martes, 8 de marzo de 2016

DIVERSOS 110

DIVERSOS

110. TERTULIA POÉTICA GUADALAJARA marzo de 2016


Falsa primavera que llegas vestida de nieve
Nos tienes engañados. Eres una trilera del invierno que juegas al engaño delante de nuestros mismísimos morros. A ratos nos enseñas la puntita y nos dices que no tengamos miedo para, acto seguido, meternos una zarabanda de mismísimos copos aderezados de vientos gélidos que nos tienen ya un poco cansinos.
Los poetas paseamos entre las prímulas y los brotes de los romeros y la lavanda salvaje. Los prunos, los frutales y los durillos ya están pidiendo espacio con sus puntas de color. En las laderas de nuestros montes ya se perciben los almendros por sus gamas de rosas… Así quién
puede pensar en poesía. Quién en su sano juicio saca papel y lápiz para apuntar el pensamiento sino lleva guantes y pasamontañas. Oye, estación del año, estate quieta por favor, que los creadores necesitamos un poco de calma exterior para atemperar los calores internos que nos quieren hablar de amor y labios que vuelan. No nos se atrevemos a sacar el pico por si se arruga.

José Luis Gómez Recio (Fotografía de flores silvestres recogidas en nuestros campos alcarreños en estos días de frio cálido)

LEÓN FELIPE Traído a la tertulia gracias a Pablo Llorente















Español (fragmento)
(...)
No tienes patria ni tribu. Si puedes,
hunde tus raíces y tus sueños
en la lluvia ecuménica del sol.
Y yérguete... ¡Yérguete!
Que tal vez el hombre de este tiempo...
es el hombre movible de la luz,
del éxodo y del viento.


GIUSEPPE UNGARETTI Dos breves poemas que nos trajo Pablo Llorente





















La mañana
Me ilumino de inmensidad
  
Soldados
Se está como
en otoño
sobre los árboles
las hojas.
  
Traducción: Rodolfo Alonso en 1962, esta traducción la conoció y celebró el propio Giuseppe Ungaretti.

Giuseppe Ungaretti
De padres italianos, nació el 10 de febrero de 1888 en Alejandría (Egipto), a donde su familia se había trasladado porque el padre trabajaba en la construcción del canal de Suez. Estudió durante dos años en La Sorbona de París y colaboró con Giovanni Papini y Ardengo Soffici en la revista “Lacerba”. En 1914 volvió a Italia y al estallar la Primera Guerra Mundial se enroló voluntario por compartir el destino de sus contemporáneos. Combatió en el Carso (provincia de Trieste) y luego en Francia.
En 1916 publicó en italiano la colección de poesías El puerto sepultado donde refleja sus experiencias en la guerra, en la que se ha encontrado con la humanidad más pobre, la del dolor cotidiano; en 1919 publica una segunda colección titulada Alegría de náufragos en la que muestra una poesía nueva, alejada de la retórica y el barroquismo de Gabriele D'Annunzio.
Durante su estancia en París, Ungaretti frecuentó la compañía del filósofo Henri Bergson. Lee a LeopardiBaudelaireNietzsche. Su obra se conocerá progresivamente en Francia por las traducciones de un amigo, con el que tuvo cada vez más trato, el poeta Philippe Jaccottet.
Murió en Milán el 2 de junio de 1970 a los 82 años. (Wikipedia)

VICENTE MORATILLA

El tío Juan tiene las manos fuertes, arrugadas y huesudas, con las venas hinchadas; tantos años de trabajo en el campo, tantos soles y hielos han dejado su huella en esas manos que parecen ahora no solo manos, parecen ahora como cepas de viña, corteza de pino o vieja madera de portón. Tuvieron otro tiempo,  en el que se afanaron en el pecho de su madre y también  en el de su única mujer. Acariciaron con fuerza y dedicación cuando eran sus horas gloriosas y supieron arrancar el fruto a la tierra dura con el que Juan dio sustento a los suyos en los días ásperos bajo el sol o las heladas.
Ya no tienen aquella habilidad para componer y reparar las herramientas de las que se sirvió, ahora solo sujetan torpemente un bastón de palo y apenas le sirven para ponerse o quitarse la camisa que le abriga. Torpemente pueden acercarle el bocado de su sustento, que derramándose a hilos se va dejando por los pliegues de su chaqueta.
Hoy he saludado a Juan, sentado en su silla y apoyado en su bastón, le he alargado mi mano y él, despacio, me ha dado la suya. He notado un apretón fuerte, sereno,  como de cartón, pero con algo especial, como si  me quisiera transmitir sin palabras un ansia de amistad de quién ya sabe lo mejor de la vida, una sensación que cada vez más escasea en la mía y que cada vez noto menos a mi alrededor.
Creo que ya quedan pocos, van quedando pocos, cada vez menos, hombres y mujeres como nuestros abuelos, curtidos de aire y sol, libres como el campo que estuvieron siempre, alejados de la fatuidad y de las trivialidades de estos días. Ya quedan pocas, van quedando pocas manos como esas, van siendo las últimas que nos quedan.


Darina Viñoly Dibujo

LUIS PÉREZ
Soneto Blanco

Cuanto más yo me ocupe del futuro
bastante más golpearé mis morros,
aunque sean simplones los motivos
por los que fuera de lugar me siento.

Pues tan loco camino entre arrebatos
mientras me hostigan sin pudor la mente,
que al tiempo que me crecen ya las canas
exhausto lucho contra la modorra.

Así de sobria se me va la vida,
tanto que sin aviso se me vuelan
hasta los pensamientos del alambre,

pues entrando ya en rápido declive
me persigue el ciclón de los adioses
por el cruel callejón de la amargura.


El Greco. Resurrección

ANA ROSSETTI


De la mano de Gracia Iglesias conocimos en la tertulia el último libro de Ana Rossetti, “Deudas contraídas”, publicado por la editorial La Bella Varsovia. Reconocida por méritos propios como una de las más destacadas poetas españolas contemporáneas, Ana Rossetti revolucionó el panorama literario de nuestro país en los años 80 con una poesía cargada de erotismo pero siempre sutil y estética que ha sido calificada por algunos de culturalista, por el enorme trasfondo de sus metáforas, bajo las que se subyace una muy notable erudición. Pero la poesía no es el único género cultivado por esta escritora polifacética que también ha creado novelas, teatro, ensayo, literatura infantil y juvenil y hasta el libreto de una ópera. En “Deudas contraídas”, Rossetti da rienda poética a un compromiso social, que hasta ahora permanecía sobre todo circunscrito a su vida personal y relativamente alejado de su trabajo literario (aunque latente siempre y a veces reconocible en obras como “El mapa de la espera”. Ed. Polibea, 2010). Este poemario, cocinado a fuego lento, refleja con valentía la quiebra del mundo en que vivimos. Para ello la autora sale de su terreno de confort, se despoja de las palabras más frecuentes de su diccionario personal y experimenta con nuevos registros hasta conseguir encontrar el equilibrio entre la rotundidad de unos versos que duelen y la belleza a la que, pese a todo, se niega a renunciar.

MOBILIARIO URBANO (Ana Rossetti. “Deudas contraídas”. Ed. La Bella Varsovia)

Hay un sofá en la acera. Un colchón, una cuna abandonados en la acera. Sillas y otros muebles; cajas de cartón y bolsas de basura agazapadas en la acera. Hay hombres y mujeres volcando su desaliento sobre la acera. Y una familia con ojos espectrales, desencajados, extraviados en la desesperación.

Hay furgonetas azules orillando las aceras.  Hay un cordón de policías cercando las aceras. En los balcones de los alrededores hay gente mirando hacia la acera, hacia esa parte de la acera donde las personas y sus cosas se juntan, derrotadas.

Hoy no se pudo.

Hay un cerrajero frente a la puerta de una casa vacía.

Blindando la puerta de la casa vacía como se sella una cápsula esterilizada, como se preserva la inviolabilidad de una tumba, como se precinta el escenario de un crimen.

Algún día su casa también será blindada, sellada, preservada, precintada.

Como las casas de todos los cerrajeros, de todos los policías, de todos los jueces, de todos los empleados de los bancos, Y las de los directores de los bancos. Como las casas de todos los empleados del gobierno. Y las de los gobernantes.

Sí, se quedarán vacías.

Poco a poco la ciudad se irá llenando de casas vacías.

Centenares, miles, millones de casas vacías como cascarones huecos, como carcasas.

Al cabo de un tiempo, el número de casas vacías será incalculable.

Y ya no quedarán aceras bajo el cielo para tanta existencia a la intemperie.





















VICENTE ORALLO

Tu espacio   

Estoy en tu espacio inenarrable,
en el tacto de tu calma y tu ternura,
en medio de la infalibilidad
del deseo de quererse.

Tal vez amarse se halle aún al horizonte.
Este sitio es un lugar sin reproches,
sin miedos a certezas, donde la piel es aire
y los sueños, imaginación inalcanzable.

Tu espacio es tu indómito cuerpo,
un verbo lleno de emociones,
tu aliento, tus silencios,
toda tu vida, convergiendo en el presente.

Estuve orgulloso de habitarte,
de sentirme locura en tu sueño.
He sido ocupante de tu espacio,
y por un día...rey de tu universo.



JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO

En el boxeo apúntate siempre al negro,
en el vino prueba el blanco,
en el saxo escucha a Coltrane.

Cuando el amor golpee a mi ventana
con la fuerza del pájaro herido,
siempre apuesta por ella.
Nunca lo hagas por mí. Nací perdedor.

En el suelo ratea el mirlo
y en el alfeizar agoniza el cuervo.
Es tarde y me recojo sin saber qué escribo.
De soledad, seguro




JOSÉ ANTONIO ALONSO



Nostalgia de la eternidad 
(Poema y collage: José Antonio Alonso)

Nacimos libres
y nuestra libertad era
-entre otras cosas-
que no teníamos
la medida del tiempo.

Éramos eternos
hasta que nos compraron
aquel primer reloj.

Con el grillete puesto,
de espaldas a la luz,
escalamos peldaños
en las pirámides
que el tiempo desvanece.

Impotentes
usamos cremas caras,
nos teñimos el pelo
y vestimos chaquetas de colores
esperando que el tren
de los relojes se detenga...

Todo es fugaz.
Un día nuestros nombres
serán tan sólo nombres
en el recuerdo
de los que nos amaron,
sílabas tenues, a lo sumo,
entre unos labios arrugados.
Y luego nada...
Nada eternamente...
 
 AMPARO NAVARRO
Pierdo
Tú pierdes el oro en mis mares
yo el tributo al vallenato
en mi cuaderno de historia.

Envié una carta abierta de amor,
de retorno recibo una carta cerrada
de penitencia de un dios bohemio
que no tuvo en cuenta
ningún atractivo de la mujer terrestre

Labios petrificados por el miedo
a la palabra AMOR.
Mujer de triste mirada, contempla
la nieve a través de sus lágrimas.
Juego infantil para las prisas.
Poeta de rotonda grieta su respiración.

Mientras dulcifico la orden con doscientos
pétalos de humildes margaritas,
un aspa retorna la luna a menguante.
El sol desaparece la escarcha,
solo por querer volar como el cóndor.



Nado RC, óleo sobre lienzo

ALBERTO VALERO

Amaneciendo
Benidorm, arena, luz y palmeras.
Hoy me parece nuevo el viejo sol
que ilumina la mañana con ganas,
dona sin intereses fuerza y vida
en racimos de luz seleccionada,
templa a plazos el frescor de la mañana
cuando todo despierta a los colores.
La línea recta del mar y el cielo
una contra otra se aproximan tanto,
parecen besarse en amor eterno,
hasta que se apagaran las estrellas
despertando a las chillonas gaviotas.

Luego el día queda listo para que
cada uno encuentre su propio destino.




VALENTÍN LAMAS CARVAJAL Vino de la mano de Jorge Mato para deleite de la tertulia



Catecismo d´o labrego

PRIMEIRA PARTE. NA QUE SE DECRARA O CREDO E OS ARTICULOS
P.- Escomenzando polo primeiro: ¿quén dixo o credo? 
R.- Os Apóstoles. 
P.- ¿Pra qué?
R.- Pra que andemos con el na boca. 
P.- ¿E vós pra qué o decides? 
R.- Pra que Deus nos teña da sua mau, que boa falta nos fai. 
P.- ¿Qué cousa é fé? 
R.- Creer o que non vimos. 
P.- ¿Vísteis as moedas de cinco pesos?
R.- Non, padre.
P.- ¿E os billetes de Banco de cen pesetas? 
R.- Non, padre.
P.- ¿E creedes neles? 
R.- O que é creer, creemos. 
P.- ¿Por qué o creedes? 
R.- Porque ouvimos falar deles aos ricos; porque sabemos que os nosos cartiños vanse xuntando nas
faltriqueiras dos zumezugas de todalas castes, pra se convertir en moedas e bIlletes; porque nos
deprocatamos de que á conta deles, trunfan e campan os que se alcontran no poleiro. 
P.- ¿Qué cousas son as que creedes como labregos?
R.- Os artículos, principalmente como se conteñen no credo. 
P.- ¿Pra qué son os artículos?
R.- Pra dar noticia dos deuses da nosa aldea. 
P.- ¿Quén son eses deuses?
R.- O Alcalde noso señor, o Segredario noso amo, e o Cacique noso dono. 
P.- ¿Quén é o Alcalde noso señor? 
R.- É a cousa máis condanada que se pode decir nin pensar: un señor infinitamente malo, burro,
larpeiro inxusto, principio de todalas nosas disgracias e fin de todalas facendas. 
P.- A condanadísima trinidade quen é? 
R.- É o mesmo Alcalde, o mesmo Segredario e o mesmo Cacique, tres persoas distintas e unha soia
calamidade veradeira. 
P.- ¿O Alcalde é deus?
R.- E sí senor. 
P.- ¿O Segredario é deus?
R.- Ogallá nono fora.
P.- ¿O Cacique é deus? 
R - Así adoecera como o é. 
P.- ¿O Alcalde é o Segredario? 
R.- Non señor. 
P.- ¿O Segredario é o Alcalde?
R.- Ás veces.
P.- ¿O Cacique é Alcalde ou Segredario?
R.- Si nono é, como si o fora.
P.- ¿Por qué?
R.- Porque si as persoas son distintas, vólvense unha soia cando se trata de mallar en nós, de
zugarnos o sangue, ou de espremernos a faltriqueira.























Valentín Lamas Carvajal (Ourense1 de noviembre de 1849 - Ourense4 de septiembre de 1906). Poeta y periodista español en lengua gallega, uno de los precursores del Rexurdimento. Junto a Manuel Murguía fue uno de los fundadores de la Real Academia Gallega. Fue también uno de los iniciadores del periodismo en gallego. Era hijo del orensano José Francisco Lamas y de la lucense María Manuela Carvajales. Quedó huérfano de padre con dos años, teniendo su madre apenas diecisiete años. Fue un tío suyo, el hermano de su madre, Pedro Carbajales, un pintor de cierto renombre en aquella época quien alivió esta situación. Fue a Carvajales a quien Lamas le dedicó su primer libro, «La monja de San Payo» (1871). Estudió bachillerato en su ciudad natal y en 1870 se trasladó a Santiago de Compostela para estudiar medicina, estudios que no llegó a terminar debido a una enfermedad ocular que con el tiempo lo dejaría ciego. Su etapa universitaria compostelana fue decisiva en sus obras y en su visión de Galicia, ya que aquí entró en contacto con la intelectualidad gallega. Se sabe, por una carta suya publicada en El Heraldo Gallego, que en 1871 dirigió en esta ciudad la revista La Aurora de Galicia y que aquí también publicó sus primeras obras, que presentan influencias románticas.
A partir de 1874 su vida quedó vinculada definitivamente a Orense al casarse, el 4 de enero de 1874, con una antigua compañera de estudios, Amalia Rosina Sánchez, natural de La Guardia, con la que tuvo una numerosa descendencia. Sus problemas de vista no le impidieron ser el autor más prolífico y polifacético de su tiempo. Tuvo una incesante actividad literaria y periodística. Fundó periódicos muy populares en aquella época: El Heraldo Gallego, publicado hasta 1880, y el primer semanario escrito íntegramente en gallego, de mucho eco popular y que se publicó desde 1876 hasta 1890: O Tío Marcos da Portela. Es ahí donde publica su obra «Catecismo do labrego» en siete entregas durante 1888 y que fue uno de los libros que más se vendieron en gallego, tuvo seis ediciones en el plazo de un año desde su publicación en libro. Publicado con el pseudónimo de Fray Marcos da Portela, se trata de una parodia del Catecismo cristiano del padre Gaspar Astete. En la obra se pone de manifiesto la dramática situación de los campesinos gallegos, utilizando la fórmula pregunta-respuesta. Se ha convertido en la obra en gallego más difundida y una de las piezas claves de la literatura social española. Fue también director del periódico El Eco de Orense. En 1887 publica «Gallegada. Tradiciós, costumes, tipos e contos da terriña», conjunto de 19 narraciones, todas ellas publicadas con anterioridad en O Tío Marcos da Portela. En el conjunto de los textos de «Gallegada» podemos ver la voluntad populista y comprometida con la defensa de los labradores por parte de Lamas, así como la descripción de cuadros de costumbres imbuidos de acentos pintorescos, picarescos y cómicos.
En su poesía —«Saudades galegas» (1880), «A musa das aldeas» (1890) — cultivó un costumbrismo de raíz rural en el que abunda la nota sentimental y de denuncia social.

LOLA VILLAVERDE

Las sombras se han escondido
en el gris ceniciento.
Han robado la luz
las cosas pierden forma
indefinidas se confunden- 
Avanza el gris
se adensa, se oscurece
todo lo invade
lo unifica.
Se hace quietud
mas ominosa.
La luz se ha replegado
se hace huevo 
y esperanza.


ELVIRA SASTRE Vuelve con nosotros traída por Isabel Muñoz
 (Esta serie de poemas están escritos en varias hojas, intercalados entre otros poemas en el libro de poesía “Baluarte”, 2014)














Día Uno sin ti:
te echo tanto de menos que en mi reloj aún es ayer.

Día Dos sin ti:
no salgo de la cama,
aún estás conmigo, tan guapa,
aunque sea en mis pesadillas.

Día Tres sin ti:
no llamas
y todo, las canciones mi cama
la pena mi pecho tu nombre mi nombre con el tuyo
tus fotos mis trozos nuestros restos,
comunica.

Día Cuatro sin ti:
me abandonaste a las tres en punto.
El reloj lleva cuatro días marcando las tres y cinco.

Día Cinco sin ti:
tu ausencia aplastando mis entrañas.
Pareciera que han pasado por mi alma noventa años.

Día Seis sin ti:
hoy solo he llorado escuchando a Andrés
y leyendo a Ernesto.
Voy mejorando.

Día Siete sin ti:
mi madre me ha besado las orejas
y he salido del ataúd que es mi cama sin ti,
dejando al lado de la almohada una nota de resurrección.

Día Ocho sin ti:
me he ido a dar un paseo a la playa,
ha llovido como si le hubieran roto el corazón al cielo
y he comprendido
que uno es de donde llora
pero siempre querrá ir a donde ríe.

Día Nueve sin ti:
no te olvido,
pero hoy he vuelto a reír de nuevo
y he sentido un anhelo reconfortante al abrir la ventana,
como si el aire barriera los fantasmas de mi suelo.

Día Diez sin ti:
he dejado de huir
porque me he dado cuenta de que soy la
única que me sigue.
Tu recuerdo tampoco: se ha quedado atrás.
Creo que me acerco a la meta.

Día Once sin ti:
me he olvidado de que te estaba olvidando
y te he olvidado.

Día Doce sin ti:
he conocido a alguien,
soy yo.
Voy a darme una oportunidad




AMANDA SAN ROMÁN SASTRE  Agradable descubrimiento para nuestra tertulia de Manuel Sanz



















Amanda San Román de 15 años de Navas del Rey (Madrid) ganadora del Premio de Poesía Gil de Biedma de La Nava de la Asunción (Segovia) donde descansan los restos del poeta de la Generación del 50.

Elegía a Germán el Tiñoso
El Tiñoso ha muerto.
ha muerto, padre…
No llores por él, Mochuelín,
que cedió Germán su cabecita
de hueso calvo a la baba
del caracol, al tordo, a la perdiz,
al sabor de una cicatriz,
a la poza cantora,
a la vía del ferrocarril…

Murió el Tiñoso en  edad
de morir con años perrunos,
murió el Tiñoso en ríspida
valentía tras el tonto de agua infeliz.
¿Por qué, culebrilla,
no sucumbiste tú a la tierra
desgranada, gusarapo, muerte,
en vez de dejar que sea Germán
quien torne polvo y caliza
                                                              y huela madera y húmedo
,y cerrada oscuridad?

Ay, mal bicho, pero ¿qué hiciste
con las manitas pálidas,
nariz  macilenta,
con el jilguero, con el destierro
del mundo, con el lamento
con los borbotones de tañido
seco, desgraciado y regular…?
Tú dejaste que él pisara fría eternidad
en forma de nada.

El Tiñoso ha muerto…
Llora la Guindilla, llora Quino, llora Daniel.
Llora Rita, llora Andrés, llora don José.
Llora Roque, llora Uca-uca,
lloro yo, llora todo ser.

Si el valle te dio dulce
ambrosía en tus largos días,
te quiso dar también traición,
alevoso pie, sobre los pérfidos líquenes
de ultramar. De pecho en pecho,
no hay muralla, no hay seguro,
no hay soga diurna allegada
a tu cintura. Tampoco había yerro.

Ahora dormirás la noche más larga
en tu vieja cabaña
sede del hueso oscuro y
el olvido polvoriento
y tibio, solo Germán…



Jaime Gil de Biedma. En su honor se establecieron los Premios de Poesía que llevan su nombre en Navas de la Asunción

ÁNGEL GONZÁLEZ  Con todo el sentimiento de Lola Alarcón




















¿Sabes que un papel puede…?
¿Sabes que un papel puede cortar como una navaja?

Simple papel en blanco,
una carta no escrita

me hace hoy sangrar



REFLEJOS DE LA TERTULIA

Si hace una semana componíamos loas al encuentro abarcable y la tertulia pequeña (de bolsillo), hoy toca alzar un brindis por los días de sillas arrastradas, goteo de saludos y susurros mientras los versos fluyen como el vino y al corro de los más madrugadores se unen (nos sumamos) poco a poco los que llegamos siempre con el tiempo mordiéndonos la grupa. Por este habitual procedimiento, el miércoles pasado el ruedo de poetas creció hasta desbordar el rincón del salón acostumbrado, tomando casi entera la sala del Casino que compartimos con lectores de prensa y jugadoras de cartas a quienes, sin duda, agrada y molesta nuestra compañía a partes iguales, tanto como a nosotros la suya.
Una vez dejados atrás los parabienes por haber alcanzado con éxito el segundo año de publicación de nuestra revista y recibidas de manos del “patriarca diverso” José Luis Gómez Recio unas chapitas hechas para conmemorarlo, en medio del silencioso estriptis de abrigos de los que van llegando, la poesía corre que se las pela sin ser frenada apenas por digresión alguna. Para cuando esta cronista se incorpora a la ronda, transcurrida una escasa media hora de tertulia, ya han leído sus composiciones casi la mitad de los presentes.



Muro de Berlín simbolizando el mundo colorido de nuestras tertulias. Fotografía de JLGR

Con los versos de una jovencísima poeta que logró camuflar su edad ante los jurados del premio Gil de Biedma bajo una gruesa capa de referencias literarias y culturalistas entorno al universo literario de Miguel Delibes, nuestro matemático Manolo Sanz logró, como tiene por costumbre, despertar los aparentemente aletargados comentarios de los contertulios, aportando cierto debate sobre la posibilidad de escribir saltándose los dictados de la edad propia. Debate que, poco después, tuvo un apéndice al ser puesta sobre la mesa, con motivo de un poema de Carmen Valentín, la necesaria separación entre el género del autor o autora de un poema y el del narrador o narradora de la composición.
Después: versos en italiano y en gallego, poesía rescatada para honrar a los muertos, el nudo en la garganta que nuestra amiga Amparo volcó en su poema con gran delicadeza, convirtiendo en metáfora los más recientes hechos de su vida. Cierto aire taciturno nos invadió esa tarde. Sobre el runrún de fondo de los juegos de naipes en la mesa de nuestras vecinas, se impuso el aria principal de La Traviata, con la que Jorge Mato nos transportó al terreno del poema puramente sonoro.
Casi al final, esta que suscribe habló de Ana Rossetti y de su último libro, del cual leyó un par de poemas sobre los que hizo algunos comentarios que ya han sido reflejados en esta revista. A continuación, se recordó a los presentes que ya se acerca el tiempo de ARRIVERSOS, el festival de poesía de Guadalajara, y se les instó –al igual que se insta ahora a todo aquel que esté leyendo estas palabras– a asistir a los recitales y actos programados y a ir preparando alguna aportación para la Jam Session multidisciplinar que tendrá lugar el día 20 de abril en la Biblioteca del Palacio de Dávalos. Y, sin más sobresaltos, se disolvió el encuentro hasta el miércoles próximo.

GRACIA IGLESIAS



















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Esta publicación aparece gracias a Aache Ediciones, Casino Principal, Dublín House,
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