viernes, 25 de marzo de 2016

Diversos 112



DIVERSOS
    112. TERTULIA POÉTICA  GUADALAJARA  marzo 2016


 Levántate y grita todo lo que tienes dentro de ti


No te aguantes más. Estás en tu perfecto derecho de romper el silencio. Nadie te va a culpar por decir a los cuatro vientos que te duele la vida. Que te mata el amor. Que ya no aguantas más las injusticias. Que ves otros colores en la naturaleza que brota.

Eres el filósofo creador de idiomas al que pocas personas le van a entender. Un francotirador de sentimientos cargados de destino que puede que acierte solo una vez.
 

El mundo necesita de ti y de todos nosotros aunque nos duela. No necesitamos hacer sagas ni enciclopedias para trascender. Estamos para hablar claro y en pocas, muy pocas palabras. Nos necesitan los amantes tras las madreselvas, o los que sacan melodías a los muelles oxidados de los colchones de segunda mano.


No pienses que sobras en la urdimbre de esta sociedad. Naciste para gritar y debes de hacerlo, ¿qué nadie te sigue…? Qué más da. Eres grande porque tienes un cerebro que está lleno de certezas. No las dejes en la fresquera. No son huevos para los zorros de paso. 

José Luis Gómez Recio







JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO

Primero de hoy

Con P de poesía y puta
que se va con el astrolabio
y nos deja acíbar agrio.

Con P de palabra y polla
disparo de mucho ruido,
matasuegras de usar y tirar.

Con P de pobruco y patán
que suspira y se encoña
arribando al puerto del dolor.

Con P de pascua y pena
pamplinas rompe y rasga
con más risas que cilicios.

Pes que vuelan por el filo
del papel verjurado,
palabras tontas y plateadas.






Segundo de hoy

Solo como los postes de telégrafo de una carretera absurda
como los canjilones de una noria abandonada
como las vagonetas de una mina desierta y podrida…
como las piernas de las muchachas violadas en la tarde.

Estoy tan solo como tú lo estás ahora, ¿me equivoco?
como todos los solos -lesos -locos de orín cosidos por cadena.

Solo tenemos certeza en los amigos que nos van a traicionar;
que ya lo están haciendo en estos precisos momentos,
que lo van a seguir haciendo en el futuro porque nosotros nunca vamos a querer ir contra la parva, cansina, desapacible
y lenta vida del presente.


                                                                                                   Ilustración de Conder




DANIEL VAZQUEZ
La eternidad que escondes
      
Tus brazos me rodean como viento
que me rapta hacia lo desconocido,
su tacto llameante, sin vestido,
guarda un sentir celestial que es momento.

En la mundana tierra y su escarmiento
tu abrazo de ángel es seguro nido,
allí donde reposa mi sentido
sumido en los mares del firmamento.

Laten la noche y su ser en tus venas,
palpita en ti una vida inmaculada
que me aprisiona con libres cadenas

y me revela una voz silenciada,
aquella cuyas severas condenas
nos empujan a la altura estrellada.





 Mujer sobre el cielo del agua







SAMUEL TAYLOR COLERIDGE.  Traemos al poeta inglés gracias al trabajo de traducción de nuestro más  joven poeta de la tertulia: Daniel Vázquez, desde Washington. 






Balada de la oscura dama       
Bajo aquel abedul de piel de plata
y ramas tan hermosas y oscilantes,
el arroyo se dispersa en la roca,
¡y todo está musgoso!

Allí ella sobre el musgo está sentada,
la Oscura Dama en silente pesar;
la pesada lágrima brota en su ojo,
cae y crece otra vez.

Ella tres veces envía a su paje
al acastillado seno del monte
por si hallara al caballero que porta
el Grifo por blasón.

El Sol estaba menguando en el cielo
y ella permaneció allí todo el día,
contando instantes, soñando temores,
¿oh, por qué se retrasa?

Escucha un crujido sobre el arroyo,
¡lejos ve el balanceo de una rama!
¡Es él! ¡Mi caballero prometido!
Lord Falkland, ¡eres tú!

Se levanta, en torno al cuello le abraza,
solloza mil esperanzas y miedos,
sus besos relucen en sus mejillas
y en su llanto se extingue.

***
‘¡Mis amigas con amargas palabras
se burlan, me ofrecen volar a ti!
¡Cédeme el amparo de tu regazo!
¡Resguárdame, protégeme!’

‘Henry mío, es mucho lo que te he dado,
lo que nunca podré recuperar,
te di mi corazón, mi paz te di,
¡oh, Cielos! Te di todo’.
Respondió el caballero a la Doncella
sosteniendo contra el pecho su mano.
‘Nueve castillos tiene mi señor,
no hay mayor majestad’.

‘El más hermoso será de mi amor,
¡el castillo más bello de los nueve!
Espera a que las estrellas asomen,
tuyo será el más bello’.

‘Aguarda a que la mano de la noche
cierre a lo lejos su cerco al Oeste,
¡y entre la oscuridad avanzaremos
bajo trémulos astros!’

‘¿La oscuridad? ¿La oscuridad? ¿La noche?
¿Cómo? ¿Cómo? ¿Los titilantes astros?
¡Oh, Dios! ¡Fue en el cénit del mediodía!
¡Él juró sacro voto!’

‘Y será en el mediodía, mi amor,
cuando me llevarás del hogar,
con dulces niños vestidos de blanco
esparciendo las flores’.

‘Los juglares a la cabeza irán
con música por las nobles estancias
junto a niños de camisas cual nieve
que esparcirán las flores’.

‘Así mi amor y yo caminaremos,
mi pelo azabache en trenzas de nácar,
por entre nuestros gentiles vasallos
y doncellas nupciales’.


Samuel Taylor Coleridge (1772-1834) se erige como una de las principales figuras del Romanticismo inglés, concretamente de su oleada más temprana. Junto a su amigo y también reconocido literato William Wordsworth, fue uno de los poetas por excelencia a la hora de desarrollar y practicar el género poético de la “balada”, siendo quizá la más conocida de sus composiciones la Balada del Viejo Marinero.
La traducción ofrecida pertenece a una composición fragmentaria titulada en el original The Ballad of the Dark Ladie, un poema publicado por primera vez en 1834. Aunque existe una copia en un álbum privado que data de 1827, se cree que el poema ya existía de algún modo en 1798. También se halló tras la muerte del poeta una lista que éste había escrito donde sugería que originalmente esta balada constaba de 190 versos, a pesar de que ya sólo se conservan los 60 que se traducen aquí. Por otro lado, la balada posee dos partes bien diferenciadas, siendo en la segunda donde se puede encontrar la intervención directa de la doncella, a quien pertenece el discurso en su totalidad.]


LOLA VILLAVERDE

Fin de ciclo

Todo se desmorona alrededor
las ideas hermosas
se hacen polvo. 
El progreso anunciado
solo es un engaño
marchamos sin un fin
hacia ninguna parte. 
Los bosques han ardido
las cenizas oscurecen
el día, opacan el sol.
Se corroen los edificios
desde los cimientos
se vacían de vida
las ciudades.
Se eleva un grito desgarrado
mas no se escucha
en esta isla soleada,
no nos alcanza aquí
donde sigue creciendo
hierba verde.
La brisa trae aromas
de vida, de esperanza.
El mar nos protege 
del grito y las cenizas,
de momento.
A veces un alarido
llega de lejos,
nos alcanza
y una congoja
nos asfixia.
¿ Es que somos culpables
de vivir en esta isla sosegada?
Apreso la luz
degusto con deleite
siento por cada poro
absorbo la vida
porque es muy frágil
este Edén.
 







VICENTE MORATILLA
 





Más que un pueblo en el monte
prefiero las ciudades y la gente.
Quiero más la charla
y el bullicio de un café
que la lánguida quietud
del horizonte.
Porque la espiga y el pájaro comunican lo que saben;
lo evidente,
pero la calle, la obra del artista,
la palabra del amigo,
es alimento que me nutre
como el pan
de cada día.





NANA ANÓNIMA música de Manuel de Falla
Recomendada por Vicente Moratilla que incluso se atrevió a cantarla en voz baja






Nana

Duérmete, niño duerme,
duerme, mi alma,
duérmete, lucerito
de la mañana.
Nanita, nana,
nanita, nana,
duérmete, lucerito
de la mañana.






ALBERTO VALERO

         El poema que no compuse entonces
         cuando tanto me arropaban tus manos,
         cuando dormí tan seguro en tus pechos.
         Sea para ti, madre, un anticipo
         de mi amor franco por tu ser como eres.

         De noche cuando todo queda oscuro
         tu sombra es todo luz cuando te pienso.
         Tus besos son pecados perdonados.
         Tus brazos son las alas que me elevan
         por tranquilos paraísos muy remotos.
         Tus lágrimas la cura de mis males.
         Tu sonrisa el consuelo de mi pena.

         Fuiste la nana que el dormir arrulla.
         Fuiste el Ángel que vigiló mi sueño.

                            Gracias mamá, bésame y buenas noches
 





LUIS PÉREZ
Musa

Si el prosperar no fuera cuanto buscan
los políticos hoy con sus ungüentos,
graves resultarían sus lamentos
por los que cada día más se ofuscan.

Que será cualidad de los mortales
el pasarse la vida regañando,
tal vez deba decir despotricando
sobre sus propios vicios cerebrales.

Si parece que estén sermoneando
siempre a sus más preciados aprendices,
tratando de dejar sus cicatrices
sobre quienes seguimos confirmando
que la mejor señal será acusando
a quienes pasta sacan de la guerra,
sobre los que sin fin alguien se aferra
porque no les conciernen los oficios,
sino que bien rellenos de prejuicios
continúan rasgando nuestra tierra
 




MANUEL SANZ

El número Pi y la Nemotécnica

Este micro poema nos da las diez primeras cifras decimales de Pi.

“Con 1 hilo y 5 mariposas
se pueden hacer mil cosas”

                                                         Con (3)
1 hilo (1y4… 14)
y 5 (1y5… 15)
mariposas (9)
                                                         se (2)
pueden(6)
hacer(5)
mil (3)
cosas (5)

3,1415926535

Este otro, trabajado de la misma manera, nos daría las veinte  primeras cifras de Pi. Puedes intentarlo tú poeta.

“Soy y seré a todos definible,
mi nombre tengo que daros,
cociente diametral siempre inmedible
soy de los redondos aros”  

3,14159265358979502884
 



WISLAWA SZYMBORSKA Premio Nobel de Literatura 1996 que nos acercó Manuel Sanz en su incursión por el número Pi

 El número Pi


El número pi es digno de admiración
tres coma uno cuatro uno
todas sus cifras siguientes también son iniciales
cinco nueve dos, porque nunca se termina.
No se permite abarcarlo con la mirada seis cinco tres cinco
con un cálculo ocho nueve
con la imaginación siete nueve
o en broma tres dos tres, es decir, por comparación
cuatro seis con cualquier otra cosa
dos seis cuatro tres en el mundo.
La más larga serpiente después de varios metros se interrumpe
igualmente, aunque un poco más tarde, hacen las serpientes fabulosas.
El cortejo de cifras que forma el número Pi
no se detiene en el margen un folio,
es capaz de prolongarse por la mesa, a través del aire,
a través del muro, de una hoja, del nido de un pájaro,
de las nubes, directamente al cielo
a través de la total hinchazón e inmensidad del cielo.
¡Oh qué corta es la cola del cometa, como la de un ratón!
¿Qué frágil el rayo de la estrella que se encorva en cualquier espacio!
Pero aquí dos tres quince trescientos noventa
mi número de teléfono la talla de tu camisa
año mil novecientos setenta y tres sexto piso
número de habitantes sesenta y cinco décimos
la medida de la cadera dos dedos la charada y el código
en la que mi ruiseñor vuela y canta
y pide un comportamiento tranquilo
también trascurren la tierra y el cielo
pero no el número Pi, éste no,
él es todavía un buen cinco
no es un ocho cualquiera
ni el último siete
metiendo prisa, oh, metiendo prisa a la perezosa eternidad
para la permanencia.

JOSÉ ANTONIO ALONSO


En el mitin

En el mitin
  todos cantan
las mismas canciones.
Hay un único verso:
el del funambulista que sabe
jugar con las palabras,
el del partido que quiere
meter en la cabeza sus consignas.
  Y la plaza se vuelca,
encandilada,
apoyando la voz del candidato.

   Yo me marcho
silente entre la masa,
sin un símbolo,
sin un gesto,
sin una pegatina
 y sin una bandera.
Desnudo, solo
con mi poema.





CARMEN VALENTÍN

Pasan los años cuidando un tesoro.

Pasan los años, la contemplo en silencio
esa niña que un día me dieron
en un parto de madrugada.
Veo su esfuerzo por parecerse a los demás
su educación y ternura, su amor sin condición.
Lo malo lo convierte en bueno
la tristeza en alegría.
Siempre sentí que tenía que protegerla
pero hoy cuando los años me acechan
siento cómo me protege,
siento su amor y desvelo,
me cuida
              me mima
                           me cura de penas.
Siento que nunca amé a nadie tanto
nunca me dio sinsabores
 nunca agradeceré al cielo tanto
que me dejara este encargo
de cuidar un gran tesoro.
Dios siempre me ha compensado.
 




DON DENÍS DE PORTUGAL Sugerido por Lola Alarcón
 



--¡Ay flores, ay flores del verde pino,
si tenéis noticias de mi amigo!,
   ¿ay Dios, y dónde está?

¡Ay flores, ay flores del verde ramo,
si tenéis noticias de mi amado!
   ¿ay Dios, y dónde está?

si tenéis noticias de mi amigo,
aquel que mintió sobre lo que acordó conmigo,
   ¿ay Dios, y dónde está?

--Vos me preguntáis por vuestro amigo,
y yo os aseguro que está sano y vivo.
   --¿Ay Dios, y dónde está?

Vos me preguntáis por vuestro amado
y yo os aseguro que está vivo y sano.
   --¿Ay Dios, y dónde está?

Y yo os aseguro que está sano y vivo
y estará con vos antes de que el plazo venza,
   --¿Ay Dios, y dónde está?

Don Denís de Portugal (Lisboa, 1261 – Santarem, 1325) Nieto de Alfonso el Sabio, hijo de Alfonso III de Portugal y de Beatriz de Castilla, en Don Denis, rey desde 1279, culmina en todos los sentidos una de las tradiciones más singulares de la poesía medieval: La llamada “lírica gallego – portuguesa”, compuesta en esa lengua por trovadores de toda la Península.
La extensa producción con casi un centenar y medio de composiciones, es más extensa que cualquier otro trovador. Sus “cantigas de amigo” o canción de la moza enamorada  y las “cantigas de amor” de sesgo masculino aprovechan las lecciones de los trovadores provenzales (y franceses), para dotarlas de una atractiva concreción. Todavía el Marqués de Santillana apreciaba sus “invenciones sotiles” y “graciosas e dulces palabras”.

ISABEL MUÑOZ



Los contrarios

Rugosas
fuertes
ásperas
con grietas,
dedos de barro
terrones de tierra.
Seguras, finas,
manos de jornalero.
 




Suaves
fuertes
finas
luminosas,
dedos de cristal
alas de mariposas.
Seguras, firmes,
manos de pianista.





VICENTE ORALLO


Pasillos  

Estoy entre pasillos
de un centro comercial cualquiera.
Mis pasos divagan huellas
y un rastro de ilusiones
se quiebra entre el reloj perdido.
Ella, mujer sureña, viviendo en el norte.
Yo, sin norte y sin ella,
desmoronándome en mi sur.

No logro saber ni entender,
qué murmura la gente.
Se desvanecen a mi lado sus palabras
carentes de todo sentido.
Tal vez mi atención está desviada.
He querido comer...y no tengo hambre.
Vine a por café y me llevé la amargura.

Huyo disimulando...
por las escaleras mecánicas.
Bajan y bajan incesantes
para quemarme en sus infiernos.
Confío al menos...
que el coche me arranque
y, mi corazón...no  se detenga.
 




ANTONIO TERÁN
Se fue
Sauce , que caíste, sauce dulce.
En la tormenta te vi, al fin, vencerte.
del viento atroz, combarte.
Derrotado, sin nada donde asir.

Sauce, mi vida se inclina contigo,
de tu Majestad en la caída.
Yo insignificante,
todo perdido.

Me llevas entre tus hojas de llanto
y entretanto
el nudo de la vida
me atenaza.

¡Cómo me gustaría ser tú!
fiero y desafiante
agarrando la Tierra, que es tuya.
Tuya desde el principio.

Yo, en cambio, Sauce
me desarraigo y pierdo
toda mi vida.

Logré dos azules
y fueron aire
conseguí dos bermellones
y fueron  llanto.

Tú, Sauce, en tu caída
me acariciaste el rostro.
Y vi pasar
todo mi ser, lo que soy y lo que fui.
Sin raíces feroces
sin lágrimas, ya.
Sin sentido.

Seco y desabrido,
amargo y desarmado, Sauce
entiérrame en tu musgo,
en tu hiedra de vidrio,
arrástrame contigo.
 



JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO
Vaya polvo que somos (Publicado en Guadalajara 2000 10 de marzo de 2008)
Y más polvo que nunca en estas sacrosantas fechas de cilicios modelo malla gallinera. Capirotes con cubata incorporado. Velones con orejeras. Y zapadores de brazos tatuados, enarbolando con orgullo su palita  de acero cromado de la señorita Pepis.
Silencios de frufrús de mantillas al ligero aroma de la naftalina, con trazas de frutillas del bosque en desodorante. Y redobles furiosos de los cojos del grupo del hogar del jubilado, haciendo de contra ritmo al siseo de las cadenas de a kilo en los tobillos de los pecadores con mayúsculas. (Leve pausa para coger aire)
El olor de los contenedores callejeros, se ataca en la Semana Santa con  gases de incienso incontrolado. Densa fumarola que emanan las camillas andantes con bonete y puntillas blancas de punto de cruz, que son los sacristanes achispados  bamboleándose por la Calle Mayor. Con sus navetas  siempre cargadas de resina.
Y las autoridades. ¿Qué decir de los próceres que anteceden a los altares rodantes desbordados de flores de plástico y de las otras? Ahí van pasito a pasito, con sus trajes de luto, escapularios y capas castellanas que apenas pueden ocultar la colección de medallitas, estilo general soviético de los de antes, saludando con las cejas al personal doliente que les admira en el rockódromo de los cornetines. Recién salidos de la consulta popular a la que tanto deben.
También son días y noches de los párrocos, coadjutores y toda la curia en pleno que sacan sus galas de los domingos. Pero casi prefiero no reparar mucho en ellos, porque corres el riesgo de que te lancen algún anatema envenenado y luego te tengas que arrepentir. El único cura que tenía derecho a  dar risa era el reverendo don Camilo, de Guareschi.



Son  horas adecuadas para que un niño llore en la noche de la novela negra de la Pasión. No porque le haya alcanzado alguna saeta mal dirigida -de esas hay pocas en nuestra tierra, más de joticas que de llantos- sino porque se le ha aflojado el vientre al nene por culpa de un frigodedo pasado de fecha. 

Mientras tanto, los Protagonistas de la obra, con su quietud y seriedad secular, han quedado, como todos los años por las mismas fechas, en alguna esquina privilegiada de Guadalajara para mirarse a los ojos y arrancar más de una lagrimita al personal. Totalmente ajenos al spaghetti en que está acabando la ceremonia sangrienta. Pasando del rollito costroso que nos hemos montado en su recuerdo.

De siempre me ha gustado y me ha asustado la Semana Santa de nuestro terruño. Desde que tengo uso de razón y junto a mis siete hermanos y mi madre, hemos pasado estos días en las tierras de pan y vino de Hita atizándole a la limonada y las torrijas de leche y vino. Jugando al mus vocinglero. Paseando por la carretera de Soria cuando esta se tragaba un coche por hora. Poniendo algún hombro que otro a la Virgen de la Soledad en sus paseos desde la Ermita a la Iglesia y viceversa. Leyendo a gañote partido los pasajes de la Pasión y, a la chita callando, a Julio Verne, Emilio Salgari y Karl May para compensar la tensión. De cuando en cuando, hala, visita extra a los oficios de otros pueblos. Para acumular puntos y rematar la faena.

Lo del polvo de camposanto que somos, la verdad es que me acojona, para qué vamos a decir nada en contrario. Prefiero pasar de puntillas por el detalle de marras. Es público y notorio que, por esa tremenda experiencia de cague, me convalidaron hasta tercero de publicidad en la escuela oficial. Lo que ocurre es que tenemos costumbre de reflexionar en estos días y pasa lo que pasa con las mentes débiles como la mía.




Fotografía: Julie Cherki

Espero llegar al fin de mis días habiendo suspendido en el examen final y teniendo que repetir toda la vida. Por lerdo y por haber demostrado poco interés en aprender. A ver si me entero de una vez por todas que vivir es más serio de lo que estoy pensando hasta ahora. 

Es más, aunque no repita, (porque me lo veo venir, y me parece que a los jueces del Valle de Josafat no les hago maldita gracia) creo que tampoco voy a tener el privilegio de ser recordado, mientras se atizan dándose zurriagazos en mi honor en sus espaldas. Porque ese jardín no me

lo estoy trabajando. Sinceramente.
Semana trágica semana de espinas, ceniza y saco.
De madera y clavo. De hoguera y gregoriano.
De bacalao sin espinas pero con garbanzos y espinacas.
De cuaresma de Mayo sin quitarte el sayo.
Al fondo, con los latines de flectamus genua y levate,
los arciprestes juegan a la ola con los creyentes
.
XAVIER DE TUSALLE
Un dicho en el espejo

Me acerqué al espejo
triste y cansado
cierta noche
cuando la bestia se hubo calmado.

Pregunté
¿Cómo puedo volver al hogar?
Es fácil, dijo una voz
¿Cuántos años tienes?
Cuarenta y dos.
Bien, para volver al hogar
desanda cuarenta y dos años.

¡Qué oscuro!
¡Qué extraño!
Vivir cuarenta y dos
y tener que desandar
cuarenta y dos años.

Miré en el espejo
y vi lo desandado.
Cuarenta y dos años
¡Qué oscuro!
¡Qué extraño!
Vi el reflejo
de la bestia que estaba
acechando.







REFLEJOS DE LA TERTULIA

Algunas veces la tertulia que nos damos para el cuerpo todos los miércoles, me aparece  una milagrosa comunión. Nos la metemos, la molturamos y la deglutimos; en definitiva la comulgamos con fe de iniciados que crecen con su participación ritual. No solo leemos nuestros poemas o recomendamos lo que otros crearon. No. Entre líneas se construye el armazón que nos afianza como miembros destacados de esta nueva religión. Ya nos llegará el momento oportuno de la diáspora para llevar la buena nueva al resto. O sea, una introducción a la crónica que me recuerda que lo breve si bueno debe ser dos veces breve. La gallina.

Discutimos pelín con la conveniencia de hacer nuestra Asamblea en tiempo de tertulia, es decir, los miércoles o pasarla a otro día de la semana. La propuesta –pensada, de verdad- era que la tertulia es la tertulia y la Asamblea otra cosa. Por eso decidimos pasarla al día 29  de marzo en el Dublin House. Dicho queda.

Como siempre, nuestro ecónomo de guardia y matemático poeta, Sr. Sanz nos desveló el porqué de que internacionalmente se consideró este lunes 14 de marzo, el día de adorar al número Pi: En la costumbre sajona, la fecha del mes se antepone al día, y el año se representa por sus dos últimas cifras. O sea 3 / 14 / 16. Maravilloso. Y su colaboración también



Lola Alarcón nos leyó una cantiga de amor del nieto del Alfonso X El Sabio, Don Denis rey de Portugal y abrió la tapa de los recuerdos de los Infantes De la Cerda y su impronta sobre el mapa de Guadalajara y frontera: Medinaceli, Cogolludo, Pastrana, Cifuentes, Valfermoso de las Monjas…




En una segunda ronda de poemas se suscitó la polémica de si la “traición” era territorio de los amigos (de los enemigos, imposible) o de los conocidos. Todo ello por su inclusión en un poema. Pajillas mentales de la peña que le da por excitar.
Más rápidas fueron la puesta en la hoja de ruta las propuestas de incluir un Índice a los bimensuales. La forma de acercarse a “dentro” o “adentro”, “fuera” o “afuera”. Si metemos una guitarra en la tertulia. Y si, nos tiramos ya de lleno en las V Jornadas Cidianas de Tórtola.

Lo que fue una maravilla es la apertura de la bolsita que portaba Lola Villaverde con la aportación de 300 € de nuestro sponsor Ecoaventura. Eso nos llegó al alma.
José Luis Gómez Recio