lunes, 13 de octubre de 2014

DIVERSOS 36

DIVERSOS
   36. TERTULIA POÉTICA  GUADALAJARA octubre  2014



¿Cómo llevar un poema hasta el fin del mundo?

Escríbelo sobre un papel de colores si es un poema de amor; o  blanco y negro si es de penas. Fabrica un molinillo de papel. Es muy fácil. Ponlo al viento y deja que gire con fuerza.
Como si fuera una oración tibetana, el poema se hará plegaria y marchará a buscar oídos allá donde le dejen susurrar.
Estamos en los tiempos en que los aviones de papel, las cometas y los sueños se abandonan gozosos al aire del otoño que juega. JLGR





JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO
Viento mundano

El viento  levanta las faldas de las niñas
para ver los países de sus hemisferios;
granitos volcanes, lagunas lunares,
señales de goma riadas de arcilla…

El aire suspira caricias en las nalgas frías
para sacar tímidos los rubores
a los mapas que ocultan las bombachas.

Y mientras los clap-claps de ellas
hacen  tortillas con palabras indiscretas,
otoños y sueños se buscan
para aterirse de amor en las callejas.




GRACIA IGLESIAS

Tango en el Haddock

Quise prohibir que me desabrocharas
el corazón cansado, en esta noche
que huele al humo negro de un dibujo
y a las cenizas, todavía inciertas,
del día que aún el sol no ha sorprendido.

Parece que los peces sin embargo
se han puesto de tu parte.
Veo cómo uno salta de tu vaso a mi copa.

La llama en las bujías tiene sueño.
Entre todas componen
una coral de estrellas excitadas.
Víctor se tambalea, canta... y cuenta
viejas historias de uruguayo anciano
—joven de corazón y en el tango porteño—
Pero para nosotros es nueva cada nota.

Un recital copiado por la pared de luna
que es testigo eficaz de nuestras voces.
También de la mordaza
y de la lágrima jamás vertida.

El piano y los cigarros
hacen que el aire duela en las entrañas
y siento descoserse uno por uno
los cincuenta botones
que fijaban mi alma a este planeta.

     (Del libro “Sospecho que soy humo”)



ALBERTO VALERO


Las cuatro de la mañana

No me despierto, ya lo estoy,
solo esperaba leyendo a Gil Albert.
Ya es la hora de la prueba.
Pongo los dedos en el teclado.
Mi pensamiento está en el silencio,
no le oigo, no oigo nada
o estoy sordo
o algún eco del poeta leído
la esconde tras su canto.
Quizás mi mente acostumbrada a esa hora
duerme sin más, se niega a atenderme
No es su momento, me deja solo,
mis parpados pesan,
escribo esto sin pensarlo mucho
¿Será un poema?

Bostezo, apago y me duermo.




JAVIER DELGADO

El albor


Aunque la noche se ha cubierto de garabatos de neón
resta un lejano latido de espumas en lo oscuro. Me pienso
Malèvich, hallando paz en lo negro.

Es probable el silencio pero no es viable: flotan
medusas de largos flecos bajo la espuma

Y la repetida estupidez de la orilla, sólo un eco abisal.
Una voracidad de luz que ilumina el muelle,
rojo babor, estribor verde.

Puedo llegar a desear noche, sueño, desorientación…
El indistinguible tránsito del agua bajo los pies. Pudiera
ser la arena.

Y sin embargo, todavía espero
un húmedo albor
creciéndome en las manos.




PAULINO APARICIO



¡Qué fuerza!

¡Qué fuerza de árbol en el rio!
¡Cuánto desvestirse por las noches
escuchando a los juncos!
Huele la tierra. Se escucha
la simiente que agota sus posturas.

Te siento como madera, otoño;
voy hacia ti. Me llama tu cansancio:
harapos de la luz mueven las manos
en un decorado que se viste
con saliva de perro.

Llovió de noche. Está herida la grava.
Quiero tenerte un poco, como el niño que siente
el calor del juguete
antes de tener sueño.


JORGE MATO

Dos lágrimas

No se sabe bien cuál fue la razón por la que, tras siglos de inútil huída, de elevación hacia lo alto de su metamorfosis en laurel inacabado, apenas abrazada por la mano de su amante volvió por un instante el rostro hacia el joven Apolo.
Lo cierto es que, al volver la mirada descubrió que de los ojos amorosos y bellos de su perseguidor resbalaban dos lágrimas.
Dos lágrimas que, tal vez puestas ahí por la mano sabia y comprensiva de Bernini, habían estado brillando en sus mejillas durante siglos.
De nada sirvió entonces el efecto de la vengativa flecha que Cupido clavó en ella.
Volviendo sobre sus pasos, Dafne, recuperando su figura esbelta y desprendiendo de su cuerpo cualquier señal de vegetal sonrió por fin comprendiendo satisfecha que el destino de los amantes no lo dirigen los dioses.
Cuando aquella mañana los visitantes de Villa Borghese penetraron en la sala vieron, sorprendidos, que los dos jóvenes que durante años protagonizaron la imposible pasión amorosa que tan bellamente alguien plasmó en mármol, yacían ahora juntos, abrazados y dormidos, sobre un lecho de hojas de laurel.




JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ GARCÍA (Publicado en su libro “Vidrio y Alambre”. Poema propuesto por Jorge Mato)

La ilusión del poeta

Qué leve el volar
y la huida del gorrión,
semejante al suspiro del maestro
o al lamento de madera de la mujer
a la que insulta la noche,
qué leve,
como la carrera suicida del indio
o la ilusión del poeta
que contempla el cielo cárdeno.



J.L. Rodríguez García (León, 1949) es profesor de Filosofía en la Universidad de Zaragoza. Entre sus publicaciones académicas destacan F. Hölderlin: el exiliado en la tierra (1987). J.P. Sartre: la pasión de la libertad (2004). Crítica de la razón posmoderna (2006) Poesía: En la noche más transparente (1993), Pentateuco para náufragos (1998). Voces en el desierto (2009).
Y novelista: Manos negras (1996). El ángel vencido (2002). El hombre asediado (2006). Su última novela, El tercer concierto (2010) una emocionada evocación de Chopin y su tiempo.
Ha merecido, entre otros, los premios bienal provincial de León, Ciudad de Valencia de novela, Ramón Sijé de novela corta, Ciudad de San Sebastián y Pérez Galdós de cuentos.


JAIME GIL DE BIEDMA (Poema propuesto por Vicente Moratilla)


Pasan lentos los días
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad.
Mirad:
somos nosotros.

Un destino condujo diestramente
las horas, y brotó la compañía.
Llegaban las noches. Al amor de ellas
nosotros encendíamos palabras,
las palabras que luego abandonamos
para subir a más
empezamos a ser los compañeros
que se conocen
por encima de la voz o de la seña.

Ahora sí. Pueden alzarse
las gentiles palabras
--esas que ya no dicen cosas--,
flotar ligeramente sobre el aire;
porque estamos nosotros enzarzados
en mundo, sarmentosos
de historia acumulada,
y está la compañía que formamos plena,
frondosa de presencias.
Detrás de cada uno
vela su casa, el campo, la distancia.

Pero callad.
Quiero deciros algo.
Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo sobre el mío,
y yo aunque esté callado doy las gracias,
porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
Quiero deciros cómo todos trajimos
nuestras vidas aquí, para contarlas.
Largamente, los unos a los otros
en el rincón hablamos, tantos meses!
que no sabemos bien, y en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el dolor es tierno.

¡Ay el tiempo! Ya todo se comprende. 




ENRIQUE GRACIA TRINIDAD (Un poema de su libro "Todo es papel" propuesto por Gracia Iglesias)

A contrapelo

Cuando yo aún era joven de verdad,
quiero decir tan joven
que no me era preciso parecerlo,
perdía el tiempo como todos,
no había que ganarlo.
Ya lo saben las madres y el futuro:
los jóvenes están capacitados
para perder el tiempo como nadie.
Ahora soy joven sólo algunas veces,
no aquellas del recuerdo, como dicen,
—la memoria es lo más viejo del mundo—,
sino las que me olvido del pasado;
soy joven del revés,
a contrapelo siempre,
un raro chico lleno de cansancio,
un adulto que aún busca la pendencia.
                                                        Y estoy seguro de una cosa:
                                                        que no he parado de perder el tiempo.



CARLOS BERNAL


Las palabras transparente


Las palabras no pueden sustituir un abrazo,
sirven para que lleguen mis deseos
difuminados fantasmagóricamente tras unas sabanas acaso transparentes,
donde no solo  podemos ver nuestro cuerpo,
también el Áurea radiante,
que con luz propia,
realiza nuestros más profundos pensamientos.

Fantasmas que revolotean
como torrentes que vienen y van.
Desvaídos espectralmente tras una llanura nívea,
dorada y radiante.

Fantasmas que se posan
como un surtidor que aparece y cambia.























¿Hay alguien ahí? ¿Podrían cerrar las compuertas un poco?



Tenemos que acabar el número y estamos preocupados por la que está cayendo. Y no nos referimos solamente al agua. Pero, como no nos queremos meter en charcos, salimos por la tangente y seguimos, así que al grano.
En principio –con la apertura de una cuenta en Ibercaja- ya estamos con todas las bendiciones apostólicas para ejercer como Asociación Cultural. Por fin.

Después de su periplo por el sur del país,  Gracia Iglesias ya está a pleno pulmón nadando por la Tertulia. Queremos darle la enhorabuena por el éxito de su travesía y por haber anclado de nuevo entre nosotros.

Paulino Aparicio acaba de editar un libro de poemas dedicados al nacimiento de su primer nieto, con ilustraciones de otro de nuestros tertulianos: Javier Delgado. El recién nacido viene con un pan bajo un brazo y un poemario bajo el otro, ¡ya es suerte!
Gracia Iglesias también está de reestreno ya que ha sacado nueva edición de su libro de poemas, Aunque cubras mi cuerpo de cerezas. Premio Nacional de Poesía Miguel Hernández, 2004. Te queremos y le queremos, claro.

Tenemos nuevo patrocinador con ganas de hacer muchas cosas con nosotros, Dublin House en la Plaza Mayor. Nos brinda su planta baja para hacer eventos mensuales. En otras instalaciones de la calle Mayor, en el pasado, nos acogió en nuestra primera tertulia literaria. Gracias por estar entre nosotros.
Dublin House junto  a Aache Ediciones, Laura Domínguez y el Casino Principal nos ayudan para hacer realidad nuestro sueño de hacer poesía. Gracias a todos, de corazón.

Para todos los que queráis números atrasados de nuestro fanzine, DISCOPI Cuesta del Matadero, 17 en Guadalajara.
Nuestro blog  es di-versos-guada.blogspot.com
Camisetas impresas con nuestro logo en PENTÁGONO, Alvargómez de Ciudad Real, 13 en Guadalajara.