miércoles, 2 de julio de 2014

DIVERSOS 20

DIVERSOS
20.   TERTULIA POÉTICA DEL CAFÉ LICEO GUADALAJARA      junio  2014

¿Cómo se hace una Tertulia abierta sin que esta acabe en una debacle? He aquí la pregunta del millón. Esta publicación de 25 de junio de 2014 va a intentar relatar nuestra intervención pública con escenario –un poco más modesto que el de los Rolling Stones del estadio Bernabéu, que actuaban a la vez que nosotros lo hacíamos en Ibercaja-.

Luchamos contra la rebelión de las máquinas. Contra las ligeras pérdidas de los textos a leer, contra el stress post parto (antesala del pánico escénico) y contra los mensajes cruzados de los temas a tratar: Temas sociales. El puro sentimiento. O la circunstancia de la muerte ese mismo día de Ana María Matute. Pero, la patrona de los inconscientes, Santa Caos de las Iglesias, lanzó su manto protector y salvó la reunión. Loa a nuestra santa.




RAFAEL MORALES (Leído por Vicente Moratilla. Con los Poemas del Toro nació la Colección Adonáis en 1943)
Toro en su paz
Miré tu piel nocturna, tu pausado
paso entre las encinas rumorosas,
miré tus firmes astas silenciosas,
tu músculo soberbio y sosegado.

Te vi bajo el ocaso por tu prado,
lleno de paz y de ventura hermosas,
doblar las graves patas poderosas
y a poyar en la yerba tu costado.

Quedó serena, quieta tu cabeza
bajo el duro verano riguroso
que inundaba tu sangre de pereza.

Y así, solemne, grave, venturoso,
pleno de soledad y de belleza,
                                                         quedaste sobre el campo, silencioso.




PAULINO APARICIO


La leche

La leche es una ventana
por donde los pájaros respiran.
Es semilla del viento,
mariposa volando las encías sin hojas.

La leche siempre es nueva,
los árboles la escuchan,
suaviza los enjambres,
deja alfombras dormidas
en la boca del alma
donde el silencio muele
manantiales y estrellas.

La leche corre a tientas
por las venas del mundo.
Huele flores del vaso
que explica los principios.
Y va por las aceras
con gasas de campana,
tocando siempre a vida
                                                         y a licor sin orillas.


ALBERTO VALERO
Quisiera volver

Quisiera regresar a la ilusión
de rasgar el papel de la envoltura
regalo de mi cumpleaños.

Quisiera tener la emoción aquella
de estrenar un nuevo pantalón corto
por el día de la fiesta.

Quisiera reencontrar aquel júbilo
al ver el juguete que no pedí,
por la mañana de Reyes.

Quisiera sentir de nuevo el abrazo
de papá cuando aprobé la reválida
aquel junio inolvidable.

Quisiera besar la orgullosa cara
de mamá, cuando vio la papeleta
de mis ajustadas notas.

Esto quisiera con muchos recuerdos
mas sé, que lo que fue, ya no será,
                                                         ojala lo reviviera.



GRACIA IGLESIAS (De su libro “Aunque cubras mi cuerpo de cerezas”)



Es demasiado tarde
Al sacudir la luz
se han roto las promesas que dibujaste anoche.
Pero aún respiras y te digo: duerme.
Un prodigio devuelve la manzana
a su lugar exacto
y te evaporas
aunque anudo el pronombre que te suma a mi cuerpo.

Aún puedo oler a campo de batalla,
tu pelo y tus axilas,
el dorso del violín,
nuestro babel de bocas.

Te absorbo una vez más
y vuelves a crecerme
confinando el pudor entre la hiedra,
en forma de espiral.

Renuncio a amanecer,
quiero lavar mi cara en tus palabras.
Repítelas ahora
sin permiso del mundo
                                                         antes de que recuerde que no existes.


VICTOR DEL MORAL  (Poeta que vive en Alovera. Leído por Manuel Sanz)




Junto al mármol eterno

Como sonámbulo,
tras una larga noche en carretera,
envuelto en el trasiego
de una turba insensible
de turistas. Piazza della Rotonda,
Julio enciende sin prisa la mañana.

Ajena al movimiento y a mis ojos,
una niña,
al pie de una columna
del pórtico del Templo de Adriano.
Con un lápiz se entrega
a un cuaderno que apoya en la rodillas.
Inclina levemente
su esmerada cabeza de alabastro.
Pasan despacio unos pocos minutos.
No quiero despertar,
no quiero que a ella nadie la despierte.
Pero pronto la llaman,
y las calles de Roma me la ocultan.

Esa figura frágil
ha quedado asociada al Panteón
en mi memoria.
Y estos versos quisieran
rescatar
su belleza junto al mármol eterno,
protegerla del tiempo
y su avaricia huraña.




PABLO LLORENTE (La opulencia me hizo pobre. OVIDIO)

La dignidad y el dinero
están en lucha sin tregua.
La dignidad y el dinero.
Mientras una se renueva
el otro es un carcelero,
es el amo de la tierra.

La codicia del avaro
el opulento profesa.
La codicia del avaro.
más vale un noble poeta
que todo el dinero y su amo.

Me hizo pobre la riqueza.





JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO

Comedores de fortuna

Quilos de comida
para el niño que pasa hambre
y las madres que amamantan.

    (Los anaqueles esperan)

Quilos de tragedia
para que rimen con rabia
los versos de leche y arroz.

     (Las páginas blancas nos miran)

Quilos de memoria
para que nunca olvidemos
a los que nos guiaron al desastre.

    (Que nunca se enfríe el rescoldo)





JORGE MATO

Por la acera

Por la acera, despacio,
camina un hombre.
Solo, despacio por la acera.

Su mirada profunda
se clava sobre el suelo,
esa certeza.

Despacio, por la acera, solo.

Ignoro su destino.
Tampoco él lo sabrá probablemente.
Cubre su cuerpo
con un raido abrigo de tristeza.
No mira hacia los lados,
no le importa la pena de los otros.
Sólo la suya es cierta
Sólo la suya es suya.
Sobre los hombros lleva
la estulticia de un tiempo
que ha barrido con saña,
fríamente,
una palabra: hombre.

                                                  Solo, despacio, triste, por la acera.





JAVIER DELGADO

Es, un misterio de adelfas

Que sueñan nubes esmeralda
en todas las rotondas.

Es, un enjambre rosa
multiplicado en aromas
alivio de luz vertida.

Sé, del sudor de Juno
por alumbrar a tiempo
un nuevo volcán de auroras.

Pero me salvan adelfas,
alojadas de asfalto,
remediándome lágrimas

y un único oprobio terco
agolpado en palabras
de impiedad desamorada.

Sordos colores:
Misterio, de adelfas rosas
que sueñan nubes esmeralda.





CARLOS BERNAL

Corazón de hielo

No pretendo que mis palabras
se deshagan como el hielo

Quizás ha llegado el momento de hablar,
de un amor indomable y diferente. 

Quizás sea el tiempo,
a partir de mi soledad,
y que todo se derrumba,
sea el momento.

Quizás

Quisiera estar cerca de ti,
 y entrar en aquel lugar oscuro de tu alma, de tu corazón.

Quisiera musitarte al oído todo lo que siento,
y cual es la diferencia entre amor y cariño, cariño y amor.

Quisiera que escucharas,
y que mis palabras no se deshicieran como el hielo

Quisiera…

Quizás…


NOS QUEDAMOS EN EL TINTERO

Como siempre muchas cosas. Por ejemplo: Las poesías que recitó en el acto, nuestro querido poeta en Washington, Daniel Vázquez, que suele atesorarlas en su cuaderno de tapas azules y que, muchas veces, le es complicado enviarlas a la redacción de DIVERSOS, máxime cuando sale del stress de los exámenes de Periodismo.



No nos olvidamos a nuestra poeta Amparo Navarro que está disfrutando de su caudaloso rio Magdalena, allá en Colombia su tierra natal.
Esto es solo un resumen de lo acontecido en la Tertulia Abierta en Ibercaja. Los partícipes hicimos una segunda ronda de poemas donde pudimos degustar a Ana María Matute de la boca de Vicente Moratilla y Carlos Bernal y de un debate sabroso sobre el poema “La Carroña” de Charles Baudelaire, de su libro “Las Flores de Mal” dirigido por Manuel Sanz.

En todo momento, Gracia Iglesias animó los debates con alegría y profesionalidad. Es un lujo contar con ella.
Al cierre de este número, se nos comunica que Carlos Bernal ha sufrido una caída con fractura de costillas y otras fisuras. Cuando se edite este fascículo, esperamos contar con su socarronería habitual. Un abrazo solidario, Carlos.