sábado, 28 de marzo de 2015

DIVERSOS 61

DIVERSOS
61. TERTULIA POÉTICA GUADALAJARA marzo de 2015



Ya es Primavera en la Corte de los Milagros. Ya hay que  escribir con sangre desbocada. JLGR

ALBERTO VALERO

                                      Otra vez lo mismo

Cerca de la primavera
el cielo entero oscurece
con ególatras bandadas
de embaucadoras promesas,
se revuelan los palomos
mezclados con mil pardillos
y entre medias, las rapaces
en busca de su ocasión.
Caen nubes de colores
ficticios, crudos, bonitos,
en esa cesta en que lleva
el incauto su esperanza.
Saben bien los cazadores
que está todo a su merced
ponen redes ilusorias
que camuflan a conciencia
el los parajes frondosos
de la cruel realidad.
Y las miserias se rifan,
regalan medias verdades,
mezclando medias mentiras.
Y luego se pasa el tiempo
caen rotas las promesas,
las pagan siempre los mismos.
Y luego vuelta a empezar.



PABLO LLORENTE



Playas de Balbriggan

 De arena, roca y piedras
sucesión de playas en litoral,
cercándolas prados de un verde vivo
en días soleados.
 Paseo las praderas,
niños rodando por el césped,
jugadores de golf,
y un torreón cilíndrico de piedra.
 En el horizonte, una niebla funde
cielo y mar, a medida
que declina el sol, se hace más intensa.
Corre una fresca brisa
antes de anochecer.
Me invade una primaveral belleza.




JAVIER DELGADO

Dilema 

Desconozco quién decide si
la inane sucesión de los días
alberga o no mundos
diversos y capaces
de distinción, matices
como de agua,
brisa veloz,
opositores ciegos
dispuestos al alumbramiento.

Nada hay tan llano:
la geometría es el drama mismo.
Al final
lloverían piedras.

Más… fuera hermosa la encrucijada,
las aparentes líneas blancas
conductoras de vectores,
ya se sabe – magnitudes
dotadas de dirección y sentido –
No, la eternidad no puede ser plana
y hermoseadamente verde, aún.

Fotografía de Enrique Delgado

MIGUEL HERNÁNDEZ  (Poema tradicional propuesto por Gracia Iglesias)

Me tiraste un limón, y tan amargo, 
con una mano cálida, y tan pura, 
que no menoscabó su arquitectura 
y probé su amargura sin embargo. 

Con el golpe amarillo, de un letargo 
dulce pasó a una ansiosa calentura 
mi sangre, que sintió la mordedura 
de una punta de seno duro y largo. 

Pero al mirarte y verte la sonrisa 
que te produjo el limonado hecho, 
a mi voraz malicia tan ajena, 

se me durmió la sangre en la camisa, 
y se volvió el poroso y áureo pecho 
una picuda y deslumbrante pena.


GRACIA IGLESIAS
Poema Objeto: “Familia”

Medio limón
Nido de pájaro



Poema:
“La mitad que no ves también soy yo”

Medio limón
Espejo


Perfo-Poema:
“La cruda realidad”

Se estruja un limón entero en una copa.
Se bebe el zumo de un tirón, sin paliativos,
sin edulcorar en modo alguno la realidad
de su acidez



CUENTOS TRADICIONALES DE LEÓN  (Recopilados por Julio Camarena Laucirica y recomendados por Jorge Mato)
La zorra bautiza gochos

Era una gocha que  tenía siete gochines, y estaba pastando por ahí, por esas fincas. Y un día, vino la zorra y le dijo:
- Te voy a comer a ti y a los gochines. Y la gocha le dijo:
- Pero, mira, es que están sin bautizar y yo no quería que los comieras sin bautizar. Y dijo ella:
- Bueno: pues a ver cómo hacemos pa bautizarlos. Y había un molino allí de frente: dijo:
- Pues mira, vamos al Molino de la Puente -que se lIamaba- y tú te pones de un lao y yo del otro, y tú me los vas pasando y yo los voy bautizando.
Bueno. pues así lo hicieron: vinieron al molino y la zorra se puso de un lao y la gocha del otro: fue cogió el primer gochín y se lo dio. Y la gocha lo bautizó; fue y pasó otro gochín y también lo bautizó; y fue pasándolos tos los gochinos hasta que la gocha los bautizó todos. Entonces. cuando llegó el último que ya lo había pasao cogió y le pegó un hocicazo a la zorra y la tiró por la canal del molino abajo rodando. Y bajó hasta el rodeno que daba vueltas pa que moliera la harina. Y el rodeno andaba a base de agua de una pendiente que le hacían y andaba a base de agua. Entonces se le enganchó el rabo al rodeno y .... ella dando vueltas alrededor con el rabo enganchao al rodeno; y decía ella:
- Para bailón para. Para bailón para. Pero el bailón no paraba.
Entonces ya, cuando se desenganchó, pues cogió y subió por ese alto arriba escapada porque venían los perros. Y al llegar a ese camino que atraviesa ahí. Pues había pasado un señor que había ido a vender carbón por Astorga y había comprao una guitarra, y ahí, en el camino se le perdió la guitarra; y cuando la zorra fue a pasar, que iban los perros todos tras de ella tan apurada pues tocó con las patas en la guitarra y dijo:
- ¡Sí! ¡Como pa músicas voy yo!  
                                   
Recogido en Pobladura de las Regueras. En  Mayo/86. Narrado por: Salvina Carbajo Fernández de 62 años. Profesión campesina y sus labores (anteriormente. minera etc.)



Ilustración Jorge Mato


JORGE MATO
Han huido los versos  
Alguien, no sé, ha cambiado
el caminar normal de los relojes.
Las brújulas se niegan
a señalar el norte de esta farsa,
de esta danza macabra del presente.
Una música negra,
un sonido de sangre
y de sordos tambores
recorre nuestros ojos
mientras oímos, tercos,
los bramidos de Marte.
Han huido los versos
buscando su refugio en otra horas
y duermen las metáforas
disfrazadas de ausencias.
No camina el poema
por las sendas oscuras del presente.
Bajo el olmo de entonces
nadie sueña a la sombra
de un agosto brillante y perezoso.
Ni canta la abubilla
entre los verdes campos de cebada.
Se ha dormido el poema bajo una nube oscura
esperando el calor de un sol de primavera.

Ilustración Jorge Mato

PAULINO APARICIO


Fuencisla

Por los árboles se siente la vuelta de todo, porque enseñan la vida que regresa. El consuelo de que algo insistentemente hermoso continúa.  No me cuesta ningún trabajo Fuencisla (también en las estaciones más opacas me sucede). Apenas voltea tu imagen mi  pensamiento, veo las sombras y los nudos, siento la corteza del tiempo, y sacudo los recuerdos, como sacuden los perros sus lanas que metieron al arroyo. Nada está más presente que lo no se sabe dónde mirar, nada es más clamorosamente cierto que aquello que nunca probó la rutina de desgastarse. Ya no me traes  amargura, a veces te recuerdo quedito, como si soltara un puñado de tierra que no puedo retener (ni quiero retener). Y, en la primavera, cuando es como ahora el despertar de los árboles, pienso en ti, Fuencisla, despacio, tragándome el aire de tu nombre.

Leonor Fini, El aseo inútil, 1964. Óleo sobre lienzo, 67×87 cm.. Colección particular

CARLOS BERNAL

Solo cuando codicio 

Abandono, ángel mío
los aromas de fuegos y bosques candentes
forzando el hecho consumado
y lesionando la pureza de tus pesares.

Sirena o ángel, como quieras que te nombren,
transeúnte, traviesa, atribulada y hechizada,
eres un misterio que principió mi lujuria
que muerdes y modelas el suelo que caminas.

Cuando espero y resisto 
en la soledad vacía de tu cuerpo
y aguardando en la antesala de tus senos
hiriendo al empezar cayendo quedo.

En esa luz que palidece y que refleja tu sombra
y desapareces en los sueños de una noche
nunca ha de esfumarse, aunque faltes.

¡Qué éxtasis! el concebir y expresar mi momento.
deseando el hueco perdido que no disfruté
y mi corazón busca enfrentarse al miedo y vivir soñando
a quien querer reposando en ti.

Solo cuando codicio…

Dorothea Tanning, Desnuda dormida, 1954. Colección del Museum of Contemporary Art, Chicago.


LOLA VILLAVERDE

Puedo decir:
Hay una luz
que tiñe de amarillo
las piedras.
No es nada extraordinario
el sol se pone.
O decir y sentir
que una luz
me embelesa
y transmuta
la piedra en oro.
Es un milagro
el sol se pone.
¿Es elección?
O simplemente
hay instantes
en los que el tiempo
se hace lento,
se sosiega el mirar
y ocurren los milagros.






















JOSÉ LUIS GÓMEZ RECIO


Fotografía: José Luis Gómez Recio 


Hay esquinas de milhojas

Hay esquinas de milhojas
con relleno de cemento y nata
que muestran sus ángulos
por las paredes de mi ciudad
para que los niños sueñen con pan y chocolate
en el recreo del instituto.


 DOLORES VIDOSA (Poeta recomendada por  Alberto Valero)
























Tolerancia
Siento que soy como soy,
más que como quiero ser;
no me lo hagas saber,
mira que voy como voy.
Quiéreme tú, quiéreme,
pero siendo la que soy.
Que quiero ser como soy
y que me vengas a ver,
pero no quieras hacer
que vaya como no voy.
Quiéreme tú, quiéreme,
pero quiéreme cual soy,
que cual eres te querré.



Dolores Vidosa Rodríguez (Huelva 1961) es licenciada en Psicología y ejerce como Maestra de Psicología Terapéutica en el IESLA  Orden de Huelva.

Implicada con su ciudad forma parte del movimiento ciudadano Mesa de la Ria de Huelva
Hasta el momento ha publicado  4 libros de poemas: “Algarabía de preguntas” (Madrid : Slovento, 2008) “Comunes y abstractos” (Madrid : Escriba, 2011)   “Cuando todo era arena” y “Lápices azules”





RAFAEL ALBERTI (Poeta y poema recomendado por Isabel Muñoz)


 Rafael Alberti joven


A galopar

Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

A corazón suenan, resuenan, resuenan
las tierras de España, en las herraduras.
Galopa, jinete del pueblo,
caballo cuatralbo,
caballo de espuma.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu montura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
que la tierra es tuya.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

Guernica (fragmento del caballo) Picasso

HORACIO  (Poeta y lectura recomendada por Lola Alarcón)

























“Beatus ille  qui procul negotiis…”
Traducción de V. Cristobal López
  
 1.         Dichoso aquel que lejos de ocupaciones, como la primitiva raza de los mortales, labra los campos heredados de su padre con sus propios bueyes, libra de toda usura,
2.         y no se despierta, como el soldado, al oír la sanguinaria trompeta de guerra, ni se asusta ante las iras del mar, manteniéndose lejos del foro y de los umbrales soberbios de los ciudadanos poderosos.
3.         Así pues, ora enlaza los altos álamos con el crecido sarmiento de las vides, ora contempla en un valle apartado sus rebaños errantes de mugientes vacas,
4.         y amputando con la podadera las ramas estériles, injerta otras más fructíferas, o guarda las mieles exprimidas en ánforas limpias, o esquile las ovejas de inestables patas. (…)
7.   (…) corren entretanto las aguas por los arroyos profundos, los pájaros dejan oír sus
quejas en los bosques y murmuran las fuentes con el ruido de sus linfas al manar, invitando con ello al blando sueño. (…)





La transformación de Gracia:











© Tertulia Literaria, Asociación Cultural C/ Lope de Haro, 4 1º - Guadalajara
CIF 619302231
Esta publicación aparece gracias a Aache Ediciones, Casino Principal y Dublin House
di-versos-guada.blogspot.com
Números atrasados
 COPIPLUS, Condesa de la Vega del Pozo, 3. Guadalajara..




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