888), poeta inglés de la época Victoriana, que aparece en el libro Fahrenheit 451, historia de ciencia ficción creada por  Ray Bradbury en una atmósfera cerrada en la que la sociedad no quiere ver, no quiere saber, no piensa, no habla, no pregunta, no molesta, porque tiene prohibido leer libros, y la lectura de este poema por parte del bombero protagonista a su mujer y a dos vecinas suyas, les hace reaccionar y despertar.

Este poema apareció publicado por primera vez en el libro de poemas “New Poems” en 1867, aunque se cree lo creó en 1851 durante su luna de miel.


Dover Beach

El Mar es fe.
Estuvo una vez lleno, envolviendo la tierra.
Yacía como los pliegues de un brillante manto dorado.
Pero, ahora, sólo escucho
su retumbar melancólico, prolongado, lejano,
en receso, al aliento
del viento nocturno, junto al melancólico borde
de los desnudos guijarros del mundo.

Oh, amor, seamos sinceros
el uno con el otro. Por el mundo que parece
extenderse entre nosotros como una tierra de ensueños,
tan diversa, tan bella, tan nueva,
sin tener en realidad ni alegría, ni amor, ni luz,
ni certidumbre, ni sosiego, ni ayuda en el dolor;
y aquí estamos nosotros como en lóbrega llanura,
agitados por confusos temores de lucha y de huida,
donde ignorantes ejércitos se enfrentan cada noche.

Ilustración JLGR

JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO

Otro día estúpido (Escrito hace 45 años)
Tapado por el rebozo
de este cielo que no aprecio.
Sentado en la orilla de un
arcén de mala familia.
Mordiendo con saña un
padrastro mal encarado,
va a ser que descanso.
¿Quién lo diría?

Por otro lado, me pregunto
por qué suena a casquijo
la careta de mi osamenta,
¿se me han soltado los dientes?

Sigo con los lamentos
varado en playa virgen:
los muñones aireados,
las ruedas pinchadas,
los cristales de las gafas rotos,
la columna vertebral desviada
y el culo despellejado,
detalle que honra
mi herencia primate.


Pespuntes (Escrito hace 45 horas)
En Hilvanes de Arriba
donde se empadronan
los hombros de buena fe
y las hombreras
de rompe y rasga,
todo el mundo es feliz.

Vuelve a presentarse a alcalde
El Sastrecillo Valiente
que repite legislatura.


PABLO LLORENTE

Noches y versos

Pasaron muchas lunas
rodando por el cielo,
en mi noche a la caza
de versos pasajeros.

       A veces,
una voz me despierta
que de improviso alumbra
otro nuevo poema.

       En  poesía vivo,
es mi destino.


Noche en el pantano. JLGR

JAVIER DELGADO

Vicente Soto Sordera. Acuarela de Javier Delgado

Soleá (A Pablo Llorente)

Impronta,
en las cimeras notas
de la soleá: labios,
un cálido aliento de ti…

El roce fugaz,
rota al instante
la voz,
y el amor roto…

Ay!, la soleá!.


ALBERTO VALERO

Los nietos

Nietos, ¡Ay! que nietos son nada menos,
cinco tenemos, cinco abrazo, cinco.
¡Hijos de hijos e hijos de nuestra sangre!
Pero de sangre renovada, nueva
llenos de preguntas, respuestas breves,
rodeadas de verdades ingenuas.
Sus vidas por llenar ¿qué será de ellos?,
de esos libros abiertos de esperanzas.

Van aprendiendo a caminar, ¡dejadlos!,
¡dejadlos solos!, debéis ser su sombra,
cuidarlos y ayudar a levantarse
para volver a empezar, con un “aúpa”,
pero que caminen solos, viviendo
y deduciendo, que aprendan a pensar
como han de hacer mejor un mundo nuevo.

Les dejamos, uno algo deshilvanado,
que al menos, no conozcan sufrimientos,
no alcancen ni la maldad ni la guerra,
pobreza, ni la penosa miseria,

¡Ojalá!
Que pueda ser mi deseo, la herencia
que les dejemos, bien limpia, mañana.


JORGE MATO
Ornitopoema

¿Cuándo mueren los pájaros?
Y ¿dónde?
                                                                   
Hay un eco de ausencias en los nidos.

No duermen sus cadáveres
bajo la sombra verde de los chopos
ni entre los surcos ocres del sembrado.

Es preciso saber dónde reposan
sus leves esqueletos
hechos de hambre y de trinos.

Sería necesario
descubrir sus pequeños cementerios
y dejar dulcemente entre las cruces
dos margaritas blancas.


Ilustración Jorge Mato

LOLA VILLAVERDE

Revocación

Unas matas de palma rizada
y lirios florecidos
me traen un aroma
que perturba el sentido
y rompe el tiempo.
Me devuelven la infancia
evocando  una escena.
Chicas jóvenes en un huerto, risas y confidencias
junto a un pozo.
Escenario modesto
en que resalta
la elegancia del lirio
y su perfume
mezclado con las hierbas.
Y yo, niña pequeña,
descubro su belleza,
inhalo esos aromas,
me estremezco.
!Es primavera! 

Acuarela L. Villaverde

ENRIQUE GRACIA TRINIDAD (Poeta que asistió a nuestra tertulia el 6 de mayo 2015)




















Contrafábula

El mundo está repleto de insectos ahorradores
hormigas laboriosas,
arañas tejedoras,
listos escarabajos que atesoran
estiércol y otras santas inmundicias,
y orugas que se guardan, por guardar, a sí mismas.

Así que tú, cigarra,
cómplice del verano, prima hermana del grillo,
no pares de cantar, rompe la tarde,
pon música a la siesta.
No hagas caso a la hormiga,
que reviente de grano su despensa.

Cigarra amiga, cantaré contigo,
que la vida no es más que lo que aquí cantemos.


La Cigarra y la Hormiga, La Fontaine. Grabado de Grandville, 1855

VICENTE MORATILLA
La acera ancha

Buena parte del mundo de mi infancia ocurría allí, en La Acera Ancha,  cuando la calle era libertad,  vida misma sin más. Sin saberlo ni pensarlo, allí transcurrieron aquellos años de infancia infinita y de efímera  eternidad.
La Acera Ancha ocupaba buena parte de la calle, era ancha porque tenía que alojar en su superficie a una fuente de hierro fundido con su pequeño pilón donde patinábamos en invierno al quedarse helado y en verano nos refrescábamos unos a otros haciendo salpicar el agua tapando en parte su grifo.

En La Acera Ancha jugábamos a todas horas: hasta la hora de la cena en invierno y hasta más allá  alargábamos el juego en verano pues los padres se hacían más permisivos y nos dejaban gozar algunas horas del fresco de las noches.

En el mes de mayo era escenario para instalar el trono de La Maya; en la fiesta del barrio, era el lugar donde se ponían sobre un altillo los músicos que contrataban los vecinos.

 En días de tormenta usando piedras y aprovechando el bordillo los chicos  hacíamos pequeñas compuertas con las que reteníamos el agua y formábamos un buen charco en el que echábamos a navegar nuestros sueños. Recuerdo pasar por este lugar de encuentro con las bolsas de la compra a la señora Mercedes y a la Leandra y al Cipriano con su fardo de paloduz que vendía pregonando su dulce mercancía…paloduz como la miel, que se merienda por diez… por sólo aquellos diez centimitos que llamábamos perra gorda.

En veranos de los últimos años cincuenta, en dos o tres ocasiones pudimos ver en la Acera Ancha a grupos de nómadas húngaros que viajaban en carromatos ganándose la vida haciendo piruetas y equilibrios o haciendo bailar a un oso o a un mono. Los niños mirábamos absortos estos espectáculos que rompían por una tarde nuestros juegos habituales. También era frecuente ver pasar a los mendigos, los de siempre, algunos con su mala reputación, inmerecida seguramente. Recuerdo entre ellos al Pifa, o al Sacamantecas. La mendicidad era habitual y extendida en la Guadalajara de los años 50; decenas de pobres podíamos ver cada tarde provistos con sus latas viejas de tomate con asa de alambre, que se instalaban en fila ante la puerta del cuartel que había cerca del Infantado. Para nosotros los niños, esta triste situación de tanta gente, era percibida como algo natural, eran simplemente pobres, igual que había ricos, igual que había pájaros en el cielo.

En La Acera Ancha vi yo pasar muchos entierros, los carruajes fúnebres arrastrados por dos mulas hacían ahí su parada antes de llegar al camposanto, las mulas arrastraban el féretro, unas veces adornadas con penachos negros y algunas otras, blancos, cuando el que había muerto era un niño, cosa no muy infrecuente; también la muerte era para nosotros algo más natural entonces que lo que es ahora, había entierros como había nacimientos y era casi un acontecimiento cotidiano ajeno a la muerte misma. Otras mulas, las de las mañanas eran las del carro de la basura que paraba en la Acera mientras el empleado del ayuntamiento agitaba una campana con la que avisaba a las mujeres del barrio que acudían a verter en el carro la basura de sus cubos.


























Pasaban pocos coches entonces, solo alguna vez la camioneta de la fruta de un almacén cercano, de modo que cuando queríamos jugar al fútbol apenas teníamos que interrumpir nuestros partidos.

El barrio, la calle, la Acera Ancha era el escenario donde pasaba lo mejor de aquellos días que me parecen soñados, nuestras madres nos vigilaban de vez en cuando desde las ventanas de las casas, aunque no era necesario pues la vida transcurría lenta y sin sobresaltos, era un mundo pobre eso sí, sin ningún lujo, pero lo recuerdo como un jardín lleno de vida donde el tiempo pasaba sin que nada turbase nuestra mirada de niños


Mensaje dedicado en especial a todos los personajes que inundan los programas de debate de las televisiones.











© Tertulia Literaria, Asociación Cultural C/ Lope de Haro, 4 1º - Guadalajara
CIF 619302231
Esta publicación aparece gracias a Aache Ediciones, Casino Principal, Dublin House
y Amigos del Archivo Histórico Provincial de Guadalajara

di-versos-guada.blogspot.com
Números atrasados
 COPIPLUS, Condesa de la Vega del Pozo, 3. Guadalajara.