miércoles, 7 de octubre de 2015

DIVERSOS 90

DIVERSOS
90. TERTULIA POÉTICA GUADALAJARA septiembre de 2015



Improvisando sobre una manzana que dio en ser un eclipse de Luna

Si la manzana fuera azul y golpeada sería la Luna llena. Si la manzana fuera baloncito rojo de rugby sería el fruto del escaramujo. Si la manzana fuera amarilla sería una acuarela torpe del sol. Pero si fuera casa fresca de verde ver, sería el hogar dulce del gusano indefenso.

Si la manzana no fuera un círculo de improvisación. Si fuera el pretexto maravilloso para levantarnos en desvelo curioso, descubriríamos que es un eclipse de Luna Sangre que nos visitó amante estos días para enseñarnos que todavía se puede mirar al cielo con una libreta virgen y un lápiz afilado.
JLGR

Increíble secuencia fotográfica de un eclipse de Luna. National Geographic

PABLO LLORENTE 

La Tierra en sombra queda
(Eclipse)

La luna obscura muerde el sol.
  El gajo dorado lentamente reduce
su tamaño, y pasa a ser satélite menguante,
que se modifica en anillo de oro,
-la tierra en sombra queda-
para otra vez mudar a Selene creciente,
que en astro rey se tornará de nuevo.

  Niña, que la luna en tus ojos
no eclipse el sol de tu sonrisa.



DANIEL VÁZQUEZ


Muspelheim   
Ardía el silencio en el primer vacío
buscando propagar su inefable llama
por los dedos del hielo y el viento frío.
Prístino fuego que lo divino inflama
y a las horas encierra en eterno estío.

Pasión voraz, luminosa, sin cadenas,
llamarada que atravesando el espacio
infinito fulmina dolor y penas;
entrega el azul misterio del topacio
a mudas tinieblas de obscuridad llenas.

Su alma es principio de las luces fragantes
y por sus venas corre el sentir del verso
siendo la armonía del después y el antes,
pues el lejano origen del Universo
floreció de los labios de dos amantes.


ALBERTO VALERO


                                         Paulino Aparicio dijo:       
¿Escuchó alguien el viento de la luna?

Aún no siento el viento

Te miraba atento tratando de oírte
sentir tu rumor deseé nervioso,
tan impaciente, saber el secreto,
que solo sabe quién todo lo ve.
Pero tu aliento no me llega, luna,
percibo un halo, no se si es del viento,
solo es silencio de mi miedo ciego.
Tú luna roja, que no dices nada.
por favor habla, dime cuanto sabes
del amor perdido y si puedes verlo
antes de que la sombra el velo quite,
y me quede solo llorando al cielo,
Por favor te pido, dile: "Te espera
y tiene siempre los brazos abiertos,
ya ha perdonado". ¡Te lo ruego luna
que mire tus ojos y los míos luego!.




LOLA VILLAVERDE


Evocación

Despertar en un mar
de manzanas.
Espacio austero
donde el mago
exhibe sus prodigios
eligiendo el color
que tendrá cada día.
Despertar mecida
por olas de blancura
de espuma y aroma
de manzanas.
Ojos verdes de gato
contemplan silenciosos
su creación efímera
y sin embargo, eterna
. 

GRACIA IGLESIAS

Porque a veces las lágrimas ocurren.
Porque ocurren sin más.
Suceden con un verbo intransitivo
que aletea negándose a marchar,
obstinado,
cálido y envolvente,
lunar como un eclipse
o como la marea que derrota a la playa.
Porque a veces sucede desde dentro
un temblor de silencios desbordados
que pugnan por brotar,
una fuga de sal en las heridas,
un tiempo para el agua.
Pero llorar, llorar, “llorarlo todo,
pero llorarlo bien”,
llorar como Girondo todo el día,
hidrata la tristeza,
la deshace,
la arrastra
hasta dejar de nuevo el cristal limpio
para que entre la luz.


                                                                      Ilustración de Jorge Mato


JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO

De la mujer que más amé
aprendí las cosas del silencio.
Los celuloides rancios,
las fotos amarillentas,
los anillos de plata negra…

De la mujer que más besé
supe de las cosas del olvido.
Un plato para el lavavajillas,
la cremallera bajada,
una espinilla por vaciar…

Ahí flotando me quedan
los últimos mil  te quiero,
las lenguas entrelazadas,
las arrugas de mi cuello,
una carta huérfana de buzón…

Son las cosas que pasan
mientras acabamos de morir.
Las conchas y las astillas,
los termómetros sin usar,
las aspirinas caducadas…

Fotografía Rodrigo Gómez. Muro de Berlín


PAULINO APARICIO

Oír una música a lo lejos     

Oír  una música a lo lejos
es como quitar el grito a los colores,
como sentir una puerta en la llanura
que respira el espacio. Nadie puede dormirse.
Se marchan al silencio
las voces sin corteza.
La muerte de pisadas inmensas,
los silbos,
las navajas,
el escalón donde cayó una niña…
una niña
que luego fue a dormirse y no pudo
porque era transparente.

Cuando el verano ondula
el aire,
cuando las rosas aman
El instante final de su cortejo
y un alfiler traspasa la bóveda.
Cuando un pozo da miedo y atrae
desde los dedos
con el pelo mojado de tristeza…

Oír la música a lo lejos
enlaza el infinito ser:
puñado de arboledas en su nido

Elissa S. McCraken.  Sinestesia de Imagine, canción de John Lennon.

JAVIER DELGADO

 Fotografía de Javier Delgado
                                                   Paseo en octubre

He subido lentamente a los melojos
por el camino ancho de la sierra
pendiente de abrojos y cunetas
los barbechos
ya resecos del agosto
por admirar
temprano
su deriva otoñal.

Pero la brisa
aún  tan cálida
alarga septiembre en una agonía
de tierra sin naranjas, siquiera
amarillean
los temblones del arroyo,
el barranco,

y podría sentir llegado
el momento de aplacar
esta luz tardía
y deponer al tiempo
el devenir antiguo de la ira,

su lento  invierno,

para siempre.


JUAN RAMÓN JIMENEZ  (Poeta sugerido por Vicente Moratilla) 

Octubre

Estaba echado yo en la tierra, enfrente
del infinito campo de Castilla,
que el otoño envolvía en la amarilla
dulzura de su claro sol poniente.
Lento, el arado, paralelamente,
abría el haza oscura y la sencilla
mano abierta dejaba la semilla
en su entraña partida honradamente.
Pensé arrancarme el corazón y echarlo,
pleno de su sentir alto y profundo,
al ancho surco del terruño tierno,
a ver si con partirlo y con sembrarlo
la primavera le mostraba al mundo
el árbol puro del amor eterno.

La Plaga, película de Neus Ballús

 JORGE MATO 

Autorretrato

Aquel autorretrato
siempre me sale triste.
La mirada perdida,
los labios apretados…
La comisura,
como un emoticón
de paréntesis curvo,
las puntas hacia abajo.
Quiero cambiar el gesto
y me aparece otro diciendo que soy yo.
Pero no me lo creo.
Ese es el de una foto
que guardo en la cartera
y está con una joven
que le mira y sonríe
El caso es que si pienso,
el que está junto a ella
tiene una leve pinta
de alguien que conocía.
Pero no lo recuerdo.
Qué cosas más extrañas me suceden
cuando cierro los ojos
para poder dormir.




 Fotomontaje  de Jorge Mato

 CARMEN BRIS
 
Oración al mar

Una muñeca rota, comida por los peces
ha varado en la playa esta mañana…

Un poco más allá,
entre las algas verdes,
una medusa rosa roza el agua.

Trofeos de las olas violentas
que  todo lo revuelven y lo arrasan
y las rubias arenas lo acumulan
como ofrenda a los dioses sin palabras,

como exvotos a los vientos que giran,
que giran y cabalgan por encima del mar,

de sus cobaltos,
de sus cambios de luz,
del cabrilleo de la luna en el agua.

Playa Paraíso, Tulum, México. Después de la tormenta.

 AMPARO NAVARRO

Exilio

En este exilio voluntario, mi potente río Magdalena
me arrastró a las orillas del Henares.
Y ahora que corro hacia el futuro,
sin querer llego a mi pasado.
Que el pretérito sea sepultado con aguas de mar,
para dar movimiento a este presente vivo.

He encontrado la belleza cada vez que viajo en el Metro
adentrándome en laberintos fascinantes.
Contemplando las diferentes estaciones
descubro que lo sublime está en el fondo del corazón.

Como mi vientre no ha sido cuna,
la recompensa que pido al destino,
sea una propina de los dioses
con una historia de amor a lo Taj Mahal.


Vieja fotografía del transporte fluvial por el Río Magdalena.

 MANUEL SANZ
  
Antítesis (retórica)
La antítesis es un recurso estilístico que consiste en contraponer dos sintagmas, frases o versos en cada uno de los cuales se expresan ideas de significación opuesta o contraria (antítesis propiamente dicha) o impresiones más subjetivas e indefinidas que se sienten como opuestas (contraste).
Obsérvese  cómo en este soneto Lope responde a los reproches que le hace Góngora por ser demasiado claro, utilizando sobre todo antítesis en la segunda estrofa y en el verso final:

        Livio, yo siempre fui vuestro devoto,
        nunca a la fe de la amistad perjuro;
        vos en amor, como en los versos, duro,
        tenéis el lazo a consonantes roto.

        Si vos imperceptible, si remoto,
        yo blando, fácil, elegante y puro;
        tan claro escribo como vos escuro:
        la vega es llana e intrincado el soto.

        También soy yo del ornamento amigo;
        sólo en los tropos imposibles paro
        y de este error mis números desligo.

        En la sentencia sólida reparo,
        porque dejen la pluma y el castigo
        oscuro el borrador y el verso claro.

Lope de Vega, Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé Burguillos (1624), nº 147.

 
 Lope de Vega (fragmento)  Pinacoteca de la Cámara Apostólica.

EL CURIOSO MUNDO DE LOS RIPIOS

Hay veces que la lectura nos descubre sorprendentes facetas del inabarcable mundo de la poesía. Leyendo un documento manuscrito de Ángel Romera Martínez sobre Le Reunión de Parroquias de la Villa de Hita, de 1792, reparo en la trascripción de los siguientes versos de Mariano José de Larra “Fígaro” escritos en algún viaje forzado por su manía de meterse en camisas de once varas, cuando transitaba por el Camino Real de Navarra a su paso por la villa de Arcipreste:

Sentado en la diligencia
me voy camino de Francia
me cago en la providencia
del juez de Primera Instancia
del distrito de la Audiencia.

 Retrato de Larra por F. Madrazo

Calentito iba el bardo a su destino. Rápidamente, este lector –que aprovecha cualquier motivo para meter baza- recuerda un ripio de cosecha particular escrito en 1989:

Amor es como un vector
que necesita resistencia 
                                                              y tu no ofreces
freno cuando estás en su presencia.

Coño con el lector
y la puta desinencia
que no sé lo que me digo,
pero me cago en la diligencia
y en la madre que parió al conductor.

Así que, amables lectores, no cejéis en el intento de sacar punta a las lecturas. Recordad que aquel que no lee, no escribe. José Luis Gómez Recio

REFLEJOS DE LA TERTULIA

El que un día fue mi maestro en esto de la poesía, Enrique Gracia Trinidad, suele decir que “los poetas deberían imitar a los astrónomos y no ponerse cursis ante la Luna” y sin duda tiene razón. Pero, ¡pardiez que resulta difícil no sucumbir al encanto de nuestro seductor satélite! Y cuánto más cuando un eclipse nos lo ruboriza, poniéndolo a tiro de metáfora. Habiendo transcurrido tan solo un par de días de tan hermoso fenómeno, no resulta sorprendente que, al final, algunos de los contertulios Diversos que –fieles a nuestra cita semanal– nos reunimos el pasado miércoles en el Casino de Guadalajara, cayéramos en la tentación de permitir que el “viento de la luna”, su rojez y su sombra, se colaran de ronda en nuestros versos. También en la tertulia. La luna protectora, benigna y ambarina que vela nuestras noches, frente a la ensangrentada, tétrica y misteriosa a la que –según nos informó Pablo Llorente– los indios purépechas llaman luna Yuriria, nombre que en su idioma significa “lugar del lago de sangre”. Y, como impelidos por las fuerzas del equilibrio, del yin-yang que siempre rige todo, el eclipse de luna nos llevó a recordar un fenómeno aún más cautivador e impresionante: el eclipse solar. De Catalina a Lore-lorenzo, nos pusimos a recordar dónde se hallaba cada cual aquel primaveral mediodía de hace ya diez años, cuando se produjo el más reseñable de estos fenómenos (visible desde nuestro país) en los últimos tiempos. 
Georges Meliès. Viaje a la Luna fotografía de plató 1902
Pero no todo fue mirar al cielo. Aterrizando en la realidad, tuvimos ocasión de comentar la inauguración del Festival de Cine Solidario de Guadalajara (FESCIGU), ocurrida el día anterior, en la que se rindió un entrañable homenaje a nuestro querido amigo actor y poeta Carlos Bernal, que se nos fue de pronto el pasado verano.
También nos enredamos en pura operativa, organizando la agenda de próximos eventos. A saber: el acto “El Quijote fuente de inspiración poética” en conmemoración del cuarto centenario de la segunda parte de la más célebre obra de Cervantes, que realizaremos el 29 de octubre a las 19:30h. en el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara; la exposición “DIVERSOS” en la que mostraremos portadas de nuestra revista y alguna sorpresa más, con la que celebraremos el haber alcanzado nuestro número 100 (¡cien semanas ininterrumpidas de poesía tertuliada y plasmada en papel!), la cual podrá disfrutarse del 18 de diciembre al 8 de enero en la Sala de Arte de la Delegación Provincial de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha; y un recital navideño que tendrá lugar en la misma sede el día 23 de diciembre, víspera de Nochebuena. ¡Señoras, señores! ¿Quién da más?
Sólo queda apuntar que, como siempre, echamos de menos a los que no estuvieron. Algunos porque andan lejos, poetizando en tierras lejanas; otras porque en el pulso entre poesía y teatro o cine, esta semana los versos salieron perdiendo; alguno más por misceláneos quehaceres o viajes. Pero hay una insomne niña transparente que nos trajo noticias de Paulino, al que todos deseamos que se mejore pronto. 
Gracia iglesias

Apunte a vuelaluna de Jorge Mato
  
   Atrévete a escribir sobre  Hombre y Luna