miércoles, 18 de febrero de 2015

DIVERSOS 54

DIVERSOS
54. TERTULIA POÉTICA  GUADALAJARA febrero 2015


Palabra de honor

Estamos inmersos en un maremágnum de adjetivos, sustantivos, conjunciones, adverbios, preposiciones, pronombres, verbos, interjecciones. La agudas, esdrújulas, llanas… uf. Desde el bachillerato he soñado que se me tiraban las palabras arteras a la cabeza mientras conciliaba el sueño. Pesadillas de la mente calenturienta de un torpe escolar.
Con el tiempo he podido valorar lo más importante de las palabras para los poetas, lo que nos permite dar musicalidad y ritmo a los versos: Las sílabas. Heptasílabas, pentasílabas…
La concepción del significado de la palabra como una unidad de pensamiento generalizado necesario para el intercambio social, es de un valor incalculable. Y no le demos más vueltas.  Nos distingue de los gruñidos de los animales, el susurro de las hojas de los árboles o el quietismo mudo de las piedras.
Pero no olvidemos que también, las palabras son las llaves que abren las piras de la inquisición, los muros de los fusilamientos, las censuras en los teatros y los silbidos en los escaños de los Parlamentos.
El poder de la palabra es el poder de la razón y el arma más poderosa que nunca hubiéramos soñado poseer. Vamos a usarla con cabeza. JLGR

JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO


Previo a escribir un poema

Algunos habitantes de la tribu
de los cazadores de letras
que habitan en los desfiladeros
de ladrillos y adoquines de la ciudad,
salen a la caída de la tarde
para tender sus trampas:
lazos para cazar eles
nasas para enes
redes para erres
cepos para ces…

Por las mañanas
suelen ponerse salacot
para recoger las presas conseguidas,
excepto uno que se
pone gafas y cazamariposas
con el que intenta vagamente
atrapar eses arrastradas a deshora.

En el mercadillo de la
Plaza de los Poetas Perdidos
éstos compran letras frescas
con las que escribir sentimientos.



CARLOS BERNAL

Entrañas del alma

A
Con la palabra quemada en las entrañas del alma
responder sin tener en cuenta el silencio que acompaña
y los amigos nos acariciarán con susurros
que nunca liberarán las palabras

B
En la incansable rueda, en las afortunadas profundidades
en la cálida perla
en las ironías de los hombres
quise ilusionadamente hablar.

C
Para qué nos expresamos
si la simple respuesta nos niega la palabra
y la humana jungla brama en su sigilo.

D
Te olvidaremos en el enturbiar de la vida
y poco a poco el hablar serán cenizas
                                                 y solo palabras escritas pesando en el olvido.



JAVIER DELGADO


                                                            Mirada o espejo

Un sinnúmero reflejo
de tu honda oscuridad 
sobre cristales rotos,
sin azogue:
las palabras,
haberes de la otredad.

¿Cómo si no?
Nada existe más allá
en la profunda atención
de mirar tu voz;
música de conocer
un hallazgo de labios.

Bajo los sauces
sin embargo,
puedes pensar las piedras
hablando
sus silencios. Alguna vez
fuera imprescindible
un silencio sin reflejos.




PABLO LLORENTE


Contigo alborea la vida

Contigo alborea la vida
cuando a mi espíritu estimulas,
¡fundidos nunca el sol declina!
Amante esquiva, espero siempre
Merecerte eternamente.
Amiga, que tu amor me lleve.
Eres viento de vida, céfiro,
todos los vientos de la Rosa,
como galerna, puro viento.
Mi profundísima vivencia,
tú, siempre sangre de mi sangre,
arcilla dúctil, pura tierra.
Agua marina que me baña,
undoso mar que me sostiene,
lluvia que me invade, pura agua.
Me fundo y renazco en tu seno,
zarza que arde y no se consume,
inextinguible, puro fuego.
Eres resplandeciente nácar,
un fogonazo y un relámpago,
siempre mi luz; tú, la palabra.


JORGE MATO
                                                   Parole, parole, parole... EN EL SILENCIO
En el silencio sueño
palabras que no existen.
Pero en las noches blancas,
aunque no haya palabras,
te seguiré llamando por tu nombre.

Sin despegar los labios
podré seguir diciendo la belleza del mar
o pronunciando
sin conocer sus letras,
mi miedo, nuestro miedo.
¿Cómo encontrar, y dónde,
el vocablo que explique
el horror, la estulticia del mundo?
Hay palabras que matan
antes de pronunciarse,
como silencio, muerte,
                                                                vacío, todo, nada.
O simplemente, te amo.



ALBERTO VALERO

Hay palabras
Palabras las hay que aman,
palabras las hay que hieren,
palabras hay que alaban,
palabras hay que ofenden.

Y todas son palabras.

Con las palabras dulces,
hay palabras amargas,
con las palabras sosas,
hay palabras saladas.

Y todas son palabras.

Hay palabras muy breves,
hay palabras muy largas,
hay palabras muy finas,
hay palabras muy anchas.

Y todas son palabras.

Palabras que son bellas,
serán palabras feas,
palabras que son gordas,
serán palabras flacas.
Y todas son palabras.

Escoge tus palabras.




JESÚS APARICIO GONZÁLEZ


Palabras

que son aire y el viento se las lleva.
Tras ellas yo no corro.
Me siento y en silencio...
con la mano en la pluma, cual arado,
remuevo la memoria.
Soy hombre de palabra.
Muchas no.
Una y labrarla.

Siembra 

No sólo el viento
esparce sus antologías
por los bosques, inunda...
de pólenes nuevos
las almas de los árboles.
También tú
injertas tus palabras
en los huecos hambrientos de las piedras
para enseñarles el sabor del pan
y despertar en ellas la memoria
de un cora


ÁNGELA FIGUERA AYMERICH (Poeta recomendada por Chús Ventosa)

Jugando

¿Redonda?
      La luna.
¿Y redondo?
      El sol.
¿Redonda?
      La bala.
¿Redondo?
      El balón.
¿Redonda?
      La fresa.
¿Redondo?
      El fresón.
¿Redonda?
      La rosca.
¿Redondo?
      El roscón.
¿Redonda?
      La lima.
¿Redondo?
      El limón.
¿Redonda?
      La plaza.
¿Redondo?
      El balcón.
¿Redonda?
      La torre.
¿Redondo?
      El reloj.
¿Redonda?
     Tu cara.
¿Redondo?
     Tu corazón.
Tu corazón no es redondo
      Tú ¿lo ves?
¡Claro que no!
      Entonces ¿cómo lo sabes?
Porque sí.
      ¡Vaya razón!
      Es mío y sé que es redondo.
Pues ya no juego.
  Ni yo.


Ángela Figuera Aymerich (Bilbao, 30 de octubre de 1902 - Madrid, 2 de abril de 1984), escritora española perteneciente a la Poesía desarraigada de la Primera Generación de la Posguerra.


PABLO NERUDA (Poeta y texto sugerido por José Luis Gómez Recio)

Confieso que he vivido

“…Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen… Vocablos amados… Brillan como perlas de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío… Persigo algunas palabras… Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema… Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas… Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto… Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola… Todo está en la palabra… Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció. Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces… Son antiquísimas y recientísimas… Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada… Que buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos… Éstos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo… Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas… Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra… Pero a los bárbaros se les caían de la tierra de las barbas, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes… el idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras”.




Confieso que he vivido es un libro que recoge las memorias del poeta  Pablo Neruda, publicado por primera vez en la colección «Biblioteca breve» de la editorial Seix Barral. Se trata de una obra póstuma, que reúne las impresiones del autor casi hasta el mismo momento de su muerte.






 (Sin palabras)



Javier Delgado, Jorge Mato, José Luis Gómez Recio






© Tertulia Literaria, Asociación Cultural C/ Lope de Haro, 4 1º - Guadalajara
CIF 619302231
Esta publicación aparece gracias a Aache Ediciones, Casino Principal y Dublin House

di-versos-guada.blogspot.com

Números atrasados DISCOPI, Cuesta del Matadero, 17. Guadalajara.
Y COPIPLUS, Condesa de la Vega del Pozo, 3. Guadalajara.