martes, 19 de enero de 2016

DIVERSOS 103

DIVERSOS
103. SEMANARIO DE LA TERTULIA POÉTICA GUADALAJARA

enero de 2016


Reventando de alegría, así nos hemos quedado estos días. Ahítos de zampa y eso se nota en la creación de los poemas. A más kilos menos gracia los versos. Hasta el David de Miguel Ángel ha salido trastabillado estas Navidades. Dándole a la andorga se nos olvida que tenemos que crear, que tenemos una tertulia que cuidar. Solamente la mala conciencia de las lorzas nos lleva a las promesas de cuidarnos para poder llegar a las próximas fiestas y volver a engordar. Esta vida es una continua elongación y contracción de nuestros estómagos con su directa conexión con el cerebro. Si fuéramos capaces de controlar el chocolate y el cava, otro color tendríamos en la poesía que sale de nosotros. Este va a ser el último año que nos pasamos en las mesas. Esto lo decimos, como casi todos los años que nos hacemos el mismo propósito. Otra cosa es que lo cumplamos. JLGR


ISABEL MUÑOZ

Estoy en casa
agazapada
tras la ventana

protegida de todos
que no de mí.

Ellos no quieren entrar,
ni yo salir.

La parca no lo sabe,
es Navidad

Llueve, hay luces,
compras, pausas,
risas y llantos.

Calma, sosiego.
Un día más,
un día menos.


VICENTE MORATILLA

Es otoño
y entra el sol por mi ventana,
se oye un murmullo de charcos
que sube desde la plaza,
miro al cielo 
que parece un escenario
con cortinas azuladas,
y el sol, como un dios suave
va inundando mi estancia.
Hoy me siento como un rey,
es una suerte 
tanta belleza en mi casa.


L´Amateur. Honorè  Daumier (1808 1879)





























( 1913, Barcelona - 1984, Barcelona)

JOSÉ ANTONIO CODERCH DE SENMENAT (Traído a la tertulia por Jorge Mato)

Espiritualidad de la arquitectura 

Discurso  de ingreso del Académico electo
Ilmo. Sr.Don José Antonio Coderch de Sentmenat
Leído en la Sala de Actos de la Academia(Real Academia de Bellas Artes de San Jorge)
El martes 31 de mayo de 1977

Señoras y Señores:
………..
Un viejo y famoso arquitecto americano le decía a otro mucho más joven que le pedía consejo:
” Abre bien los ojos; mira, es mucho más sencillo de lo que imaginas”. También le decía: Detrás de cada edificio que ves hay un hombre que no ves”. Un hombre, no decía siquiera un arquitecto.
Los genios innecesarios  
No creo que sean  milagros o genios lo que necesitamos ahora. Creo que los genios son acontecimientos, no metas o fines. Tampoco creo que necesitemos pontífices de la Arquitectura, ni grandes doctrinarios, ni profetas, siempre dudosos. Algo de tradición viva está todavía a nuestro alcance, y muchas viejas doctrinas morales en relación con nosotros mismos y con nuestro oficio o profesión de arquitectos ( y empleo estos términos en su mejor sentido tradicional). Necesitamos aprovechar lo poco que nos queda de tradición y ética verdaderas en esta época en que las más hermosas palabras han perdido prácticamente su real y verdadera significación.
Necesitamos que los miles y miles de arquitectos que andan por el mundo piensen menos en Arquitectura (con mayúsculas) en dinero o en las ciudades del año 2000, y más en su oficio de arquitecto. Que trabajen con una cuerda atada al pie para que no puedan ir demasiado lejos de la tierra en la que tienen raíces, y de los hombres que mejor conocen, siempre apoyándose en una base firme de dedicación, de buena voluntad y de honradez (honor).
Tengo el convencimiento de que cualquier arquitecto de nuestros días medianamente dotado y preparado, si puede entender esto, también puede realizar una obra verdaderamente viva. Esto es para mí lo más importante, mucho más que cualquier otra consideración o finalidad, sólo en apariencia de orden superior.
Creo que nacerá una auténtica y nueva tradición viva de obras que pueden ser muy diversas, pero que habrán sido llevadas a cabo con un profundo conocimiento de lo fundamental, y con una gran conciencia, sin preocuparse del resultado final que, afortunadamente, en cada caso se nos escapa y que no es un fin en sí, sino una consecuencia.
……………..
Una frase de Einstein preside nuestro despacho desde hace muchos años; “La cosa más hermosa que un hombre pueda sentir es el lado misterioso de la vida. En él está la cuna  del Arte y de la Ciencia verdadera”.
Y aquí, aunque parezca contradictorio, vuelvo al principio de cuanto he expresado, sin ánimo de dar lecciones a nadie, con una y profunda convicción.
He dicho.



 Casa Rozés

JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO
































Algunas veces me pregunto qué pinto yo en esta verbena; en esta feria de vanidades de la cosa de la poesía. Quién me dio candela en el entierro de las letras que me amenaza sin duda.


¿Qué pretendía la Creación
cuando nos dio carita de papa arrugada
 y mojo picón para nuestra venida al mundo…
 y qué pretende ahora cuando nos convierte
en papa moteada para la vejez?

La vida es un acordeón
que pone alegres sones al paso de oca parda
del desfile del tiempo.
Los minutos y horas golpeando al adoquín
con el ala erecta del saludo romano.

Ave historia. Los que vamos a morir te saludamos.
Principio y fin con las mismas rutinas,
agitando las manitas entre lloros de bienvenida
y llantos de despedida forzosa.





JOSÉ ANTONIO ALONSO

A Javier Simón

Oda al camarero

      Solícito galán atiendetodo.
Aspirinero fiel, sacarinero
mayor de nuestros reinos,
velador de resacas, compañero
de largas soledades.

¡Quién, sino tú,
merecedor de cenas y homenajes!
Adalid de la noche.
Pajaritero oidor de retahilas.
Guardián de los secretos.
Gran memorizador.
Equilibrista
de repletas bandejas
donde vuelan
el calor y el amor de tus licores.

      Pidedisculpas siempre.
Cafetero.
Jardinero cortés de las gargantas.
Proveedor oficial de los cantores.
Cónsul y hermano de la poesía.
Paciente esperador en la infinita
hora de la cancela.
Acunador de sueños.
Camarero. Sereno
                                                             acompañante de nostalgias.


CARMEN NIÑO

                                               Sorpréndeme
  
Sorpréndeme cuando la mañana despierta
al canto de la alondra.
Cólmame de sueños con el ave nocturna,
que inaugura el cielo de la noche.
Cubre mi gloria con tu mano,
abanico mudo de sensaciones
bordando sutilmente la comisura
de mis labios inquietos.
Te esperaré con tus notas en la partitura,
componiendo una inocente melodía de arena.
Y serás compañero, amigo, amante,
sueño con alas de libertad.
Constante vital en un mundo imperfecto.




PABLO LLORENTE


Mecidos por el viento
              (Molinos eólicos)

  Gigantes de tres brazos
airosos reman
mecidos por el viento.
  Filas y bosques de colosos
giran discordantes sus aspas
para mover la vida.


Río de Piedras

eres sangre alcarreña,
creas, nutres la vida,
somos tus hijos.


LUIS PÉREZ
Violencia de género. Soneto.

Puede el hombre avivar con su demencia

Puede el hombre avivar con su demencia
el fruto de conductas represoras,
a veces demasiado trasgresoras
que hasta al chulo remuerda su conciencia.

Y lo digo quizás por experiencia
habiendo visto reglas opresoras,
que sobre todo sufren las señoras
sometidas a casos de violencia.

Malditos sean quienes con su mano
hoy traten de imponer su voluntad
quitando a sus parejas larga vida,

pues salvación no tiene hoy el tirano
por mucho que defienda su verdad
al tapar con monsergas tanta herida.




VICENTE ORALLO
Líneas

He aprendido del amor y de sus causas.
He viajado por todos esos mares
del la piel y del deseo,
sabiendo nulidades y desprecios,
acotando la sutileza del verbo.

He visto las miserias del destino,
la infame vicisitud cegándote el esfuerzo,
una estúpida acción inerte
que yace por absurdos caminos
e ignora el bagaje de un sombrío pasado.

Atravesé montañas sin el cierto equipaje,
anduve despiadado..., y sumiso en el cariño.
Me confieso errante y ermitaño hacia tu frente,
un caminante sin flor y sin pasado soy,
porque sé que cada vez estás más cerca.

Y ahora parece que te he encontrado...
y reencontrado tras las cortinas del silencio.
Parece venir a mí un oleaje de ternura,
el viento cálido que anuncia la esperanza,
tus manos libres para amar y renacerme.

Tal vez llore tus heridas estridentes,
tal vez calle esta voz que escucha,
pues llegas a mí aleteándome despierta.
Eres la móvil duna transformándose,
en un mar de luna y plata.

Ahora has venido a mí, reinante y humilde.
Sabiendo que el mayor afecto no es un te quiero,
sino extender los brazos, la sonrisa,
mirarte al rostro con ojos despiertos,
...y decirte: HE AQUÍ EL AMOR.



    CARMEN BRIS

Aurora

Al despertar, contemplo la armonía
del cerro que se yergue en la distancia
y el claro resplandor que anuncia el día.

Un mágico arrebol, se desparrama
por la tierra sedienta de su luz,
de su color caliente,
de su primer temblor.

Va pintando en bruscas pinceladas
laderas y barrancos a contraluz,
va surgiendo gozosa en la noche
la belleza del árbol, del pájaro y la flor
como un inmenso cáliz que se abriera
en todo su esplendor.

Allí, mirando en la distancia,
veo surgir el día preñado de color,
que se extiende por todo el universo
y me trasformo yo.



Castillo de Jadraque. Fermín Santos. (Escritos de Antonio Herrera)

ALBERTO VALERO

Esa mirada del mar

Hoy, por no sentirme solo
me acerqué al acantilado
le pedí al mar compañía,
y me pareció enfadado.
Yo buscaba la belleza,
escuchando, en el sosiego
su clamor es un abrazo,
con el rizo de su canto,
de sus timbales de roca
y el oleaje danzando.
Pero hay algo disonante
y se parece a un lamento
como de lodo manchado.
Alzo la mirada y busco
en su lejano horizonte
Me encuentro con su mirada
en mis ojos se ha clavado,

es triste, muy sorprendida


temerosa, de asustado,
es de perdón, que da y pide
más respeto a los humanos,
¿por qué lo ensuciamos tanto?
nos clama ayuda, nos llama
mientras lo sigo escuchando
no sé qué hacer, no respondo,
vergüenza, es lo que yo siento
mientras que mis ojos bajo,
sin atreverme a mirarlo,
con lágrimas transparentes
por mis mejillas rodando.


MATÍAS RIVAS (Cogido por los pelos por J.L. Gómez Recio)
Un cuento por catorce lucas*
Los escritores fantasmas –a veces conocidos como negros– son comunes en el mundo editorial. De alguna manera, ser uno de ellos es un escalón para ascender a la categoría de editor. En los sellos editoriales, son sujetos conocidos, de confianza, y piezas fundamentales para sacar adelante ciertos proyectos. Nadie que trabaje en el mundo de los libros encuentra inmoral que existan autores a los que se les escriban los libros; tampoco es escandaloso que famosas celebridades de las letras ocupen en ocasiones a escritores menores y pagados para que los ayuden a salir de los compromisos que los tienen neuróticos y en sequía. Yo, por lo menos, admiro a los escritores fantasmas que hacen su trabajo con solvencia y que respetan la regla esencial del silencio (no contar a quién suplantan). En el medio chileno, según mi experiencia, son pocos los que valen la pena y muchos los que ofrecen estos servicios sin demasiados conocimientos gramaticales, lo cual es una vergüenza, y lo que es peor aún, sin lealtad hacia sus clientes. Algunos, incluso, terminan confundiendo el trabajo de escribir por otro con una hazaña personal que cuentan a sus amigos para congraciarse. Por supuesto que también hay clientes abusadores. Pero nadie que se dedica a este asunto lo hace por obligación. La única razón para trabajar como escritor fantasma es la necesidad de dinero y, en los casos más retorcidos, por el minúsculo poder que da hacerse pasar por otro, imitarlo o darle una voz.
El primer trabajo individual que me tocó realizar como escritor de este tipo fue arreglar un cuento de un autor de alguna fama. El tipo tenía problemas con un relato y quería enviarlo a un concurso. Le quedaban dos días y no sabía cómo salir del embrollo. Nos reunimos en un café en Providencia, medio escondido, y me ofreció la mísera suma de catorce mil pesos por darle un hilo coherente a su relato. La verdad es que en esos años no estaba en condiciones de negociar nada, así que acepté. Venía saliendo de una casa editorial en la que había estado haciendo cosas similares aunque por un sueldo fijo. Pronto entendí que la suma de dinero que me habían prometido estaba relacionada con las páginas del cuento, que eran catorce. O sea, a luca la página. Era poco y el tiempo era escaso. Escribí varias versiones del mismo cuento durante el día siguiente hasta quedar agotado. Necesitaba mucho más que una mejora, ya que la voz del personaje principal no funcionaba como verosímil. Hasta que di con la expresión que buscaba. El personaje central era un delincuente y la entonación y el lenguaje tenían que corresponder y debía evitar caer en un naturalismo extremo. No fue fácil. Durante horas me sentí angustiado por la tarea, pero cuando alcancé el tono deseado todo se me hizo fácil. Entregué en la fecha acordada la versión que creía indicada y esperé que mi cliente-escritor la leyera ante mí para ver si estaba de acuerdo con el trabajo. Después de mirar al escritor cómo leía su cuento escrito por mí en una tensa espera de novato, recibí unas secas gracias y la plata en billetes, lo que me alivió. A los dos meses supe que con el cuento el autor se había ganado el premio que consistía en varios millones. Me sentí orgulloso y pensé que me iba a llamar mi ex cliente para comentar, pero ni siquiera me invitó a la ceremonia donde le otorgaron el reconocimiento por su elogiado relato.
Con el tiempo me doy cuenta que esta experiencia fue reveladora y crucial para mí. Me mostró sin romanticismo la realidad que implica el trabajo del escritor fantasma. Suspender el ego y no involucrarse con el material que se manipula son reglas que nunca deben perderse de vista si uno está dispuesto a suplantar a otro. Si uno logra esta disciplina y conoce su oficio, obtendrá la confianza de los necesitados de esta clase de ayudas especializadas. Tiempo después me llamó un amigo de mi primer cliente y me encargó una novela. Esta vez era harto más dinero. Aprendí que se pasan el dato con suma prudencia los menesterosos del lenguaje. El silencio es oro en estos casos.

*El luca equivale a mil pesos. Viene al pelo porque había que rellenar la página catorce de este número de Diversos.

Matías Rivas es un poeta y director de Publicaciones de la Universidad Diego Portales, Santiago de Chile. Este cuento fue publicado por la revista Dossier

  
REFLEJOS DE LA TERTULIA

Chirrían los pernios de la puerta que da acceso al salón donde cada miércoles, fieles, nos reunimos los Diversos contertulios. Se lamentan los goznes con pequeños quejidos de aprendiz de castillo cada vez que alguien cruza su dintel de madera; una mano piadosa debería aliviar su desconsuelo dándole de beber un poquito de aceite. Sin embargo, no molesta el sonido cuando anuncia un llenazo absoluto y un trajín de butacas, sillones y sillas arrimadas a un corro cada vez más nutrido de poetas que nos reencontramos después de los excesos navideños. Música celestial que preludia palabras en verso y muy agradables digresiones en prosa: juegos de lógica, pactos con el diablo, hasta didácticos comentarios sobre el nombre y la forma de los golondrinos.
Fue nuestro matemático de letras, Manolo Sanz, quien rompió el hielo de las disertaciones con una interesante explicación del proceso de inducción matemática, a partir del cuento “El diablo de la botella” de R.L. Stevenson y de una demostración práctica en forma de juego en el que todos nos convertimos en postores de una subasta inversa, pagando lo mínimo posible por una botella mágica. Calculadora en mano, Vicente Orallo llegó incluso a estimar los millones de años que la dicha botella podría estar vagando por el mundo y el debate tomó varias bifurcaciones desde la lógica al alma, del pavo inductivista de Bertrand Russel a los literarios pactos con Satán de Goethe y Navokob.


Tras la lúdica intervención de José Luis Gómez Recio a propósito del nombre de los forúnculos que anidan bajo los alerones, Jorge Mato apeló a su faceta de arquitecto para compartir con nosotros ciertas reflexiones del maestro en dicho arte José Antonio Coderch de Senmenat, aplicables al quehacer de todo creador que ha de mantener un pie en la tierra, si quiere que sus obras no se inflen de aire como globos y se escapen al cielo de los incomprendidos.
Un comentario de Pablo Llorente sobre el mérito de los poetas que viven de su poesía (y de las actividades derivadas) condujo a la frase: “es una pena que la poesía no sea comestible”, a la cual siguió una pequeña conferencia de quien suscribe estas líneas sobre distintas muestras de ese género en concreto realizadas en ciudades como Sevilla, donde la editorial Cangrejo Pistolero realizó una atractiva exposición de esta especie de subgénero culinario de la poesía visual de Joan Brossa. Cuando logramos salir de este alimenticio paréntesis, nos alegramos con el anuncio de la inminente publicación de un nuevo libro de poesía del propio Pablo, titulado “Vivir Wad al-Hayarah”.
No faltó el consabido debate sobre la longitud de los poemas, enriquecido esta vez con una acertada aportación de José Antonio Alonso a propósito de la coyuntura y contexto que pueden hacer pertinente o no la lectura o publicación de ciertos textos, aptos para unas situaciones pero no para otras; lo cual nos condujo a hablar de la puesta en escena y analogías entre teatro y poesía.
Entre poema y poema, también tuvimos tiempo de debatir sobre el matiz que existe entre verdad y verosimilitud. Se quedaron en el tintero –esperamos que para otra ocasión– la aportación de poesía comparada que Lola Alarcón no pudo leernos porque tenía que marcharse, y un nuevo juego de lógica que Mato quiso proponer cuando ya las falanges de poetas se habían disgregado. To be continued GRACIA IGLESIAS














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Números atrasados COPIPLUS, Condesa de la Vega del Pozo, 3. Guadalajara