jueves, 21 de agosto de 2014

DIVERSOS 28


DIVERSOS
28. TERTULIA POÉTICA  GUADALAJARA  agosto 2014


Días tristes para ver la televisión, leer periódicos o escuchar las noticias. El sinsentido habita en la tierra. No es un problema sólo de políticos o de los partidos que gobiernan: todos se han vuelto locos sirviendo al verdadero poder del dinero. Poderoso caballero que todo el mundo acusa de boca para fuera. Para dentro, lo adora y venera.Todos quieren cambiar las cosas, pero llegan arriba y aprenden pronto cómo se abre la caja, entonces ponen en práctica el doble rasero del poder: apretar las tuercas y hablar al maestro armero. Si no llega pronto el rearme moral e impera el sentido común, estamos bien jodidos.Mal momento para los que nos habíamos defendido con la palabra y pensábamos descansar un ratito, pensando que, por fin, éramos libres y felices. Cultivamos las ideas, amasamos los conceptos, horneamos las páginas albas… ¿a quién puede molestar nuestra actividad?Algunos de los poetas o aprendices de la poesía que nos reunimos en sagrada tertulia veraniega a las faldas de La Cotilla, el último día sacaron los pies del tiesto para escandalizarse un pelín. Como éste que ha puesto el comentario más arriba, no quiere que sea línea editorial compartida por las diferentes sensibilidades del grupo, lo firma a título personal. José Luis Gómez Recio

Conjunto destruido en las ruinas de Leningrado


PAULINO APARICIO
Eran de carne y hueso y nadie fue a buscarlos

Eran de carne y nadie fue a buscarlos.
Tenían todo lo que puede sembrarse:
El surco de los ojos y la esperanza huyendo.

Hay ventanas con niebla,
Y macetas heladas que no quieren vestirse.

Estaban indolentes, como cuerdas deshechas.
Eran finales, fronterizos. Desplazaban
Sus cristales manchados. Se comían
La nada de las calles.

El hombre es un fracaso que termina a su hora.
No encontró la justicia ni la quiere,
Solo le duele el sueño de estar blando,y hace las cuentas para su bolsillo.

Miles de juncos ruedan por la arena del frio.
Con la mano y la noche
Los escapes contagian
Un espiral de negros
Estantes infalibles.

Eran de tela y nadie fue a vestirlos,
Los ojales desgarraron su muerte;
Cercos disimulaban un pasillo cegado.

Eran de carne y nadie fue a buscarlos.
Pasos de ciegos crecían al desagüe del suelo.
El silencio tenía alambradas sin ojos.

Todos quisieron irse, pero estaban tan rotos.

Relojes que fallaban la cuenta de no ser
Como guardianes de una locura transparente.

Por el pozo
                  La soga mecía su vertical indiferencia.


ALBERTO VALERO

Tierra de odio y fuego

Esa mujer triste, enlutada, lloraba a gritos
La he podido ver hoy mismo a las tres, en las noticias,
quería leer su futuro y no veía nada,
solo es una mancha horrible de dolor y miseria.
Buscaba por las perdidas razones de su ocaso,
mirando al cielo, con plegarias sin respuestas,
nunca quiso, ni deseó, ese mundo en ruinas,
ni creía en el odio predicado de las razas,
solo amó a todos y los quiso amar sin condiciones.
Luego frutos de su amor, sus hijos guardó en tierra,
se los llevó el horror crudo, de las venganzas ciegas
y los lavó con sus lágrimas de piedra, extenuada.
Nada pedía al “Hamás” ni del “Moshav” reclamaba,
mas sin quererlo pagó muy cara, con sangre y fuego
la fatal intransigencia infame de muchos otros.
Nada le queda y llora, nada le queda y clama,
sus lágrimas se pierden en el polvo
de las amalgamadas rizas de solares yermos,
herrumbres retorcidas, de cascote y ladrillos,
légamos mezclados con enseres y restos,
como sentencia injusta de condena inmerecida.
Está de rodillas, con los brazos abiertos en cruz
quisiera abrazar muy fuerte las vidas no olvidadas,
arrebatadas sin piedad, ni causa o miramiento.
Esperando, sin esperanza, que una explosión sorda
o ruidosa la eleve desde tan real barbarie
al mundo etéreo del prometido Paraíso.
Si es que existiese, pues de saber, ni esto sabe.




JORGE MATO

Se hace necesario
desterrar la tristeza que impide respirar.
Es demasiada
la pena que chorrea
por las paredes rotas.
Ya no sirven los muros,
sólo el aire nos ofrece el camino.
Maldigo el laberinto por el que nos perdemos.
Es la sangre caída quien nos grita
pidiendo renovarse,
renacer en un nuevo paisaje
donde puedan los gatos caminar libremente
sobre tejados limpios y noches silenciosas.
Velando nuestros sueños
como siempre han querido.





























Renè Magritte. Los Amantes


PABLO LLORENTE


He muerto y renacido muchas veces

He muerto y renacido muchas veces
esta noche en tus brazos -luz y fuego-,
siempre alba y rosa, dulce amada mía.
Acogido a tu seno, me desvivo
y renuevo, incansable, jade y puro.
La alborada deshoja tu pupila,
en cúmulo infinito de brillantes
miradas de grato asombro amarillo,
porque amanece un nuevo día, amor.
Esa lumbre en tus ojos, tan risueña,
me ilumina y nos llena de entusiasmo.
Abrazados en versos y sonrisas,
tu música y tu voz me alegran y alzan
        a un nuevo mundo, sólo tuyo y mío.


JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO


Poema de hora escasa

Me aburre el poeta inmóvil,
creador anclado de culo
que ama la belleza fija
de la estatua mil repetida.

Me bosteza muy soberano
el que escribe atornillado
cuencos de leche de luna
bebidos hasta la saciedad.

Dónde la escuela de piruetas
que prometías crear ayer,
antipodista de las palabras
del Museo de Nunca Rimar.

En qué muladar olvidaste
el grito de evohé con el que
irías a saludar la sonrisa
de las piernas abiertas a ti.

Con las nalgas apalancadas
no sueñes en mover al mundo.
Tu demonio y carne serán
el olvido del por escribir.




DANIEL VÁZQUEZ

Despedida
                                                                            A mis muy preciados y DIVERSOS amigos.


Adiós, hermanos, adiós.

Sea el poema
grata morada
sin despedida.
Albergue el noble yunque
de tan versada forja,
golpe tras golpe,
eco tras eco
que hacia los cielos vuelan
sin ausentarse.

                                                         Adiós, hermanos, adiós.


Daniel, no hay dos sin tres,  ¡a por ellos, a salir en la bandera!


JAVIER DELGADO

Hay un oscuro pretil
en sombra verde
y humedad sola,
brisa de profundidad.

Agua cercana que lame
terciopelo de cálida piedra,
y me conoce,
y llega a mí ausente de brillo.

Sí, desde una altura.

Blanca brisa de esperanza,
pudiera llegar a ser
casi verdad.

Ser incluso, sin destilar pérdidas.


Puente de Olloniego, Asturias


CARLOS BERNAL
(Sólo te tengo a ti, memoria mía
Envuelta en soledades y en recuerdos.
Unas gotas de lluvia resbalando
Por un cristal de ensueños.
( Celso Emilio Ferreiro)

Cada siempre

Cada siempre los espejos repetían su figura,
y el rasguear de su voz.

No quiero tener un espejo de siempre, no quiero,
si al ver reflejada mi sombra, no encuentro un solo pelo en la alfombra.

Y si miro en la ventana de siempre y trato de escribir, sin mis recuerdos.

Y si estoy dentro,  y a la vez fuera,
son mis reflejos, en el espejo de siempre,
convertidos, en sueños y recuerdos,
los siempre que trae el viento.

Recuerdos,
y siempre palabras, para hablar por casa,
en blanco y negro, sin autor conocido, siempre.

Y en el fondo del espejo,
en una de sus cuatro esquinas de siempre,
hay un siempre escondido, esperando siempre.

Y no está dormido, no,  siempre está despierto.

Y si cierras los parpados, y ocultas los ojos
y ves que no tienes ojos, ni espejo,
y solo estas despierto, cada siempre,
                                                         en la esquina de siempre.


Dalí de espaldas pintando a Gala con sus reflejos en un espejo


TENEMOS NUESTRAS DEBILIDADES. Páginas robadas al tiempo

EDUARDO GALEANO  (De su publicación El Libro de los Abrazos)

Los nadies.
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies, los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies; los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:


Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.

Los nadies que cuestan menos que la bala que los mata.
































Caricatura de Andrés Moy


JUAN GELMAN

El juego en que andamos

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.





JOSE LUIS GÓMEZ RECIO.  Súplica para leer más a Rafael Cansino Assens, el único maestro que admitió haber tenido Jorge Luis Borges. Fragmento de su libro, El Divino Fracaso. Publicado por El Club Diógenes, Valdemar.

“Nos agobia tanta belleza: y querríamos a veces que este mundo no fuera tan bello… Y pedimos: -¡Un poco de fealdad, por caridad! –Plegaria del hombre insuficiente en el jardín espléndido. –Que nuestro mundo sea menos bello, para que nuestra hoz de segadores por más tiempo descanse: para que nuestro corazón por un instante pueda adormecerse en el hueco sagrado: para que nuestros ojos no se rasguen de mirar a todas partes y puedan descansar en la contemplación de una sola cosa: para que nuestras manos descansen de poner guirnaldas sobre las puertas: para que las muchas veleidades con sus fugaces saetas no desgarren la frente de nuestra seria voluntad: para que no prodiguemos demasiado nuestros dones diminutos y podamos hacer una única ofrenda, digna, pesada de plenitud , en el ara más firme y ante la imagen más grave para que nuestra inspiración demasiado fácil no se pierda en los laberintos de la poligamia y se haga concentrada y fuerte en la copa del amor único; para que podamos hacer una obra única , grande y eterna, y podamos labrar un solo surco eterno en el que las cosas bellas, ligeras y efímeras que tanto nos turban, se renueven indefinidamente, pero formando parte de su esencia… Que el mundo sea menos bello, Señor; y nosotros menos fecundos y menos perspicaces; menos ligeros también para que no temblemos a la manera de los juncos en que se posan mariposas efímeras, sino a la manera de los grandes árboles, cuyo ramaje denso vibra sordamente, estremecido por las alas pesadas e innúmeras; que seamos más pobres, oh Señor, para que no arrojemos locamente a los aires puñados de racimos, sino que exprimamos tierna y cautamente en la copa del arte, hasta formar una esencia concentrada, la única uva gruesa de nuestro corazón ; para que no nos disipemos en vanos abrazos ni sangremos en menudas heridas; para que no seamos desgarrados por saetas diminutas y nos reservemos enteros con los álveos colmados, para el supremo instante en que deben correr todas las fuentes… ¡Que el mundo sea menos bello, Señor!”




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DIVERSOS 27

DIVERSOS
27. TERTULIA POÉTICA  GUADALAJARA  agosto 2014

El agua es ese fluido blandito donde viven los músculos en aceite con leves trazas de protección solar y niños pringosos armados con sus cubos y palitas. También moran los glúteos con pegatinas de ojos y colecciones completas de deseos.  El agua es esa droga por la que mueren los ahogados y se suicidan los enamorados que no saben nadar.
También hay agua variada en la Naturaleza: en ríos, charcas, pilones… Y fuera - en el mundo creado por la raza humana- se encuentra  agua en la sopa de cocido, en los radiadores de los coches y en los ojos de los que lo pasan mal.  Siempre me quedo absorto mirando los caños de agua de Brihuega por si aparece la sangre de la princesa Eliima, o la de algún italiano despistado, incluso la de un carlista patilludo en mojama. Pero luego me marcho decepcionado.
El agua es ese fluido blandito donde viven los músculos en aceite con leves trazas de protección solar y niños pringosos armados con sus cubos y palitas. También moran los glúteos con pegatinas de ojos y colecciones completas de deseos.  El agua es esa droga por la que mueren los ahogados y se suicidan los enamorados que no saben nadar.
También hay agua variada en la Naturaleza: en ríos, charcas, pilones… Y fuera - en el mundo creado por la raza humana- se encuentra  agua en la sopa de cocido, en los radiadores de los coches y en los ojos de los que lo pasan mal.  Siempre me quedo absorto mirando los caños de agua de Brihuega por si aparece la sangre de la princesa Eliima, o la de algún italiano despistado, incluso la de un carlista patilludo en mojama. Pero luego me marcho decepcionado.
El agua no se debe respirar porque sienta mal. Por eso hay que tener respeto y dedicarle este número de agosto de Diversos porque da mucho juego para la poesía. De todas las clases de aguas, la mejor para mis oídos son las del aguambabolubabelambembú. Con perdón por la diatriba y la falta de respeto por lo literario. En fin… el agua nos gusta mucho.


JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO

Lo grave de la grava

Pobre río de piedras
que te roban los huevos a cara descubierta.
Ya no puedes decir con orgullo
que corres a miles de años el kilómetro.
Eres tonto, viejo río de piedras,
que no sirves nada más
que para aventar tus despojos.


Yo soy Sol y mar

Azul y blanca humilde casa de descanso
arena en los pasillos
gallardetes de toallas y racimos de
bañistas en los balcones.

Yo soy el campo de batallas
de los jugadores del yo te unto
tú me acaricias los muslos
con dedos de crema.

Soy la vitrina de los vientres
catálogo de montgolfieres
que nazco a la playa para
rodar y nunca alzar el vuelo.


Fotografía Rodrigo Gómez Cuesta


JORGE MATO

Agua

Gota de lluvia,
mar,
cascada o fuente.

Arroyo, torrentera, río
o lágrima.

Sudor que baña
los cuerpos sin control de los amantes.

Líquido donde sueña,
prodigiosa burbuja,
el feto que sonríe
si su madre le nombra.

Ola que muere o vive
en la arena dorada de una playa.

Vapor pulverizado,
esperanza de vida
del reseco terruño.

Agua que estás en mí
y estás en todo,
yo te idolatro
húmeda y fértil diosa de la vida.





PABLO LLORENTE



Aguas

 Los rápidos de un río,
su espuma blanca cantarina
que surge durante unos
metros y se disuelve
en corriente de agua más sosegada,
menos bulliciosa y más lenta.

El latido armonioso de la mar
va templando emociones,
su sonora alegría
y a veces el ronco rugido,
su pasión intermitente, medida,
las olas que vienen y van
llevando arenas y susurros,
arrastrando corazones.

Todavía otras aguas.


JAVIER DELGADO

Canción del agua clara

Por mi soledad umbría
Iba creciéndose el agua.

Llegaba un coro de sombras,
apresuradas palabras.

Caudales de cuarzo llevan,
blancas espumas sin ancla.

Un guiño de luces lejos,
Una claridad de alba.

Agua plena de reflejos,
canción de verdes mañanas.






















Canción del agua oscura

A mi soledad umbría
llega caminando un agua.

Viene de un manto de sombras
y apresuradas palabras.

Caudal de llanto que lleva
negra una espuma sin ancla.

Un guiño de luces lejos
es la oscuridad del alba.

Agua dura sin reflejo,
canto de lesa mañana.













CARLOS BERNAL


Desagües

Canales y sangraduras
aguas medio podridas,
pero llenas de vida.

Pescadores ancianos, construyendo puentecillos
y pozos, para aguas inmóviles.
Tierras emergidas,
en canales y sangraduras.

Casas levantadas en charcos.

Aguas siempre en movimiento.

Ancianos pescadores mirando a los cielos
siempre desconfiando del tiempo.

Aguas evaporadas.

Insultantes cicatrices en la tierra
llenas de nada.

Peces, de presa fácil.

turistas dominicales,
que pescan nada. 

Canales y sangraduras, pescadores ancianos.

Aguas medio podridas y tierras emergidas


ALBERTO VALERO

  
El agua… viaja
 libre y haciendo río,
que no a su antojo,
pues siempre baja
y atrás ya nunca mira.

Cruza la red si se interpone,
sin importarle por qué está allí,
ni lo que atrapa, solo la moja
en saludo de paso y no se para.

Y no es débil,  mueve la piedra
 y la moldea y la desgasta
y se abre paso rasgando el muro
cuando la para o se lo salta.

Y llega al mar y vuela al cielo,
viaja en el viento cuando cabalga.
 Vuelve hasta el suelo
donde hace rio… Y
El agua… viaja.




VICENTE MORATILLA

  
Parece un milagro el río,
día a día sin descanso
va derramando su agua
desde hace años y siglos.

Desde lo alto de los montes,
pregonando va su canto,
por veredas y caminos,
Desde las cumbres airosas
a veces con paso lento,
a veces en torbellino,
seguro va de sí mismo,
derribando las barreras
va buscando su destino
que es su madre.
Yo te envidio, viejo amigo
poder vivir como tú;
cada día  sin pesar,
tener seguro un destino.




CARLOS  EFRAÍN


 Cerca del agua te quiero llevar  
Miguel Hernández

Cerca del agua te quiero llevar
porque tu arrullo trascienda del mar.
Cerca del agua te quiero tener
porque te aliente su vívido ser.
Cerca del agua te quiero sentir
porque la espuma te enseñe a reír.
Cerca del agua te quiero, mujer,
ver, abarcar, fecundar, conocer.
Cerca del agua perdida del mar
que no se puede perder ni encontrar.

El corazón es agua
que se acaricia y canta.

El corazón es puerta
que se abre y se cierra.

El corazón es agua
que se remueve, arrolla,
se arremolina, mata.


PAULINO APARICIO
Aguas 

Si no fuéramos  mortales, no podríamos  llorar
Ramón Gómez  de  la Serna

Siempre el agua abrazando desde el cimiento vivo;
orillo de un pañuelo que sueña abrir los ojos.

En la infancia, el rumor de una fuente,
la sombra presentida de los pasos del agua
sonando en la memoria, que luego,
puede mudarse en canto.

Cuando era adolescente me suscribí a  un arroyo;
al no ser de verdad dejaba mucho juego,
podías encajarte  sin arruinar los calcetines,
y escribir con la uña el nombre de la amada
sobre un álamo, que venía en el lote.

Luego ya vi los ríos, también las catedrales;
pongamos que a Florencia la escribo con negrilla.

Mis aguas favoritas, sin embargo, 
son modestas y líricas. No tienen gas, ni títulos...
buscaré unos ejemplos:

La lluvia paso a paso, calmada, sin rabietas,
cuando arranca a la tierra, pleno, como un racimo,
su bienestar de barco que sabe a hierba fresca 
y hace nudos por dentro, como si fuera un beso.

El agua de los  ojos. Puerta de abrir las penas
y de ajustar una alegría brusca;
como el papel de estaño que trae el  chocolate.

Hay muchas más aguas:
ya irán saliendo.

Norman Rockwell. Prohibido bañarse


GRACIA IGLESIAS

Paloma Zarco de Gracia. ¿Mujer o bañera?


Y deshacerme

Meter un pie despacio
luego el otro.
Notar la intensidad de su calor
subiendo por mis piernas,
alcanzando mi pubis,
abrazándome luego
el cuerpo entero,
y cómo, lentamente,
el frio se diluye,
y se diluye el polvo
y el tiempo
y el cansancio.
Hasta que el mundo entero ya no existe.
Mientras en cada gota se ahogan mis axiomas,
la piel enrojecida
permite que la espuma
se vuelva tegumento.
Cierro los ojos.
Regreso a la matriz
en la bañera.

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